Esposa de Macron vuelve a reprender al presidente y protagoniza otro momento incómodo en menos de 24 horas

Durante su visita oficial al Reino Unido, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, vivió un nuevo episodio incómodo con su esposa, Brigitte Macron, mientras caminaban rumbo a un acto junto al primer ministro británico, Keir Starmer. Según las imágenes obtenidas por varios medios de comunicación internacionales, Brigitte detuvo bruscamente el brazo de Macron mientras caminaban frente al número 10 de Downing Street.

El incidente se dio frente a la residencia del primer ministro británico, Keir Starmer. Mientras Macron y Brigitte caminaban por la explanada de Downing Street, rumbo a una recepción formal, la primera dama francesa tomó con firmeza el brazo de su esposo justo en el instante en que avanzaban para ser fotografiados. El gesto sorprendió al propio presidente, quien giró hacia ella brevemente, y protagonizaron lo que pareció una breve discusión.

Este episodio se suma al ocurrido apenas un día antes, cuando la pareja presidencial descendió del avión en la base militar RAF Northolt, en las afueras de Londres. Al llegar al pie de la escalera, Emmanuel Macron ofreció su mano a Brigitte para ayudarla a bajar. Sin embargo, ella optó por no tomarla y descendió por su cuenta, sujetándose únicamente del pasamanos. Las cámaras oficiales captaron claramente el momento.

Según el medio People, “ella ignoró su ayuda y simplemente bajó agarrada del barandal”. Más tarde, ambos fueron recibidos por los príncipes William y Kate, con quienes posaron para las fotografías oficiales. La actitud de Brigitte fue notoriamente más cercana con la princesa de Gales, con quien intercambió sonrisas y contacto visual, mientras que con su esposo mantuvo una distancia evidente.

Ambos episodios recuerdan a otro gesto ampliamente difundido ocurrido en mayo de este mismo año, durante una visita oficial a Vietnam. Mientras descendían del avión en Hanoi, Brigitte fue grabada empujando suavemente el rostro de Macron con una mano.

En las imágenes, el presidente aparece sorprendido, aunque sin reaccionar visiblemente. Días después, Macron explicó que se trató de una broma entre ambos, y que fue “un momento de complicidad justo antes de iniciar la gira”, aunque el gesto fue ampliamente debatido en redes sociales, donde fue calificado como una “cachetada” o un acto de incomodidad pública.

A pesar del incidente, la agenda diplomática continuó sin alteraciones. Emmanuel y Brigitte Macron asistieron a una cena de Estado en el Castillo de Windsor, ofrecida por el rey Carlos III, y participaron en reuniones centradas en cooperación bilateral en temas de migración, defensa y política europea.