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Daniel Ortega cierra otras tres universidades en Nicaragua e intensifica su guerra contra la educación
Las universidades fueron uno de los focos de protestas en 2018, cuando miles de personas se manifestaron contra el Gobierno de Ortega.
El régimen de Nicaragua canceló este lunes 24 de abril la personalidad jurídica de otras tres universidades registradas como asociaciones, por presuntas irregularidades administrativas, y que se suman así a las cinco disueltas desde que comenzó el año.
Las afectadas esta vez son la Fundación Prouniversidad Metropolitana (Unimet), la Asociación Universidad del Norte de Nicaragua (UNN) y la Asociación Universidad Adventista de Nicaragua (Unadenic), informó el diario La Prensa.
Según el comunicado publicado en La Gaceta, diario oficial del Gobierno, entre otras razones, el Ejecutivo liderado por Daniel Ortega defendió que las asociaciones “no cuentan con la metodología curricular” ni la “infraestructura necesaria” o que la universidad está “falseando información”, entre otras.
El Gobierno, utilizando la misma medida, ya retiró la personalidad jurídica a otras dos universidades el pasado 14 de marzo: la Universidad Panamericana de Nicaragua (UPAN) y la Universidad del Pacífico (UNIP), también registradas como asociaciones.
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Las universidades fueron uno de los focos de protestas en 2018, cuando miles de personas se manifestaron contra el Gobierno de Ortega en unas movilizaciones sin precedentes, por lo que en círculos opositores se entiende como otra medida represiva de las autoridades, que se suma a los cierres de partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.
Nicaragua y Rusia
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reunió la semana pasada en Nicaragua con Daniel Ortega, en un encuentro que se enmarca en la visita del ruso a varios países latinoamericanos esta semana.
Tras aterrizar en Nicaragua, Lavrov se reunió con su homólogo en el país, el ministro Denis Moncada, a quien calificó de “compañero y amigo” e invitó a visitar Rusia, como ya ha hecho con los ministros de Brasil y Venezuela durante su visita a estos países en los días previos.
“Deseo la paz, la prosperidad, el bienestar y la estabilidad para todos nuestros amigos nicaragüenses, y estoy convencido de que el desarrollo de nuestras relaciones bilaterales ayudarán a conseguirlo”, afirmó el ruso durante una rueda de prensa posterior al encuentro con Moncada, según recoge la agencia Tass.
Durante esta rueda de prensa también informaron del hermanamiento entre la ciudad nicaragüense de Granada y la rusa Yalta, como símbolo de estas relaciones reforzadas, recordando que Rusia planea organizar una conferencia interparlamentaria entre Latinoamérica y Rusia, a la que Nicaragua ha confirmado su asistencia y participación.
Más tarde, Lavrov sostuvo una reunión con el mandatario nicaragüense, este último aprovechó para criticar las sanciones estadounidenses sobre su país: “Ya tenemos centenares de compañeros funcionarios sancionados, pero ya eso no provoca ningún temor ni ninguna preocupación a los compañeros sancionados”.
En respuesta, en declaraciones recogidas por el diario nicaragüense La Prensa, Lavrov afirmó que “Rusia piensa que eso (las sanciones) es un reconocimiento de los avances en la protección de los intereses del pueblo”.
La próxima parada de Lavrov en su gira latinoamericana era Cuba, a donde viajó en la noche del miércoles al jueves y desde donde volvió el pasado viernes a Rusia.
“Una atrocidad”
Luis Ojeda no olvida la “atrocidad” vista durante las protestas de 2018 contra el gobierno de Daniel Ortega, que dejaron cientos de muertes. Como él, decenas de nicaragüenses exiliados se reunieron en San José la semana pasada para honrar a los fallecidos cinco años después.
Centenares de opositores fueron detenidos en Nicaragua en el contexto de la represión que siguió a las protestas de 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en comicios cuestionados. Las protestas fueron violentamente reprimidas con un saldo de más de 350 muertos, según la ONU.
“Esto para nosotros es algo que reivindica nuestra lucha (...), que nos hace tener memoria de aquello que sucedió en el 2018, de aquello que ha sido una atrocidad para todos los nicaragüenses”, afirmó a la AFP Ojeda, de 28 años, exiliado desde hace cinco años en Costa Rica.
*Con información de AFP y Europa Press.