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El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue declarado culpable de financiación ilegal de campaña
La pena es un año de prisión en firme o el uso de brazalete domiciliario.
Nicolas Sarkozy, quien fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012, fue declarado culpable este jueves de financiación ilegal de campaña por un tribunal de ese país, debido a que en la campaña presidencial de 2012 el mandatario gastó 42,8 millones de euros, casi el doble del límite legal, por lo que fue hallado culpable.
El caso Bygmalion, en el que se investigaron a fondo las cuentas de la campaña del expresidente, fue un proceso seguido de cerca por los medios y la opinión pública de ese país, pues además de esta sentencia, Sarkozy ya había recibido otra condena por tráfico de influencias.
El nombre se debe a la empresa de comunicación y eventos que estaba a cargo de organizar sus eventos políticos en la campaña. Para disimular los gastos, giraba las facturas al partido.
Cabe mencionar que las elecciones de ese año, a pesar de la millonaria inversión, las ganó su rival, el socialista François Hollande, quien solo pudo organizar 10 grandes mítines, frente a los 44 que pudo hacer su contrincante.
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La presidenta del tribunal, Caroline Viguier, leyó el falló condenatorio, al cual el exmandatario no acudió, en el que se le condenó a un año en firme de prisión o la detención domiciliaria con brazalete, algo que seguramente su defensa apelará en las próximas horas.
En su momento, cuando acudió a la defensa del caso, Sarkozy manifestó que todo era “una fábula. ¿Dónde está esa campaña en oro macizo?”, de igual forma, aceptó que hubo irregularidades, pero señaló que no fueron a su campaña: “Hubo falsas facturas, pero el dinero no fue a mi campaña”.
Los fiscales a cargo del caso escribieron que Sarkozy manejó con “total dejadez” las finanzas de una campaña “de oro macizo” a la vista de su nivel de gastos, que duplicó el límite legal. Además, habían pedido la pena de cárcel y una multa de 3.750 euros ($16.676.250 pesos colombianos).
Los investigadores afirmaron que los contables habían advertido a Sarkozy que estaba a punto de sobrepasar el límite de gasto de 22,5 millones de euros (26,7 millones de dólares), pero que él insistió en celebrar más actos de campaña para tratar de ganar a su rival socialista.
Condena a tres años de cárcel
Sarkozy fue condenado a inicios de marzo a tres años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias. El tribunal de París dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario, de 66 años de edad, su abogado habitual Thierry Herzog y el exmagistrado Gilbert Azibert, que fueron condenados a la misma pena.
Sarkozy es el primer expresidente de Francia en sentarse en el banquillo de los acusados. Antes de él, solo un expresidente francés, el mentor político de Sarkozy, Jacques Chirac, tuvo que afrontar la justicia después de dejar el cargo, pero debido a su mala salud, Chirac nunca compareció ante la Corte. Sarkozy siempre ha negado los cargos de los que se le acusa y ha prometido que se mostrará “combativo” en este juicio.
El expresidente es acusado de haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando este era juez del Tribunal Supremo. Según la acusación, el exmandatario buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt, sobreseído a finales de 2013.
A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que este aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo obtuvo. Sarkozy, que se retiró de la política en 2016, rechazó las acusaciones y ante el tribunal afirmó que “nunca cometió el más mínimo acto de corrupción”.