Mundo
Elon Musk: la polémica mano derecha de Donald Trump que provoca rupturas en la Casa Blanca y en el mundo
Desde que llegó al gobierno Trump, Elon Musk se ha vuelto una de las figuras con más relevancia mediática del mundo. Sin embargo, pasa momentos difíciles en la administración y en su vida como magnate.


La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca significó un giro total en el rumbo de la política norteamericana para los próximos cuatro años. El magnate, lejos de lo que hizo en su primer periodo, no se juntó con políticos tradicionales para su gobierno, sino que su administración ha sido una reunión de enemigos arrepentidos y aliados incondicionales, lejos de los esquemas tradicionales. En ese segundo grupo se coló Elon Musk, que se convirtió en la polémica figura que le habla al oído al hombre más poderoso del mundo.
Musk ha sido una figura particular durante toda su carrera. Nacido en Sudáfrica e hijo de padres dueños de una mina de esmeraldas en la época del Apartheid, el empresario y magnate tecnológico ha labrado su carrera como un inventor revolucionario que prontamente empezó a ocupar los titulares de prensa por sus innovaciones en la industria, en empresas como Tesla, Starlink, Neuralink y OpenAI.
La carrera de Musk tomó un giro importante, cuando, en 2022, adquirió la red social Twitter, en lo que él consideró que era una lucha para la “defensa de la libertad de expresión”.

Desde entonces, el empresario se destacó como un ferviente activista político cercano a la ultraderecha. Hasta que finalmente, luego de meses de campaña, llegó al gobierno de Donald Trump como administrador del Doge (Departamento de Eficiencia Gubernamental), encargado de recortes estatales para ahorrar dinero de los contribuyentes, lo cual lo disparó como una de las figuras más cercanas al presidente.
Lo más leído
En la actualidad, a pesar de haber iniciado con pie derecho su participación en el Gobierno Trump, Musk no pasa por su mejor momento dentro de la Casa Blanca. El magnate parece haberle ahorrado cientos de millones de dólares a la administración federal, pero no sin antes generar una marejada de tensiones con otros funcionarios del Gobierno, lo que ha provocado una clara ruptura a la que el mandatario prefiere hacer oídos sordos.
“No hay conflicto, yo estuve ahí. Tú solo eres un alborotador”, dijo Donald Trump a un periodista en la Casa Blanca que le preguntó acerca del supuesto enfrentamiento que había tenido Musk con el secretario de Estado, Marco Rubio, el cual fue reportado por diferentes medios, como The New York Times, y que terminó con el mismo presidente bajándole la caña al magnate, asegurando que sus recortes estatales no tienen que ser “con motosierra”, sino “con bisturí”.
La pelea que generó el quiebre, y que fue confirmada por varios medios de comunicación, llegó por cuenta de los reclamos que Musk le hizo a Rubio por no haber reducido su nómina en el Departamento de Estado. Ante esto, el secretario le respondió que la acusación era falsa y que había despedido a 1.500 empleados de su oficina. El magnate le respondió que él solo era “bueno en televisión”, pero que no hacía mucho más. Todo mientras Trump observaba en silencio, según reportó el diario neoyorquino.
Los roces entre ambos personajes habían llegado desde hace varias semanas, cuando la oficina de Musk cerró de un plumazo la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la cual en ese momento estaba al mando de Rubio, y fue desmantelada por el magnate. Las críticas dentro del Gobierno acusan al Doge de falta de enfoque en sus recortes y ausencia de organización en sus acciones.
Finalmente, Trump le tuvo que cortar las alas a Musk, quien había actuado con total control en lo que va del gobierno republicano, ante las molestias en el Departamento de Estado, en el del Tesoro y en varios congresistas que la administración necesita. Con esto, ahora el magnate únicamente será un asesor que podrá recomendar despidos y recortes, pero no los podrá ejecutar directamente, como venía haciendo.

Una mala racha
Además, Elon Musk ha tenido serias dificultades no solo en su labor gubernamental, sino en su vida empresarial, que ya se habría visto afectada por sus funciones en el gobierno de Donald Trump. Desde que llegó el mandatario republicano al poder, las acciones de Tesla han perdido alrededor de un 45 por ciento de su valor, un descenso dramático para haber pasado tan solo un par de meses.
En una entrevista con Fox News, Elon Musk admitió los problemas de sus empresas, asegurando que estaba liderándolas “con gran dificultad”, pero que el valor de Tesla “estaría bien a largo plazo”, aunque ha perdido alrededor de 319.600 millones de dólares en valor en estos meses. Finalmente, el mismo Trump tuvo que lanzarle un salvavidas y compró un auto de la marca del magnate para mostrar su respaldo y ayudarle a restablecer la confianza en el mercado.
Pero el rechazo no lo tiene solo en el mercado bursátil. También hay un malestar constante de los opositores al Gobierno, que se ha reflejado en las calles. En las protestas contra la administración, muchos puntos de carga de Tesla han sido vandalizados, concesionarios fueron copados por manifestantes, y vehículos en las vías son también víctimas de insultos y ataques. A tal punto llegó la situación, que los mismos propietarios de autos de la marca de Musk han puesto pegatinas en su rechazo.
Además, las manifestaciones han trascendido fronteras. En Londres se lanzó una campaña de nombre ‘Todos odian a Elon’, en la que, en vallas publicitarias en la ciudad, arremeten contra el CEO. Hay pancartas que lo acusan de nazi, invitaciones a cerrar cuentas en X y lemas contra Tesla como “Va de 0 a 1939 en 3 segundos” o “El odio no vende, pregúntale a Elon”, junto con gráficos del valor de la empresa en los últimos meses.
La preocupación es tal que, según CNN, en una carta del 11 de marzo al representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, voceros de Tesla, una de las joyas de la corona del imperio de Musk, señalaron: “Como fabricante y exportador estadounidense, Tesla alienta a la USTR (Oficina del Representante Comercial) a considerar los impactos posteriores de ciertas acciones propuestas para abordar prácticas comerciales desleales”. Y anticiparon represalias en materia de aranceles contra los fabricantes estadounidenses, que podrían afectar sus operaciones, pronunciamiento casi contrario a las tesis de Trump.
Musk tampoco va bien en otros ámbitos de la vida pública. Esta semana, X tuvo una caída a nivel mundial y él denunció un ciberataque desde Ucrania. También recibió un fuerte rechazo por sus acusaciones contra el senador y veterano astronauta retirado Mark Kelly, demócrata por Arizona, de ser un “traidor” por haber ido hasta Ucrania, y fue demandado por la página izquierdista Media Matters por difamación.
Pero también su propio biógrafo, Seth Abramson, habló contra él. “Como biógrafo de Musk, les dije a todos que se estaba volviendo loco debido a una combinación de depresión, estrés, abuso de medicamentos y consumo ilícito de drogas ilegales. Su cuenta de Twitter es un testimonio de este trastorno. Alguien que se preocupe por él debería sacarlo de internet de forma permanente”, aseguró Abramson.
Los aspectos familiar y personal también se han golpeado. Mientras daba la bienvenida a su hijo número 14, una influencer lo demandó, acusándolo de haberla dejado embarazada. El magnate no lo ha reconocido. Cabe recordar que todos los hijos de Elon Musk, excepto uno, fueron concebidos por fertilización in vitro, y son fruto de relaciones con cuatro mujeres distintas.
Su hija transgénero, con quien ha tenido una gran cantidad de roces, aseguró que “mi sexo asignado al nacer fue un producto comprado y pagado. Así que cuando era femenina de niña y luego resulté ser transgénero, iba en contra del producto que se vendió. Esa expectativa de masculinidad contra la que tuve que rebelarme toda mi vida fue una transacción monetaria”, dijo en redes sobre por qué nunca Musk la había aceptado.
Por ahora, el magnate, cuyo patrimonio se estima en 458.000 millones de dólares, pasa por dificultades en muchos aspectos, aunque en cualquier momento la situación podría dar un vuelco. Musk parece estar chocando con los costos de trabajar para Donald Trump y de vivir constantemente en el ojo del huracán. Le están pasando la factura.