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Él es Robert Prevost, el estadounidense que el Vaticano eligió como el nuevo papa

El estadounidense tiene 69 años y eligió el nombre de León XIV.

8 de mayo de 2025, 5:16 p. m.
Conclave León XIV 14
El recién elevado a cardenal, prefecto estadounidense del Dicasterio para los Obispos, Robert Francis Prevost. | Foto: AP

La elección de Robert Prevost como nuevo papa marca un hito para la Iglesia católica. Nacido en Chicago, Estados Unidos, el 14 de septiembre de 1955, Prevost es el primer pontífice oriundo de Norteamérica.

Su elección simboliza una nueva etapa de apertura geográfica y cultural para el Vaticano, y confirma la creciente relevancia del catolicismo en las Américas.

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Conocido por su perfil pastoral, su formación teológica rigurosa y su experiencia internacional, representa una figura de equilibrio entre tradición y renovación.

Antes de convertirse en pontífice, Prevost ocupaba el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos, una de las posiciones más influyentes dentro de la curia romana, desde donde tuvo un rol clave en el nombramiento de obispos durante el papado de Francisco.

En esa función, se destacó por promover perfiles pastorales más cercanos a las comunidades, especialmente en América Latina y África.

Su relación cercana con el papa Francisco, quien lo nombró obispo en Perú y más tarde lo trajo a Roma, es vista como una señal de continuidad para muchas de las reformas impulsadas en la última década, en especial aquellas centradas en la sinodalidad, la ecología integral y la opción preferencial por los pobres.

Papa Leo XIV, Robert Prevost
Papa Leo XIV, Robert Prevost | Foto: AFP

Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en 1977 y fue ordenado sacerdote en 1982. Tiene una sólida formación académica: estudió teología en Roma y obtuvo un doctorado en derecho canónico en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica.

Más allá de su trayectoria intelectual, ha sido profundamente marcado por su experiencia misionera: vivió casi dos décadas en el norte del Perú, donde sirvió como obispo de Chiclayo. Allí se ganó el respeto de sus fieles por su cercanía, humildad y defensa de los derechos humanos en contextos de pobreza y exclusión.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino. Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Robert Francis Prevost
Robert Prevost junto al papa Francisco. | Foto: AFP

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo. Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

A sus casi 70 años, el papa León XIV asume el liderazgo de una Iglesia enfrentada a desafíos múltiples: el descenso en la práctica religiosa en Europa, las tensiones doctrinales entre sectores progresistas y conservadores, los escándalos de abusos que aún impactan su credibilidad y el avance del secularismo en el norte global.

Al tiempo, hereda una Iglesia vibrante y en crecimiento en África, Asia y América Latina, regiones en las que posee una sensibilidad especial.

Su reputación de moderado y de constructor de puentes será crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida. Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba “mucho por hacer” en la transformación de la Iglesia.

papa Leo XIV, Robert Prevost
Papa León XIV, Robert Prevost. | Foto: AFP

“No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años”, dijo el mes pasado a Vatican News.

“El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente”, añadió.

Con un estilo sobrio y reflexivo, el nuevo papa ha dejado claro que su pontificado buscará ser un puente entre generaciones, culturas y sensibilidades teológicas. Su elección, inesperada para algunos sectores, ha sido bien recibida por quienes esperaban un líder que conjugue experiencia pastoral y mirada global.

Aunque, por ahora, se desconoce cuál será la línea doctrinal que imprimirá a su pontificado, todo indica buscará avanzar en el proceso sinodal, reforzar la lucha contra los abusos y renovar el compromiso de la Iglesia con la justicia social y la fraternidad universal.

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