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¿Cuáles son las ‘ciudades santuario’ para migrantes en EE. UU. y qué pasará con ellas tras las políticas de Trump?
Varios territorios se han caracterizado por sus ayudas a los inmigrantes ilegales y a su negativa a deportarlos.
Con las estrictas políticas migratorias de Donald Trump en los Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados de todo el mundo buscan soluciones para no ser devueltos a sus países, como ha ocurrido esta semana a cientos de colombianos que fueron expulsados de tierras norteamericanas. Como medida, algunos buscan refugio en las denominadas ‘ciudades santuario’.
Las ‘ciudades santuario’ en Estados Unidos son territorios que han adoptado políticas para limitar su cooperación con las autoridades federales de inmigración, con el objetivo de proteger a los migrantes indocumentados de la deportación y fomentar la confianza entre las minorías y agencias locales. Estas políticas varían según la ciudad o el estado, pero generalmente incluyen la negativa a utilizar recursos locales para hacer cumplir las leyes federales de inmigración, a menos que se trate de delitos graves.
Algunas de las ciudades santuario más destacadas en Estados Unidos incluyen a estados como Washington, California, Oregón y Nueva Jersey. Mientras que en ciudades, la lista está determinada por los siguientes territorios y las políticas que han planteado.
Nueva York, Nueva York: Ha implementado políticas que limitan la cooperación entre la policía local y las autoridades federales de inmigración.
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Los Ángeles, California: Conocida por sus políticas de protección a inmigrantes, ha sido un bastión de las ciudades santuario.
Chicago, Illinois: Ha adoptado medidas para proteger a los inmigrantes indocumentados y limitar la colaboración con ICE.
San Francisco, California: Una de las primeras ciudades en declararse santuario, mantiene políticas firmes en apoyo a los inmigrantes.
Seattle, Washington: Ha implementado políticas para proteger a los inmigrantes y limitar la cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Además de estas ciudades, varios estados han adoptado políticas de santuario a nivel estatal, incluyendo California, Colorado, Connecticut, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Vermont y Washington.
¿Qué les pasará con Trump?
Con el regreso de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025, las ciudades santuario enfrentan desafíos significativos. La administración Trump ha dejado claro su objetivo de intensificar las políticas de inmigración y ha señalado a las ciudades santuario como un obstáculo para la aplicación de estas políticas. Una de las primeras acciones en este sentido fue una carta enviada el 23 de diciembre de 2024 por la organización America First Legal a 249 jurisdicciones que limitan su cooperación en materia migratoria, advirtiendo sobre posibles consecuencias judiciales y económicas.
Además, la administración Trump ha anunciado planes para recortar fondos federales a las ciudades que no cooperen con las autoridades de inmigración. Esta medida podría tener un impacto significativo en los presupuestos de estas ciudades, afectando potencialmente la prestación de servicios públicos y la seguridad comunitaria.
Las comunidades locales han reaccionado de diversas maneras ante estas políticas. En Nueva York, por ejemplo, algunas comunidades minoritarias han expresado su apoyo a las recientes redadas de las autoridades que apuntan a criminales violentos, enfatizando la importancia de remover individuos peligrosos de las calles para la seguridad de la comunidad. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre el impacto de estas redadas en inmigrantes que contribuyen positivamente a la sociedad.
Las ciudades santuario se enfrentan a decisiones difíciles en este nuevo contexto. Según se especula, algunas ciudades pueden optar por modificar sus políticas para evitar conflictos con el gobierno de Donald Trump, mientras que otras pueden decidir mantener sus políticas de santuario y buscar apoyo a través de litigios y alianzas con otros territorios.
Además, según aseguran, muchas de estas jurisdicciones cooperan con las autoridades federales en casos que involucren delitos graves. De acuerdo a lo que se asegura desde los gobiernos de dichos territorios, lo principal de las políticas de santuario es fomentar la confianza entre las comunidades inmigrantes y las autoridades locales, asegurando que los inmigrantes no teman reportar delitos o cooperar con la policía debido al riesgo de deportación.
El futuro de las ciudades santuario en Estados Unidos dependerá en gran medida de las acciones del gobierno Trump y de la resistencia y adaptabilidad de las jurisdicciones locales. La tensión entre las políticas federales y locales en materia de inmigración probablemente irá en aumento, y dichos territorios intentarán seguir protegiendo sus propias legislaciones.