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Brasil le robó millonario negocio a Estados Unidos: así es como está negociando con China
El país sudamericano se convirtió en el mayor exportador para China de soja.

En los últimos meses, la guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado y ya empieza a dejar huella en productos clave para la economía global.
Uno de los más afectados es la soja, un cultivo de enorme peso en el comercio internacional y que, hasta hace poco, era uno de los pilares de las exportaciones de Estados Unidos hacia el gigante asiático.
La medida impulsada por el presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a ciertos productos ha desencadenado una serie de consecuencias que hoy tienen en alerta a los agricultores norteamericanos.

Uno de los productos que recibió un incremento arancelario fue la soja, un grano por el cual China paga alrededor de 60 millones de dólares en importaciones. Gran parte de ese dinero ingresaba a las arcas estadounidenses, lo que posicionaba al país, junto con Brasil, como uno de los mayores proveedores del mercado chino.
Según datos de la OEC, en 2023 Estados Unidos generaba cerca de 30 millones de dólares por la exportación de este producto, mientras que Brasil alcanzaba los 50 millones. Para ese mismo año, China importó aproximadamente 53 millones de dólares en soja, siendo Estados Unidos su principal abastecedor.
Sin embargo, en 2025 el panorama ha cambiado drásticamente. China tomó la decisión de reducir al 50 % la compra de soja a Washington, una medida que responde directamente a los nuevos aranceles aplicados tras el regreso de Donald Trump a la presidencia.
Pekín reorientó cerca de 27 millones de dólares hacia nuevos proveedores, la mayoría ubicados en América del Sur. En este contexto, Brasil emergió como el principal beneficiado.
La nación sudamericana produjo en la temporada 2024/2025 una cosecha histórica de aproximadamente 171,5 millones de toneladas, cifra que le permitió cubrir el 71 % del agujero que dejó EE. UU. en las importaciones al gigante asiatico, de acuerdo con la Conab.
Este logro consolidó aún más su liderazgo como exportador agrícola y reforzó su rol estratégico en el mercado global de la soja.
Mientras Brasil celebra una campaña récord, la situación en Estados Unidos es completamente distinta. Agricultores de diferentes estados, como Dakota del Norte, reportan pérdidas significativas que rondan los 400 mil dólares, afectando todo el proceso agrícola, desde la siembra hasta la comercialización, según informó La República.
La Asociación Estadounidense de la Soya advirtió que sus productores están “al borde de un precipicio comercial” debido a la pérdida de su mayor cliente.
El presidente de la Asociación, Caleb Ragland, declaró en una entrevista con The New York Times que “los productores de soja estadounidenses no pueden sobrevivir a una disputa comercial prolongada con nuestro mayor cliente”. Esta afirmación refleja la incertidumbre que atraviesan los agricultores del país norteamericano, quienes ven cómo la falta de acuerdos y la política arancelaria golpean directamente su sustento.