Entrevista
Embajador de Ucrania en Colombia habla de los tres años de la guerra y envía mensaje a Trump y Putin: “Vamos a recuperar todo”
Este 24 de febrero se cumplen tres años de la invasión rusa a Ucrania. Yuriy Polyukhovych, embajador de Ucrania para Colombia, Perú y Ecuador, en diálogo con SEMANA habló sobre los retos de su país para el futuro y los diálogos entre Estados Unidos y Rusia.
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SEMANA: ¿Qué balance hace a tres años de iniciada la invasión de Rusia a Ucrania?
Yuriy Polyukhovych: Si hablamos sobre un resumen de estos tres años de la invasión a gran escala y los 11 años de la agresión rusa en total, sería muy parecido con el año anterior, Ucrania ha demostrado una determinación y capacidad para resistencia increíble, incluso para nosotros mismos. Sí, hemos sufrido perdidas y destrucciones horribles en algunas zonas. Pero jamás en nuestra historia hemos sido tan unidos y fuertes como nación, como ahora. El mundo occidental y los países europeos en particular cada vez son más conscientes de la amenaza rusa. Si en 2014-2022 alguien tenía dudas, después de 2022 esto está muy claro para todos los países europeos.
Si hablamos sobre un resumen del tercer año de la invasión a gran escala, los resultados son bastante mixtos. Por una parte, Rusia tuvo varios avances en la región de Donetsk. Pudo ocupar un 10% de la región a lo largo de este año, con las ofensivas más grandes hacia las ciudades de Pokrovsk y Kurajove. Todavía Ucrania necesita más apoyo militar para frenar estas ofensivas y contraatacar.
Por otra parte, en agosto de 2024 Ucrania pudo romper la defensa rusa en la región de Kursk y ocupar una parte de ella, incluso un centro de un distrito. Hasta ahora, a pesar de todos los esfuerzos, Rusia no pudo echar las tropas ucranianas desde allá. Rusia llegó a sus niveles de esfuerzos más grandes de toda la invasión. Ha sido obligada a pedir la ayuda de Corea del Norte para continuar con la invasión.
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Se trata no solamente de los proyectiles, también de misiles balísticos, artillería y, lo más emblemático, participación directa de norcoreanos en los combates. Para seguir con las ofensivas utilizan las motos y los patinetes eléctricos en vez de carros de combate. Lanzan sus soldados heridos a los asaltos para seguir avanzando por cualquier precio. Y este año, en definitiva, ha sido el año más duro para ellos en términos de pérdidas de soldados.

SEMANA: ¿Cómo es la situación en Ucrania actualmente tras tres años de guerra?
Y.P.: Ucrania sigue resistiendo. Entre la población existe el consenso dominante y muy claro de que no tenemos otras opciones que resistir, independientemente de los cambios de las condiciones externas. A pesar de toda la campaña de terror ruso contra el sistema energético de Ucrania, seguimos con electricidad y calefacción. Cada vez, la producción armamentística ucraniana crece con la ayuda de nuestros socios. No obstante, sí seguimos bajo los bombardeos rusos diarios con drones y misiles. Es duro desde el punto de vista emocional y físico. Pero tenemos que luchar y esto lo entendemos.
SEMANA: ¿Cuál es el sentimiento de la población ucraniana sobre la guerra?
Y.P.: El sentimiento es el único posible en esta situación. Lo describiría como determinación de luchar e ira movilizante. Es decir, vivíamos de manera tranquila y nos atacaron. La Federación Rusa está destruyendo nuestras ciudades, está asesinando nuestros niños. En los territorios ocupados secuestran y torturan a las personas solo por ser ucranianos. Estoy seguro de que cualquier país que estuviera en estas condiciones tendría el mismo sentimiento. Porque una invasión tan brutal y tan injusta no puede provocar nada más. No lo elegimos y no lo queremos, pero nos toca. La moral sigue siendo muy alta. A veces parece que a pesar de todas las dificultades psicológicamente lo llevamos mejor que otros países.
SEMANA: ¿Qué piensa de las negociaciones que están adelantando Estados Unidos con Rusia?
Y.P.: No diría que se trata de negociaciones. Por ahora tenemos un acercamiento para “conocerse”. Obviamente que el equipo del presidente Trump quiere hablar con la parte rusa porque creen que pueden encontrar un consenso donde Rusia cede un poco, Ucrania cede un poco y todos están de acuerdo. En los meses que vienen vamos a ver muchas declaraciones, encuentros, llamadas. Pero así no va a funcionar. Rusia no negocia. No es algo “esto va para mí y esto va para ti”. Ellos negocian con los ultimátums estilo “todo o nada”. Y como los rusos están seguros de que están ganando la guerra, sus demandas serán maximalistas.
De ahí tenemos varios dilemas. Las negociaciones verdaderas obviamente deben incluir a Ucrania y los países europeos, porque es un asunto que influye en su seguridad también. Entonces sea como sea entre los Estados Unidos y Rusia, sin Ucrania y Europa esto no va a funcionar. Otro dilema es cómo van a reaccionar los Estados Unidos frente a las demandas maximalistas rusas. Las pueden aceptar, aceptar parcialmente o negar o negar parcialmente. Estas demandas no son aptas ni para Ucrania ni para Europa.
También hay muchas cosas técnicas y complicadas para resolver así sencillo y rápido. Garantías de seguridad para Ucrania y para un acuerdo futuro. ¿Quién y cómo lo va a garantizar? La reconstrucción de todos los daños. Los fondos rusos congelados en los países europeos. Está muy claro que será un proceso muy largo y muy complicado. Todavía es demasiado temprano hablar de unas negociaciones verdaderas.
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SEMANA: El presidente Zelenski no ha reconocido totalmente los diálogos de Estados Unidos con Rusia, ¿cómo explicar esta posición a la gente del extranjero?
Y.P.: Es muy simple. No se puede negociar algo sobre Ucrania sin Ucrania. Por lo tanto, hablen lo que hablen entre los Estados Unidos y Rusia, si es algo que no es apto para Ucrania, no va a funcionar. El presidente Zelenski dijo que sí ve la determinación del presidente Trump para negociar, para lograr la paz. Con esto totalmente estamos de acuerdo y esto lo respetamos. Nosotros también queremos lograr la paz. Pero necesitamos la paz justa que vaya a durar. Y esto implica resolver muchas cosas.
Ya tuvimos unas negociaciones y unos acuerdos de paz, incluso con el presidente Trump. Se llamaban Minsk 1 y Minsk 2. ¿Funcionaron? Absolutamente no. Pero en aquel entonces, hace 10 años cuando fueron firmados, esto fue “finalmente una paz”. Una paz así no nos interesa. Ucrania lucha por paz justa y duradera. Y esto requiere la participación de Ucrania, Rusia, Estados Unidos y Europa. Y esto requiere muchas rondas de negociaciones sobre muchos asuntos. Y esto requiere de Rusia ser una parte adecuada del proceso y no solamente dar sus demandas maximalistas y a menudo absurdas. Por ahora no hay señales de esto.
SEMANA: Hay muchos rumores de que Estados Unidos y Rusia quieren obligar a Ucrania a entregar una parte de su territorio, ¿qué piensa de esto?
Y.P.: Definamos entregar territorios. Ahora tenemos aproximadamente 20% del territorio ucraniano ocupado por Rusia. Lamentablemente es una realidad. Ahora no tenemos suficientes capacidades militares para cambiarlo de manera dramática. ¿Ucrania va a reconocer estos territorios ocupados oficialmente como parte de Rusia en un acuerdo posible? Obviamente no. Es algo que contradice nuestra constitución y es algo que contradice nuestro espíritu. ¿Por qué tenemos que reconocer la ocupación de los territorios que han sido tomados de manera brutal e injusta?
Además, existen muchas cuestiones técnicas pero fundamentales a la vez. Por ejemplo, la región de Jersón. Está dividida en dos por el río Dnipro. Una parte ahora la controla Ucrania y otra parte Rusia. El centro de la región, la ciudad de Jersón, la controla Ucrania. Cuando Ucrania retomó control de esta ciudad en noviembre de 2022, ya de acuerdo con las leyes rusas, pertenecía a Rusia. Rusia obviamente está reclamando este territorio. Pero lo controla Ucrania y no hay forma de que los rusos lo retomen con fuerza. ¿Cómo sería resuelto esto? Y es solo un ejemplo.
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SEMANA: ¿Cómo debería ser una paz aceptable para Ucrania con Rusia?
Y.P.: Yo destacaría varios ejes fundamentales. Primero, las garantías de seguridad para Ucrania. Este asunto tiene dos aspectos. El primer aspecto es en el sentido de que Ucrania tenga las garantías de seguridad que impidan otra agresión rusa. En este sentido, hay muchas maneras y formas para lograrlas. A través de la presencia de las tropas de los países occidentales, a través de las inversiones en el sector de defensa de Ucrania, a través de la OTAN, etc. Es decir, hay margen para diferentes soluciones.
El segundo aspecto consiste en garantizar el posible acuerdo. Pero con Minsk 2 que teníamos con Rusia desde 2015, no había ningún mecanismo de su implementación ni sanciones por violarlo. Por eso no funcionó, Rusia lo violaba de manera diaria, la OSCE lo comprobaba, pero cero de consecuencias para Rusia.
Entonces, de alguna manera, tendremos que inventar un mecanismo así para este acuerdo. Bastante probable que sea con la participación de terceros países. Hasta ahora hemos visto las declaraciones del Reino Unido y de Suecia que están listos para apoyarnos en este sentido. Obviamente, vamos a ver más declaraciones de este tipo.
Otro eje fundamental sería la reconstrucción de Ucrania y la indemnización de los daños. Hay que encontrar una forma cómo Rusia va a pagar por todo lo que ha destruido. Los daños directos se estiman ahora a nivel de 170 a 180 mil millones de dólares. En Europa hay los fondos rusos congelados por 300 mil millones de dólares.
Esta podría ser una buena fuente para la indemnización. Otra referencia podría ser Iraq, que por su agresión contra Kuwait pagaba un porcentaje de sus ventas de petróleo para reconstruir el país invadido.
Un eje muy importante sería la justicia. Los rusos han cometido miles de crímenes de guerra tanto contra los civiles como contra los militares. Tienen que responder por esto. Pero llevarlos a responsabilidad a través de las instituciones internacionales tipo Corte Internacional de Justicia sería muy complicado.
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SEMANA: ¿Existe el temor de que se esté facilitando una impunidad para Vladímir Putin de los crímenes de guerra de los que se le acusa?
Y.P.: No existe el temor. Existe el entendimiento de que esto sí está sucediendo. Que los criminales rusos encabezados por su presidente gozan de impunidad. Que los mecanismos de justicia internacional o diferentes convenios son nada, un solo papelito que nadie cumple. Entonces, lo único que queda es creer en accidentes y coincidencias. Un día un criminal ruso, por ejemplo, un comandante de unidad de submarinos que lanza los misiles contra las ciudades ucranianas, sale a correr por la mañana y alguien por alguna razón le dispara un par de veces. O a un ingeniero de misiles le golpean a la cabeza con un martillo. Rusia es un país peligroso, hay mucho crimen. Y los criminales de guerra tienen que estar muy cuidados.
SEMANA: ¿Cuál es el mayor reto que ha tenido que vivir la ciudadanía ucraniana durante la guerra?
Y.P.: La guerra como tal, con todo lo que lleva, es un reto. Teníamos un millón y medio de las personas refugiadas de la ocupación rusa después de 2014. Y esta gente tuvo que refugiarse en otras regiones de Ucrania o incluso otros países por segunda vez. Intente imaginar que sienten las personas que tienen sus esposos, padres o hermanos combatiendo cuando salen a sus misiones, que no tienen conexión a veces por semanas.
Y sus familias esperan cada día la llamada que va a decir que su esposo o padre falleció en el combate. O imaginemos el impacto psicológico que tiene el miedo horroroso cuando, en medio de una noche, una familia escondida en un baño o en un pasillo, escucha un dron iraní sobrevolando. En estos momentos lo único en que estás pensando es si te mata a ti o a tus vecinos. Y con cada ataque así la gente vive las emociones de su muerte. Sobrevivirlo una vez es muy difícil. ¿Y si son 10 veces? ¿Y si son 100 veces? Por lo tanto, con estos ejemplos vemos que no se puede destacar algo en particular. La guerra como tal es muy dura.
SEMANA: ¿Qué espera que pase en el futuro para Ucrania y su gente?
Y.P.: Tarde o temprano vamos a triunfar. Luchamos por la causa justa, luchamos por la libertad. Vamos a recuperar nuestras ciudades, vamos a reconstruir lo destruido. Pronto vamos a convertirnos en un miembro de la Unión Europea. Nuestra lucha por independencia no es un evento. Es un proceso. Luchamos por esto desde hace 400 años. Ahora tenemos los mejores resultados en nuestra historia. Somos una nación soberana. Tenemos nuestro país. Tenemos muchos socios y amigos. Es algo que jamás teníamos. El resto son las cuestiones técnicas. Finalmente, vamos a recuperar todo.