Conflicto entre Rusia y Ucrania podría definir la presidencia de Joe Biden

El manejo de la crisis por el coronavirus en el país, ahora la invasión rusa a Ucrania y su posición frente a esto, son sin lugar a dudas eventos que definirán la favorabilidad, aprobación y contundencia en lo que le queda de gobierno a Joe Biden en cabeza de Estados Unidos.

Biden, en coordinación y cooperación con los aliados europeos, anunció en días pasados un conjunto de sanciones económicas y financieras, las más fuertes según lo que se conoce en la historia, con el fin de dejar a Rusia sin capital para sostener los gastos que conlleva este ataque a territorio ucraniano.

Asimismo, desde su diplomacia, busca que Vladimir Putin sea reconocido mundialmente como un mal líder y una amenaza, lo que tendría un costo político negativo importante para el mandatario ruso.

Sin embargo, el gobierno en cabeza de Joe Biden se mantiene al margen de las acciones militares y bélicas en Ucrania, ya que descartó la participación y el envío de tropas estadounidenses para defender la soberanía del territorio ucraniano, teniendo en cuenta que esto podría desatar una tercera guerra mundial y desde él y su país no están dispuestos a arriesgar la paz del planeta.

Tras esto, Biden aseguró que solo haría un despliegue militar en caso de proteger a los miembros de la Otan, en el caso hipotético de que Rusia no se detenga y avance en sus acciones bélicas y militares para invadir naciones de la antigua Unión Soviética.

“Estados Unidos defenderá cada centímetro del territorio de la Otan con todo el poder de nuestro país. No puede quedar la menor duda de que cumpliremos con nuestro compromiso del artículo 5, según el cual un ataque contra uno es un ataque contra todos”, afirmó el mandatario solo horas después de que comenzaran a caer los misiles sobre Ucrania.

En este sentido, estas posturas reflejan las posturas políticas y diplomáticas que existen desde su país, teniendo en cuenta la prudencia y el cálculo que tendría su intervención en el conflicto entre Ucrania y Rusia.

Cabe recordar que históricamente las decisiones y posturas sobre conflictos externos hacen fortalecer o no a un mandatario en Estados Unidos. Por ejemplo, así sucedió con George W. Bush, quien llegó al mandato en el año 2000 con una polémica decisión.

Sin embargo, tras los atentados terroristas contra Nueva York y Washington en septiembre de 2001 Bush ejecutó una guerra contra Irak en 2003, lo que lo catapultó a su reelección en 2004.

Teniendo en cuenta lo anterior, Biden podría aprovechar y beneficiarse con esta crisis entre estos países de la antigua URSS, sabiendo que el rival directo es un enemigo que ya confrontó en la Guerra Fría.

“Una decisión correcta”

Los congresistas de Estados Unidos denunciaron unánimemente las acciones de Moscú, pidieron una reacción muy firme de Joe Biden y apoyaron la acción del presidente, al menos en algunos puntos.

El senador republicano Lindsey Graham abogó por incautar los “apartamentos suntuosos, las obras de arte, los yates” del presidente ruso “y sus acólitos”.

El expresidente George W. Bush también instó al “pueblo y al Gobierno estadounidense a solidarizarse con Ucrania”.

Incluso el senador de Texas, Ted Cruz, que no suele escatimar en ataques contra el líder demócrata, dijo el miércoles que Biden había tomado la “decisión correcta” sancionando el gasoducto Nord Stream 2, que iba a abastecer de gas ruso a Alemania y que todavía no está en funcionamiento.

Varios de estos congresistas se unirán, probablemente, a los demócratas para tomar medidas contra Moscú cuando el Congreso reanude las sesiones a principios de la próxima semana.

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