MUNDO
Emmanuel Macron reacciona al colapso de su gobierno. Nombra como nuevo primer ministro al titular de Defensa, Sébastien Lecornu
El político de 39 años ha sido uno de los pocos rostros de continuidad en el gobierno de Francia desde la elección de Macron en 2017.

Pocas horas después de la dimisión del hasta ahora primer ministro, François Bayrou, un remezón político se vive en Francia. El Parlamento tumbó el lunes a Bayrou, el segundo primer ministro en nueve meses, días antes de una jornada de protestas impulsadas en las redes sociales bajo el lema ‘Bloqueemos todo’ y de la revisión de la nota crediticia de Francia por Fitch.
Bayrou presentó su dimisión a principios de la tarde a Macron, quien la aceptó y le encargó gestionar los asuntos corrientes hasta el nombramiento de su sucesor.

El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró rápidamente el martes al titular de Defensa, Sébastien Lecornu. Macron le pidió “consultar a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento con el fin de adoptar un presupuesto para la nación y lograr los acuerdos esenciales para las decisiones de los próximos meses”, indicó el Elíseo en un comunicado.
Lecornu ha sido el titular de la cartera de Defensa durante más de tres años marcados por la invasión rusa de Ucrania, y es considerado un aliado leal y discreto del presidente Macron.
El político de 39 años ha sido uno de los pocos rostros de continuidad en el Gobierno de Francia desde la elección de Macron en 2017, pese a los múltiples cambios de gobierno provocados por la inestabilidad política.
El presidente francés había prometido designar rápidamente a un nuevo primer ministro, una tarea difícil, vista la fragmentación política en la Asamblea Nacional, sin mayorías estables desde 2024.
En junio de ese año, Macron convocó inesperadamente a elecciones legislativas anticipadas que dejaron un cámara baja dividida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha (gobernante) y ultraderecha.
¿Ruptura o continuidad?
Aunque la izquierda ganó los comicios, Macron nombró como primer ministro al conservador Michel Barnier en septiembre en nombre de la “estabilidad” y al centrista François Bayrou en diciembre. Ambos cayeron.
La oposición advirtió que sin un cambio de política respecto a los ocho años de macronismo, el nuevo gobierno correría la misma suerte.
El partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI) fue más allá este martes y presentó una moción para destituir a Macron, la cual no tiene visos de prosperar. Un 64 % de franceses quiere su marcha, según un sondeo reciente de Odoxa-Backbone.
Desde el lunes por la noche, el nombre que más sonaba era el de Lecornu, que ya estuvo en las quinielas de diciembre.

Los socialistas reclaman, en cambio, un “gobierno de izquierdas” y proponen suspender la reforma de las pensiones de 2023 y aumentar los impuestos a las grandes fortunas, dos líneas rojas para el oficialismo.
Septiembre “de desmanes”
El tiempo apremia para formar gobierno. El miércoles, están convocadas protestas, apoyadas por LFI. Las autoridades temen un movimiento como el de los chalecos amarillos (2018-2019), que sacudió el primer mandato de Macron.
“Estamos en un mes de septiembre propicio para todos los desmanes”, alertó Retailleau, en referencia también a la huelga “masiva” convocada por los sindicatos el 18 de septiembre.
El desencadenante fue el proyecto de presupuestos para 2026 que provocó la caída de Bayrou. Este planeaba recortes por 44.000 millones de euros (51.600 millones de dólares) y suprimir dos días feriados.
“Hay realmente un hartazgo general. Me doy cuenta de lo mucho que ha bajado el nivel de vida, de lo que nos maltrata el Estado”, dijo Rose Tocqueville, una estudiante de 21 años, durante una asamblea en la universidad parisina de Jussieu.
Las autoridades anunciaron el despliegue de unos 80.000 agentes durante las protestas del miércoles, que prevén el bloqueo de empresas, carreteras y universidades, pero cuyo alcance se desconoce por el momento.
Viernes de riesgo
El viernes, la agencia Fitch debe revisar la calificación de deuda soberana de Francia. En marzo, la mantuvo en AA- con perspectiva negativa y advirtió que la degradaría si no aplica un “plan creíble” que la reduzca a medio plazo.
Las arcas públicas registraron un déficit del 5,8 % del PIB en 2024 y una deuda de casi el 114 % en marzo, la más alta de la UE tras Grecia e Italia. Bayrou alertó de la “emergencia vital” que enfrenta Francia, antes de caer.
Muestra de la incertidumbre creciente, el costo del endeudamiento de Francia a 10 años superó este martes el nivel de Italia, considerada durante años como un mal alumno en términos de control de su deuda.
*Reportaje de AFP.