MUNDO
COP29: “El fracaso no es una opción”, dice el secretario general de la ONU ante escasos resultados de la cumbre del clima
Las negociaciones internacionales para menguar los efectos del cambio climático están naufragando.
El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó este jueves a los negociadores de la COP29 del riesgo de un fracaso y exigió un “impulso importante” para sellar un acuerdo en Bakú. “Seamos francos. Todavía quedan muchas diferencias sustanciales”, dijo Guterres a la prensa, al regresar a las negociaciones de la COP29. “Necesitamos un impulso importante para llevar los debates a la línea de meta”, señaló, advirtiendo que “el fracaso no es una opción”.
A un día de que termine la COP29 en Bakú, los negociadores presentaron este jueves un borrador de acuerdo que evidencia lo alejadas que están las posiciones sobre la financiación climática entre los países ricos y los países en desarrollo. La conferencia termina oficialmente el viernes, por lo que el tiempo apremia para encontrar el modo de financiar el billón de dólares anuales de ayuda climática que, según expertos comisionados por la ONU, necesitarían los países en desarrollo para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
El borrador, muy criticado, presenta dos opciones: una prevé que el dinero necesario para que los países en desarrollo hagan frente a las consecuencias del cambio climático provenga exclusivamente de las naciones desarrolladas, y la otra propone “aumentar” las finanzas mundiales contra el calentamiento global a partir de “todas las fuentes de financiación” procedentes de todos los países.
“No voy a endulzarlo”, reaccionó el comisario de la UE para el clima, Wopke Hoekstra, en rueda de prensa. “Es claramente inaceptable tal y como está ahora”. En la misma línea, España señaló que “no se ha conseguido el equilibrio en términos de ambición” deseado, indicó Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, denunciando que la parte sobre financiación “recoge únicamente posiciones extremas de los países”.
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El borrador menciona que las cantidades aportadas deberán ser del orden de “billones” de dólares, pero no precisa ninguna cifra, limitándose a recoger que las contribuciones serán de “[X]” billones. Por su parte, los países en desarrollo exigieron a los países ricos “al menos” 500.000 millones de dólares anuales para 2030.
“No debemos irnos de Bakú sin una cifra clara”, declaró el ugandés Adonia Ayebare, representante del grupo de países del sur G77+China. “Todavía tenemos un largo camino por recorrer. Este es el momento en el que se necesitan poner todas las cartas sobre la mesa”, apremió este jueves el coordinador azerbaiyano de las negociaciones, Yalchin Rafiyev.
Un “insulto”
Jasper Inventor, jefe de la delegación de Greenpeace Internacional en Bakú, consideró que es un “insulto” que los países ricos no hayan aportado ninguna cifra sobre su aportación. La víspera, la ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhamad, ya calificó de “preocupante” que “en este momento nadie pone una cifra sobre la mesa”.
“Esta falta de especificidad socava la confianza”, consideró Óscar Soria, activista ambiental argentino y director de Common Initiative. “La incapacidad para acordar una cifra concreta refleja una discrepancia en la urgencia y el compromiso entre las partes”, agregó. “El tiempo de las jugarretas políticas ha terminado”, advirtió el jueves el samoano Cedric Schuster, representante de la alianza Aosis, que agrupa a varios Estados insulares del océano Pacífico y del Caribe.
La primera alternativa del borrador establece que las arcas públicas de los países ricos (principalmente europeos, Estados Unidos y Japón) y fondos privados aporten al menos 1 billón de dólares anuales a países en desarrollo, en el marco del “Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado”, o NCQG por sus siglas en inglés.
Esa cantidad se corresponde con la estimación que hicieron expertos comisionados por la ONU para que los países en desarrollo puedan, por ejemplo, construir centrales solares, invertir en irrigación o proteger ciudades contra las inundaciones. Es una suma diez veces superior a los 100.000 millones de dólares que los países ricos se habían comprometido a aportar para el periodo 2020-2025, en parte en forma de donaciones.
¿Tercera opción?
La segunda opción, que responde a las exigencias de los países ricos, prevé un “aumento de las finanzas mundiales para la acción climática”, de al menos 1 billón de dólares al año “para 2035″. El dinero procedería de “todas las fuentes de financiación”, esto es, dinero público de todos los países, fondos privados y nuevas tasas mundiales.
“El texto caricaturiza las posiciones de los países desarrollados y en desarrollo”, apuntó Joe Thwaites, de la oenegé NRDC. “La presidencia [azerbaiyana] debe proponer una tercera opción de conciliación”. Esta tercera opción fue puesta sobre la mesa por el australiano Chris Bowen y la egipcia Yasmine Fouad, los dos ministros que desde el lunes han llevado a cabo consultas para intentar lograr un consenso entre las partes, pero de momento no fue presentada a los países, según dos fuentes cercanas a la negociación.
*Con información de AFP