Ciencia
Científicos aseguran estar cada vez más cerca de la vacuna contra todas las variantes del coronavirus
Según un reciente estudio, las vacunas de células T podrían promover la inmunidad a largo plazo para controlar de manera más efectiva el covid-19.
En el marco de la ‘guerra’ que libran la ciencia y el covid-19, virus que se inició hace 3 años y dejó millones de muertes alrededor del mundo, continúa la incógnita sobre las nuevas variantes del coronavirus y el refuerzo que tendrían que aplicarse las personas, independientemente del número de vacunas que ya hubiesen recibido.
Incluso, en su momento la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) puso sobre la mesa la posibilidad de que se estandarice el calendario de vacunaciones, estableciendo que, así como en el caso de las vacunas contra la gripa, se pueda establecer la aplicación de una dosis anual de la vacuna contra el covid-19.
Todo esto sería revisado en caso de que se pudiera lograr una vacuna “madre” que ayude a combatir todas las variantes del coronavirus en una sola dosis, un proyecto científico en el que participan expertos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y la Rama Médica de la Universidad de Texas, en Estados Unidos.
Según un artículo publicado en la plataforma Frontiers in Immunology, “la efectividad clínica de estas vacunas es transitoria ya que las variantes virales escapan a la neutralización de los anticuerpos”, por lo cual se han dedicado a crear una vacuna “basada en epítopos peptídicos cortos altamente conservados que activan la respuestas de células T que atenúan la morbilidad”.
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El estudio consistió en aplicar a ratones células T que, por sí solas, pueden atenuar eficazmente la patogenia de la infección por SARS-CoV-2.
Sin embargo, concluyeron que si bien se avanzó en las investigaciones, se necesitan más estudios para las vacunas de células T pan-variantes, incluso para las personas que no pueden producir anticuerpos neutralizantes o para ayudar a mitigar el covid-19 prolongado.
Como es bien sabido, en comparación con la variante original de Wuhan, están surgiendo nuevas variantes virales que son más contagiosas. Por lo tanto, los diseñadores de vacunas están buscando una corriente de nuevas vacunas variantes de Spike, dice el estudio.
Según la publicación “las vacunas multivalentes Spike y las vacunas de refuerzo bivalentes brindan protección contra múltiples variantes preocupantes conocidas, pero no protegen necesariamente contra futuras variantes desconocidas”.
Los investigadores aseguraron que esta vacuna llamada Mit-T-COVID, logra un objetivo de cobertura al codificar múltiples epítopos para cada diplotipo; y “la predicación de la estabilidad del epítopo se puede lograr mediante el análisis histórico de miles de variantes virales”, dice el estudio.
Según los científicos, se espera que esta vacuna de células T proporcione profilaxis, al menos hasta cierto punto, como la que hemos descrito contra futuras variantes y cepas del SARS-CoV que conservan los epítopos de la vacuna.
“Nuestros resultados sugieren que si uno de los objetivos de una vacuna es la protección contra nuevas cepas virales, puede ser apropiado desarrollar vacunas que permitan la infección sintomática pero protejan contra enfermedades graves”, dijeron los investigadores.
Anticuerpos de primera vacuna anticovid limitan eficacia de las dosis de refuerzo, según un estudio
La primera vacuna contra el covid-19 induce potentes anticuerpos que protegen contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, un estudio de Northwestern Medicine (Estados Unidos) evidenció que los anticuerpos generados por esa vacunación o infección previa pueden ‘perjudicar’ a las vacunas de refuerzo.
Esto se debe a que estos anticuerpos ‘absorben’ rápidamente la dosis de refuerzo, antes de que tenga la oportunidad de estimular las células del sistema inmunitario, según sus hallazgos, publicados en la revista científica Cell Reports.
“Esos mismos anticuerpos que protegen contra el virus también eliminan la vacuna muy rápidamente. Piensan que la vacuna es el virus”, explicó Pablo Peñaloza-MacMaster, autor principal del estudio, que se ha realizado tanto en humanos como ratones.
El investigador aclara, en cualquier caso, que tener anticuerpos y recibir una dosis refuerzo “es algo bueno, por lo que cualquiera que deba recibir su vacuna de refuerzo debería hacerlo. No queremos que la gente piense lo contrario. El estudio solo señala posibles estrategias mediante las cuales las vacunas de nueva generación podrían ajustarse para mejorar su eficacia, por ejemplo, desarrollando vacunas que eviten los anticuerpos preexistentes”, puntualiza Peñaloza-MacMaster.
En una cohorte de 85 personas que habían sido vacunadas con las vacunas Moderna o Pfizer-BioNTech, los científicos descubrieron que unos niveles de anticuerpos más bajos antes de una dosis de refuerzo se asociaban a un aumento de los niveles de anticuerpos más elevado después del refuerzo.