David Knezevich es hallado muerto en su celda, según autoridades. Era el principal sospechoso de la desaparición de Ana María Henao

David Knezevich, el hombre serbioestadounidense acusado de matar a su exesposa, la colombiana Ana María Henao, en España a principios del año pasado, al parecer se quitó la vida este lunes, 28 de abril, por la mañana mientras estaba detenido en el Centro de Detención Federal de Miami, según su abogado defensor.

Knezevich, de 37 años, quien estaba esperando juicio en un tribunal federal de Miami por cargos de secuestro y asesinato de la mujer en Madrid, fue encontrado muerto en un aparente suicidio en su celda, mientras que las autoridades no han dado detalles hasta el momento.

Su abogada defensora, Jayne Weintraub, declaró que se enteró de la muerte de su cliente por los fiscales federales y que mantuvo una videollamada con ellos y con la jueza federal de distrito Kathleen Williams para hablar del asunto más tarde ese mismo día. El FBI está investigando su muerte.

 “Es terrible”, dijo Weintraub, añadiendo que ella y otro abogado defensor se habían reunido con Knezevich en el centro de detención el domingo, tras una audiencia judicial el viernes.

“Como siempre, fue muy agradecido y amable”, aseguró la defensora en declaraciones a la prensa local.

Mientras tanto, funcionarios de la Oficina Federal de Prisiones del Departamento de Justicia de Estados Unidos indicaron que Knezevich fue encontrado inconsciente en el Centro de Detención Federal en Miami alrededor de las 8:15 am del lunes. Se le dieron medidas para salvarle la vida, pero los trabajadores de los servicios médicos de emergencia lo declararon muerto, aseguraron las autoridades.

“Se notificó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y al Servicio de Alguaciles de Estados Unidos. Ningún empleado ni otras personas encarceladas resultaron heridas y en ningún momento el público estuvo en peligro”, revelaron las autoridades en un comunicado de prensa.

Por su parte, la familia de Ana María Henao también publicó un comunicado a través de su abogado el lunes.

“El suicidio del asesino de Ana cierra un capítulo doloroso en nuestras vidas, antes lleno del temor de que no enfrentara la justicia. Ahora, quizá nunca sepamos dónde puso el cuerpo de Ana. Es un cruel insulto final que nunca podamos recuperar los restos de Ana ni conocer la magnitud de la traición que sufrió”, dice la primera parte del comunicado lamentando la noticia.

A pesar de esto, la familia asegura que seguirá buscando los restos de la colombiana desaparecida hace más de un año.

“Aun así, seguimos comprometidos con la búsqueda de la verdad y la justicia para Ana a través de nuestro abogado, el Sr. Ingber, y con la preservación de su memoria, honrando su vida con dignidad, fuerza y ​​amor. Agradecemos a las autoridades que continúen investigando y buscando el cuerpo de Ana", cierra el comunicado.

Knezevich, de 37 años, fue arrestado en mayo de 2024 tras llegar al Aeropuerto Internacional de Miami en un vuelo procedente de Serbia. Había permanecido en prisión sin fianza a la espera de juicio. Ana María Henao, que había vivido en Fort Lauderdale, en Florida, fue vista por última vez en Madrid el año pasado, después de dirigirse a España en medio de un divorcio contencioso de su exmarido.

Henao había viajado a Madrid para alejarse de Knezevich, en medio de su divorcio, en el cual había una pugna por la millonaria separación de bienes que habían acumulado en sus negocios, la cual ascendía a más de 13 millones de dólares. Pero el hombre no quería una repartición equitativa.

Según una acusación formal presentada en noviembre por las autoridades, Knezevich viajó de Miami a Madrid “con la intención de matar, herir, acosar e intimidar a su esposa y pareja íntima” y cometió un delito contra ella que resultó en su muerte.

Los documentos judiciales muestran que las autoridades creen que Knezevich se parece al hombre que llevaba un casco de motocicleta y pintó con aerosol la lente de la cámara de seguridad afuera de su apartamento en Madrid el 2 de febrero de 2024. El hombre se fue una hora después con una maleta.

La mañana después de la desaparición de su esposa, la fiscalía afirma que Knezevich envió un mensaje de texto a una mujer colombiana que conoció en una aplicación de citas para que tradujera dos mensajes en inglés a un español colombiano perfecto.

 Después de que la mujer se los devolviera a Knezevich, dos amigos de Ana recibieron esos mismos mensajes en su celular. Los mensajes decían que Ana se iba a vivir con un hombre que acababa de conocer en la calle, algo que, según los amigos, ella jamás habría hecho.