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Donald Trump cumplió 100 días en la Casa Blanca: consolida su poder con mano dura, crisis global y un plan para redibujar el mapa del mundo

Donald Trump volvió al poder decidido a rehacer el país a su imagen y semejanza: deportó en masa, desmanteló instituciones, sacudió la economía global y develó ambiciones territoriales dignas de un imperio.

3 de mayo de 2025, 4:45 a. m.
El presidente Donald Trump ha consolidado su influencia global en los primeros tres meses del gobierno.
El presidente Donald Trump ha consolidado su influencia global en los primeros tres meses del gobierno. | Foto: AP

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha consolidado como el hombre más poderoso del mundo en sus primeros 100 días de su segundo gobierno en la Casa Blanca. Desde su campaña dejó claro el mensaje: “Hacer Estados Unidos grande de nuevo”. Para lograrlo ha impulsado una serie de políticas migratorias para deportar a todos los extranjeros indocumentados de su país, desató una guerra comercial sin precedentes que desestabilizó la economía mundial, ha arremetido contra los medios de comunicación y ha enfocado sus esfuerzos para reducir drásticamente los gastos federales. Y además, ha querido expandir su territorio, pues insiste en anexar a Canadá y tomar el poder de Groenlandia.

“He resuelto más problemas en el mundo sin pedir ni recibir crédito”, sentenció el republicano en una entrevista con la revista Time.

El presidente fue enfático durante su campaña en que pondría especial atención sobre la expulsión de la mayor cantidad de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos, a quienes ha calificado de “criminales”. Hace unos días, el ‘zar de la frontera’, Tom Homan, indicó que han deportado 139.000 extranjeros en los tres meses del Gobierno republicano. A mediados de marzo, invocó una antigua ley de guerra para poder deportar masivamente a un grupo de casi 300 venezolanos que, presuntamente, son miembros del Tren de Aragua. Hoy se encuentran privados de su libertad en la prisión de máxima seguridad para terroristas de El Salvador.

This handout picture released on March 16, 2025, by El Salvador's Presidency press office shows an alleged member of the Venezuelan criminal organization Tren de Aragua upon his arrival at the Terrorism Confinement Center (CECOT) in the city of Tecoluca, El Salvador. The United States has sent over 200 alleged members of a Venezuelan gang to be imprisoned in El Salvador, President Nayib Bukele said Sunday, after US counterpart Donald Trump invoked wartime authorities to expel migrants. (Photo by Handout / EL SALVADOR'S PRESIDENCY PRESS OFFICE / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / EL SALVADOR'S PRESIDENCY PRESS OFFICE" - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
Casi 300 deportados fueron encarcelados en la prisión de máxima seguridad de El Salvador, a mediados de marzo. | Foto: AFP

Incluso, esa deportación desató controversia internacional, debido a que la administración de Estados Unidos no ha detallado el debido proceso para determinar que los extranjeros sí hacen parte de la banda criminal, que Trump señaló de “terrorista”. Se le suma que funcionarios del Gobierno aseguraron que deportaron al salvadoreño Kilmar Ábrego García por un “error administrativo”, pero han dejado claro que no lo devolverán a Estados Unidos, pese a las presiones judiciales que ha recibido la presidencia.

No ha sido lo único. El presidente también ha deportado a otros extranjeros a la prisión militar en la bahía de Guantánamo, en Cuba, y a algunos centros de detención en Panamá y Costa Rica. En el país, ha mantenido su mano dura: dictaminó que los agentes de inmigración pueden realizar redadas en “zonas protegidas”, como colegios, hospitales e iglesias. Eliminó la ciudadanía por nacimiento, y ha instado a los inmigrantes a que se autodeporten, porque –como ha advertido la Casa Blanca– “te perseguiremos”. Este hecho fue ratificado por la portavoz de presidencia, Karoline Leavitt: “Te enfrentarás a la justicia. Serás deportado y nunca volverás a pisar suelo estadounidense”, declaró.

Los aranceles han sido su arma para presionar y alcanzar sus objetivos, de hecho, comparó a Estados Unidos con “una tienda enorme y hermosa, y todos quieren comprar allí. Y en nombre del pueblo estadounidense, soy el dueño de la tienda, establezco los precios y les digo: si quieren comprar aquí, esto es lo que tienen que pagar”. Hace unas semanas bombardeó con agresivos aranceles a todas las importaciones que entrarán a su país, con la finalidad de estimular la producción nacional, pero también de demostrar su poder a nivel mundial.

Socios comerciales clave de Estados Unidos, como la Unión Europea y el Reino Unido, afirmaron estar preparando sus respuestas a la escalada de Trump.
Donald Trump denominó como "día de la liberación" cuando impuso aranceles a las importaciones mundiales. | Foto: AFP

Luego de sus anuncios arancelarios, la economía mundial colapsó: las bolsas de valores registraron sus números más bajos y los inversores quedaron en vilo. Una semana después de sus decisiones económicas, redujo las tarifas al mínimo del 10 por ciento para las exportaciones mundiales, con excepción de China –país en el que recae el 145 % de impuestos–. A raíz de esto, ambas potencias mundiales escalaron las tensiones: el dragón no se dejó presionar y respondió de la misma manera contra el tío Sam.

“Con mis aranceles a China, estamos acabando con el mayor robo de empleos de la historia del mundo”, aseguró el republicano. “China nos ha quitado más empleos de los que ningún país ha quitado nunca a otro país”, dijo Trump. Sin embargo, ha manifestado que podría negociar con su rival económico, “pero va a ser un acuerdo justo”. Mientras tanto, su homólogo chino, Xi Jinping, ha dicho que está dispuesto a conversar con Trump, bajo sus condiciones.

Los primeros minutos que pasó en la Casa Blanca tras su investidura, Trump firmó una serie de órdenes judiciales destinadas, entre otras cosas, a crear el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), el cual tiene como finalidad reducir a la mitad el gasto del Gobierno. Este organismo despidió a miles de empleados públicos alrededor del país; recortó la financiación de programas autorizados por el Congreso, relacionados con la investigación científica, la calefacción para personas de bajos recursos y programas humanitarios a nivel global, entre muchos otros. Además, comenzó a desmantelar agencias, como Usaid, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor y el Departamento de Educación.

Elon Musk junto a su hijo X y Donald Trump.
Elon Musk, liderando Doge, pasó a ser el asesor más cercano del presidente Trump. | Foto: Getty Images

Así también, en sus primeros días, Trump manifestó que pretende tomar el control de Groenlandia, ignorando la negativa del Gobierno de Dinamarca. Este estratégico territorio es rico en minerales y tierras raras que le interesan al presidente. “Tenemos que hacerlo. Realmente lo necesitamos por seguridad nacional”, dijo. Y agregó: “Llegaremos hasta donde sea necesario. Necesitamos Groenlandia. Y el mundo necesita que tengamos Groenlandia, incluida Dinamarca”.

Y, no siendo suficiente con aquella expansión que pretende, también ha solicitado que Canadá se convierta en un nuevo estado de su país. A la nación vecina la ha presionado además con tarifas arancelarias para que fortalezca la frontera y regule el paso de drogas ilegales y de inmigrantes. Lo mismo ha hecho con México.

Así mismo, durante su campaña presidencial, Trump prometió que pondría fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, además de la que se está llevando a cabo en la Franja de Gaza. Para lograrlo, se ha reunido con los líderes políticos involucrados, pero no se ha firmado ningún acuerdo de paz. El presidente ruso, Vladímir Putin se ha mostrado reacio para entablar reuniones con Ucrania, y en Gaza, su idea de tomar el territorio para reconstruirlo no cayó bien, ni siquiera un video creado por inteligencia artificial, que mostraba cómo se vería la franja con la influencia estadounidense, logró persuadir a los gobiernos mediadores. El motivo: parte de su propuesta era expulsar a todos los palestinos de Gaza para reubicarlos en otras zonas.

Zelenski, Trump y Putin
Donald Trump ha estado mediando en la guerra entre Ucrania y Rusia. | Foto: GETTY

Donald Trump acumula una larga lista de medidas que ha tomado en sus primeros tres meses como presidente. “Lo que estoy haciendo es exactamente lo que defendí en mi campaña”, dijo en entrevista con Time. No obstante, sus cifras de aprobación se ubican entre el 40 y el 45 %, muy diferente a la aprobación que los ciudadanos le han brindado a anteriores mandatarios en este periodo inicial de su gestión. Las encuestas de diversos y renombrados medios de comunicación estadounidenses, como New York Times, The Washington Post y CNN, reportaron que los índices de aprobación del presidente no superan el 50 por ciento.

“Están enfermos, no escriben casi nada más que artículos negativos sobre mí, por muy bien que me vaya (…) y son verdaderamente enemigos del pueblo”, aseveró el presidente. Sin embargo, hace unos días promocionó su reelección para 2028, aunque en Estados Unidos un presidente únicamente puede ocupar el Despacho Oval en dos oportunidades, lo que sería una propuesta para modificar la Constitución, algo que no parece molestarle a Trump, pues también ha impulsado medidas que retan la fuerza judicial de su país. 100 días de alta tensión.