Cristina Fernández de Kirchner fue arrestada y ya cumple su condena por hechos de corrupción

La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó este martes a cumplir la pena de seis años de prisión por cargos de corrupción, por la que fue condenada la semana pasada por la Corte Suprema de Justicia del país gaucho y que generó una fuerte tensión política en el país, los cuales desembocaron en fuertes manifestaciones contra la decisión penal.

A pesar de la petición inicial de la justicia de que la exmandataria cumpliera su pena en una prisión corriente, el juez asignado al caso le confirmó a Fernández de Kirchner que tendrá la posibilidad de cumplir su pena en la modalidad de casa por cárcel, por lo que podrá estar en su apartamento del barrio de Constitución, en Buenos Aires, pero tendrá que usar un brazalete en el tobillo que controlará que no salga de su vivienda.

El tribunal dispuso la detención de Cristina Fernández de Kirchner, de 72 años, “a partir del día de la fecha y bajo la modalidad de prisión domiciliaria” en su apartamento en Buenos Aires, y ordenó además la colocación de “un dispositivo de vigilancia electrónico”, según consta en el fallo judicial contra la exmandataria peronista.

Condenada por administración fraudulenta en contratos de obra pública en la provincia de Santa Cruz, la dos veces presidenta (2007-2015) y exvicepresidenta (2019-2023) enfrenta ahora los seis años de condena que anularon de tajo su candidatura a ser diputada por Buenos Aires, con la que además se especula que buscaba fuero para evitar ser condenada.

Figura clave de la oposición al gobierno libertario de Javier Milei y referente de la izquierda argentina, Kirchner cuestionó la imparcialidad del Poder Judicial y calificó a los jueces del alto tribunal como “monigotes” del poder económico, además, dijo que el fallo en su contra se dio en condiciones irregulares y sin pruebas para condenarla, a pesar de que el caso se adelantaba desde hace 17 años.

El fallo también le exige permanecer en su vivienda del barrio Constitución de Buenos Aires y “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”, según dice la decisión que se hizo pública este martes.

Desde hace una semana, en las afueras de su casa se mantiene la presencia constante de simpatizantes, a pesar de las bajas temperaturas del invierno austral, y las paredes del edificio han sido cubiertas con cartas y mensajes de apoyo. Se espera que el día de mañana sean convocadas manifestaciones por sectores cercanos a la expresidenta para manifestarle su apoyo.

Con información de AFP.