Estados Unidos
El hombre que dice haber tenido relaciones íntimas con Barack Obama vuelve a hablar del tema con Tucker Carlson
Larry Sinclair nunca ha mostrado pruebas de lo que dice y no pasó el detector de mentiras al respecto.
Tucker Carlson, el periodista a quien la cadena Fox le canceló el programa este año por apoyar la historia del robo de las elecciones de Donald Trump, ha desatado una ola de expectativa en X (antes Twitter) con un adelanto de la entrevista que le hizo a Larry Sinclair, quien dice conocer un poco más allá la intimidad del expresidente Barack Obama.
En concreto, asegura que se fue dos veces a la cama con el político y que compartieron una juerga con cocaína.
Por supuesto, el gancho de la entrevista que está anunciando Carlson son estas supuestas relaciones y en el teaser, precisamente, corresponde al momento en que el controvertido periodista le habla al entrevistado de “la creíble información de que él (Obama) fumaba crack y tenía sexo con tipos”.
Pero, ¿quién es Sinclair Lewis? ¿Son realmente creíbles sus afirmaciones?
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Como lo señala la prensa a ambos lados del Atlántico, este exconvicto tiene una larga historia criminal que incluye condenas por falsificación, fraude y robo.
Ha pasado por prisiones de Arizona, Florida y Colorado, en pago por sus crímenes.
Al parecer, tiene también habilidades para las relaciones públicas, porque, en 2008 se las ingenió para salir del anonimato y ponerse en primer plano.
Ese año, la campaña electoral que llevaría a Obama a la presidencia estaba en furor y él creyó que era el mejor momento para sacar a la luz su explosiva versión.
Para ello, alquiló un salón en el National Press Club, en Washington, y habló por una hora, con lujo de detalles, acerca de sus intimidades con Obama, quien ya se perfilaba como el favorito para ganar la presidencia.
Como lo haría luego varias veces, Sinclair relató que todo sucedió en 1999, cuando le pidió al conductor de una limusina que lo conectara con alguien para irse de fiesta.
El hombre le presentó a Obama, quien para ese momento ya era senador por el estado de Illinois.
De hecho, asegura Sinclair, el futuro mandatario le dijo su verdadero nombre y la importante posición que ocupaba.
Cuando se fueron de rumba, Sinclair asegura que le dio 250 dólares a Obama para que comprara cocaína.
Mientras que él la aspiró, Barack Obama la fumó.
Luego de eso, vino el supuesto encuentro de alcoba en una habitación de hotel en la localidad de Gurnee, Illinois, lo cual se repetiría una vez más.
Al ver aquello, unos seguidores de Obama que lo fueron a ver en aquella especie de rueda de prensa en Washington, al parecer sabían de los problemas de Sinclair con la justicia y le dieron aviso a la policía, la cual llegó y se lo llevó detenido en cumplimiento de una orden de arresto de Delaware, donde, aparentemente, también había delinquido.
De acuerdo con el portal Politico, la historia de Sinclair siempre ha sido ignorada por la vertiente más importante de la prensa, debido a que él nunca ha podido comprobarla.
No obstante, Carlson sí parece muy dispuesto a darle crédito y por eso resolvió resucitar este cuento que había sido olvidado.
De hecho, asistió al programa de Adam Carolla para hacerle promoción a la entrevista, que será transmitida por su cuenta de X.
Carlson le dijo a su anfitrión que estaba “realmente claro” que el expresidente había hecho lo que decía Sinclair y mencionó cómo había pasado el detector de mentiras.
Sin embargo, como lo han aclarado varios medios, lo que sucedió fue todo lo contrario.
En 2008, al no superar la prueba, Sinclair acusó a David Axelrod, asesor de Obama, de comprar a los operarios del detector de mentiras para desacreditarlo, según informó el sitio Courthouse News Service.
De acuerdo con el Daily Mail, el criminal tiene un antecedente con el detector de mentiras y sus declaraciones juradas.
En 2004, juró que era enfermo terminal para que le anularan una orden de arresto. Más de veinte años después, sigue vivo, pero parece que no ha perdido las mañas de mentir y llamar la atención a costa de Obama, cuyos representantes no hicieron ninguna manifestación cuando les pidieron su opinión al respecto.