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Diario francés destapa la supuesta infiltración de Hezbolá en Bogotá, estarían usando una mezquita como fachada
Un informe del medio francés ‘Le Point’ reveló información sobre la Casa Islámica Ahlul Beyt, una mezquita ubicada en Bogotá.
El medio francés Le Point publicó un artículo titulado ‘En Bogotá, esta extraña mezquita de la que las autoridades desconfían’, el cual sugiere que este lugar de culto podría estar sirviendo como fachada para la expansión de la influencia iraní en América Latina, e incluso como un centro de reclutamiento para Hezbolá en Colombia.
Las alarmas se encendieron cuando se descubrió que la dirección de la mezquita coincide con la de una ONG llamada Mártir Qassem Soleimani, en honor al general iraní dado de baja por los Estados Unidos. Esta coincidencia, sumada a la inclusión de Hezbolá en la lista de “organizaciones terroristas” por parte de Colombia, ha llevado a las autoridades a abrir una investigación sobre las redes de financiación y movilización de Hezbolá en el país.
La figura central de esta trama es Marlon de Jesús Cantillo, el director de la mezquita. Cantillo, quien se hace llamar “Hermano Ibrahim”, es originario de Barranquilla y se convirtió al islam tras finalizar sus estudios de teología en Qom, Irán.
Le Point señala que la Universidad Internacional Al-Mustafa, donde estudió Cantillo, es uno de los principales centros de adoctrinamiento y radicalización de la revolución islámica chiita. Esta institución ha sido sancionada por Estados Unidos por su papel en el entrenamiento de milicias chiitas desplegadas por Irán en Siria.
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Un informe de la Fiscalía de Colombia de 2022 también señala a Cantillo como un “apologista” de los regímenes iraní y venezolano. Cantillo niega estas acusaciones y asegura que todo comenzó con una denuncia anónima falsa.
“En su sitio web se presenta como teólogo y activista por la paz. Fue candidato a senador durante las últimas elecciones colombianas, en la lista de izquierda, la del presidente Gustavo Petro, pero sin lograr ser elegido. Originario de Barranquilla, se convirtió al islam y abrió su mezquita tras finalizar sus estudios de teología en Qom, Irán”, dice el medio sobre el señalado.
Sin embargo, las sospechas sobre la Casa Islámica Ahlul Beyt se intensifican aún más al considerar las vastas redes de Hezbolá en América Latina. Se estima que entre 12 y 18 millones de personas de origen levantino residen en el continente, lo que proporciona a la organización un terreno fértil para la infiltración y el reclutamiento.
El narcotráfico también cumple un papel crucial en la financiación de Hezbolá. Le Point no descarta que la cocaína colombiana sea una fuente de ingresos importante para la organización. Las drogas se envían a Europa o América del Norte ocultas en cajas de frutas o incluso convertidas en carbón vegetal.
“Las redes opacas del movimiento islamista chiita dependen de una vasta diáspora levantina, estimada en entre 12 y 18 millones de personas en todo el continente latinoamericano. Poderosos clanes familiares infiltrados por el “partido de Dios” le permiten tener contactos influyentes”, cita el medio francés que revela la supuesta infiltración del grupo paramilitar proiraní en el territorio nacional.
De igual manera, destacan el alcance del negocio del narcotráfico. “Las drogas pueden estar escondidas en cajas de piñas o envíos de plátanos para su envío a Europa o América del Norte. Incluso se puede convertir en carbón vegetal, ya que los químicos locales han desarrollado una técnica para ennegrecer el polvo blanco y hacerlo indetectable al olor de los perros antidrogas”, dice el medio.
La investigación sobre la Casa Islámica Ahlul Beyt y las redes de Hezbolá en Colombia sigue en curso. Las autoridades buscan determinar si la mezquita es realmente un lugar de culto o si, por el contrario, está siendo utilizada como plataforma para la expansión de la influencia iraní y el terrorismo en la región.