Perú
Cero y van siete: Perú destituye a Dina Boluarte. El país tiene su séptimo presidente en nueve años y abre un vacío de poder a un año de las elecciones
En la madrugada del viernes, Dina Boluarte fue destituida de su cargo como presidenta de Perú. Con esto, el país tendrá a su séptimo mandatario en nueve años. ¿Qué hay detrás de la crisis política en el país inca?
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La permanente crisis política se ha vuelto un sinónimo de lo que pasa en Perú. Desde hace casi diez años, la nación vecina se ha convertido en un espejo de inestabilidad gubernamental y esta semana hubo un nuevo capítulo con la destitución de Dina Boluarte como presidenta del país tras menos de tres años en el poder, cuando sucedió al también destituido Pedro Castillo, de quien ella era vicepresidenta.
Desde 2016, ya son siete los presidentes que han estado al mando del país. La crisis comenzó con la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski antes de que fuera destituido en 2018.
Luego Martín Vizcarra fue removido del cargo dos años después. Lo sucedió el que era el presidente del Congreso, Manuel Merino, quien fue presidente por cinco días para darle el paso a Francisco Sagasti, en medio de acusaciones de usurpación del poder. Sagasti terminó el periodo presidencial en 2020 y llegó Pedro Castillo, destituido por un intento de autogolpe de Estado, y fue reemplazado por Boluarte.
La gestión de Boluarte fue caótica desde el inicio. Al subir al cargo, vivió duras protestas de parte de los seguidores de Pedro Castillo que paralizaron el país y que terminaron con casi 50 fallecidos y múltiples denuncias de abuso de poder. Desde entonces, su periodo en la presidencia quedó marcado por las constantes denuncias en su contra y su bajísima popularidad. Según la firma Ipsos, llegó incluso a tener solo el 3 por ciento de aprobación.
En cuanto a los casos de corrupción, el más llamativo es el Rolexgate, en el que se acusa a la exmandataria de recibir bienes de lujo (relojes marca Rolex, una pulsera con brillantes, aretes, etcétera) del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, que no habría declarado. También se investiga una presunta red criminal vinculada a su hermano, que estaría implicado en designaciones irregulares cobrando pagos a cambio y corrupción en la compra de alimentos para población de bajos recursos.

Pero a pesar de ello, lo que le terminó costando el puesto a Boluarte no son los casos de corrupción en su contra ni su escasa e insólita baja popularidad ni las constantes protestas que se viven contra su Gobierno. Lo que desata esta situación, frente a la llamada ‘vacancia por permanente incapacidad moral’ fue la última crisis de seguridad que azota al país inca por cuenta del crimen organizado.
“El principal motivo está relacionado con el incremento de la inseguridad, la inacción que se apunta desde diversos gremios, sectores económicos, por parte del Gobierno y una mirada ciega sobre lo que estaba pasando allí, con aumentos gigantescos en las extorsiones y el incremento de la minería ilegal.
La criminalidad en el Perú se ha disparado a niveles muy altos y su falta de control le está haciendo mucho daño al Perú. El hecho que terminó rebasando el vaso fue el tiroteo en el concierto del grupo Aguamarina, uno de los más populares del país, y que estaba siendo extorsionado por delincuentes sin identificar”, dice a SEMANA Ricardo Guerra, periodista del diario Gestión de Perú.

Ahora, el nuevo presidente es José Jerí, quien fungía como presidente del Congreso de la República. Este hombre de 38 años, perteneciente al Partido Somos Perú, tradicionalmente de derecha, busca terminar el periodo presidencial que empieza el próximo año con las elecciones fijadas para abril de 2026. La figura del nuevo mandatario peruano no ha pasado desapercibida y ya tiene grandes críticos.
En 2022 fue grabado en un bar en plena tercera ola de la pandemia, fue denunciado y luego declarado inocente por presunta violación sexual a comienzos de año, también fue señalado de enriquecimiento ilícito y recibir millonarias coimas.