Científicos quedaron preocupados por impactante objeto que encontraron en el fondo del océano

El fondo del océano esconde varios misterios que despiertan la curiosidad de los científicos, que no desaprovechan oportunidad para sumergirse y seguir descubriendo nuevos hallazgos que, incluso, pueden marcar la historia de la humanidad.

Para nadie es un misterio que a lo largo de los años, los humanos no han cuidado el planeta Tierra de la mejor manera, una muestra de ello es el gran nivel de contaminación que hay en distintas partes del mundo, incluso en el agua. Por increíble que parezca, unos científicos se llevaron una gran sorpresa después de sumergirse en el Challenger Deep de la fosa de las Islas Marianas.

En el año 2022, los investigadores realizaron esta expedición en el fondo de este océano y allí encontraron una botella de cerveza con la etiqueta totalmente intacta, lo que generó sorpresa y preocupación, ya que refleja el impacto que han tenido las actividades humanas en el agua. El objeto estaba a más de 10.900 millas de profundidad.

En su momento, la noticia fue compartida por la oceanógrafa Dawn Wright, que a través de sus redes sociales expresó su asombro y preocupación por el increíble hallazgo.

“¿Qué vimos cuando tocamos fondo por primera vez, a más de 10.900 millas de profundidad con #ChallengerDeep? ¡Una botella de cerveza! Más evidencia de que debemos, como humanidad, hacerlo mejor por el océano y por la salud de los hábitats que nosotros mismos compartimos y de los que en última instancia dependemos”, escribió.

En diálogo con el diario Angeles Times, la doctora precisó que en un principio el objetivo de la investigación era explorar un área que nunca había sido visitada, pero quedaron asombrados por este descubrimiento. “La botella había viajado más de 6,7 millas hasta las profundidades más oscuras del Pacífico, con la etiqueta aún intacta”, manifestó.

“Esta basura desechada había logrado llegar a una parte inmaculada de nuestro mundo antes que nosotros, un símbolo de cuán profundo e irrevocablemente los humanos están afectando el mundo natural”, agregó.

De esta forma, quedó en evidencia el impacto que tienen los humanos en todo el planeta Tierra y la importancia de tomar consciencia ante este tipo de acciones que poco a poco van contaminando.

Científicos hacen un inesperado descubrimiento en la ‘estrella de la muerte’ de Saturno

Escondido debajo de la superficie repleta de cráteres de Mimas, una de las lunas más pequeñas de Saturno, se encuentra un océano global de agua líquida.

Este sorprendente descubrimiento, dirigido por el Dr. Valéry Lainey del Observatorio de París-PSL y publicado en la revista Nature, revela un océano “joven” formado hace apenas entre 5 y 15 millones de años, lo que convierte a Mimas –la luna que recuerda a la ‘Estrella de la muerte’ de la saga ‘Star-Wars’– en un objetivo primordial para estudiar los orígenes de la vida en nuestro sistema solar.

“Mimas es una luna pequeña, de solo unos 400 kilómetros de diámetro, y su superficie llena de cráteres no dejaba entrever el océano oculto debajo”, dice el Dr. Nick Cooper, coautor del estudio e investigador honorario de la Unidad de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Químicas de la Universidad Queen Mary de Londres.

“Este descubrimiento añade a Mimas a un exclusivo club de lunas con océanos internos, incluidas Encélado y Europa, pero con una diferencia única: su océano es notablemente joven, se estima que solo tiene entre 5 y 15 millones de años.”

Esta temprana edad, determinada mediante un análisis detallado de las interacciones de marea de Mimas con Saturno, sugiere que el océano se formó recientemente, basándose en el descubrimiento de una irregularidad inesperada en su órbita. Como resultado, Mimas proporciona una ventana única a las primeras etapas de la formación de los océanos y al potencial para que surja vida.

El descubrimiento del joven océano de Mimas tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión del potencial de vida más allá de la Tierra. Sugiere que incluso las lunas pequeñas y aparentemente inactivas pueden albergar océanos ocultos capaces de sustentar condiciones esenciales para la vida, según los autores.