Muerte de Benedicto XVI
Confirman que cuerpo de Benedicto XVI descansará en la misma tumba que ocupó Juan Pablo II
El féretro de Juan Pablo II no ocupa su destino inicial desde 2011 cuando fue retirado en medio del proceso de beatificación.
En medio de los preparativos para la ceremonia liturgia que dará el último adiós al papa emérito Benedicto XVI el próximo jueves, 5 de enero en El Vaticano, el director de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni también confirmó cuál será la última morada que ocuparán los despojos mortales del fallecido pontífice de 95 años.
En ese sentido, y respondiendo a un conocido deseo que el otrora cardenal Joseph Ratzinger le había manifestado a su biógrafo personal, la Santa Sede confirmó que el cuerpo de Benedicto XVI reposará en la misma tumba en la que originalmente había sido dispuesto el cadáver de Juan Pablo II en 2005, y de la que posteriormente fue retirado en medio de su proceso de beatificación y posterior canonización.
Es decir, la tumba se encontraba vacía desde 2011, cuando el cuerpo del llamado ‘papa peregrino’; san Juan Pablo II, fue trasladado a la nave principal de la Basílica de San Pedro, y posteriormente ubicados bajo el altar de la capilla de San Sebastián en ese mismo recinto; lugar que está abierto a la visita al público.
Sobre los funerales de Benedicto XVI, quien actualmente se encuentra expuesto en cámara ardiente en la Basílica de San Pedro del Vaticano, espacio abierto al público los días lunes, martes y miércoles, también se confirmó que la misa en su honor se llevará a cabo el próximo jueves, 5 de enero, en un acto histórico presidido por el papa Francisco.
La ceremonia oficiada por Francisco I se considera histórica, en tanto no existen registros previos de que un papa en funciones, oficiara la ceremonia fúnebre de su antecesor; situación que también está derivada de que Benedicto XVI fue el único papa en los últimos seis siglos que decidió renunciar a su pontificado.
No obstante, en el registro, también está que fue el entonces cardenal Joseph Ratzinger, posteriormente electo por el cónclave como papa Benedicto XVI, quien ofició la ceremonia fúnebre de Juan Pablo II.
Sobre el funeral de Benedicto, también se hizo explícito que no existen invitaciones formales a los jefes de Estado para participar de la ceremonia, en tanto el papa Benedicto había dejado ya de ser la cabeza de la Iglesia Católica, u jefe de Estado de El Vaticano, por lo que hasta el momento solo se ha confirmado la presencia de las delegaciones de Alemania e Italia, mientras que las demás personas que deseen acercarse, deberán hacerlo por su cuenta.
Datos pendientes
Previo a la ceremonia litúrgica que dará el último adiós al papa emérito, y debido a las particularidades propias del caso, por haber sido un pontífice que renunció a su cargo en 2013, aún existen algunos factores por definir, pues no se trataría entonces de un funeral de un papa.
Así, por ejemplo, no está claro si la Iglesia Católica decretará o no las llamadas novendiales, referidas a un periodo de luto de 9 días que generalmente se declara tras la muerte de los papas.
En ese mismo sentido, tampoco se ha definido si Benedicto XVI será objeto del mismo protocolo de algunos de sus antecesores en materia de la caja mortuoria.
Este ítem se refiere a que tradicionalmente los papas son sepultados en un complejo de tres ataúdes que, sumados, pueden llegar a pesar hasta 500 kilos, y que corresponden a estructuras en madera, plomo y el tercero de roble u olmo, correspondientemente.
Las diferencias ya evidentes en el funeral de Benedicto XVI
Tras conocerse el pasado domingo las primeras imágenes de los despojos mortales de Benedicto XVI, y su disposición, quedaron en evidencia las primeras diferencias que tendrá su funeral con el tradicional que reciben los papas.
Así, uno de los primeros aspectos que llamó la atención, fue el color de los zapatos con los que fue dispuesto Benedicto XVI, pues a diferencia de la tradición, este no lució calzado color rojo o burdeos que de acuerdo con la tradición eclesiástica representa la sangre siguiendo los pasos de Cristo.
En ese mismo orden de ideas, pese a que este luce parte de las vestiduras ceremoniales correspondientes a la dignidad de papa, Benedicto tampoco fue revestido con el llamado palio papal, que es una cinta con cruces que se pone en los hombros, y que tiene un significado referido a la potestad de gobierno.
En ese sentido tampoco ostenta la llamada “cruz pastoral”, referida al bastón que también tiene un significado de poder.