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“Estas aves no están más afectadas por el plástico que nuestros bebés”: profesor de Harvard, Manuel Maqueda

El experto docente de economía circular y cofundador del documental ‘Albatross’ estará en Colombia para hablar de las nefastas consecuencias que el exceso de plásticos tiene en los seres vivos, incluidos los humanos.

10 de marzo de 2025, 10:57 a. m.
Los albatros mueren debido a que consumen constantemente plástico que confunden con comida.
Los albatros mueren debido a que consumen constantemente plástico que confunden con comida. | Foto: Aporte de Manuel Maqueda

SEMANA: Usted conmovió muy profundamente a quienes han visto Albatross. En este documental, queda muy claro el daño que hace el exceso de plástico a los seres vivos. ¿De dónde salió la idea de narrar esa historia?

Manuel Maqueda (M. M.): Tuve el placer de ser cofundador de este proyecto cinematográfico y de viajar a una de las islas en los santuarios marinos más remotos del planeta, donde efectivamente las aves marinas ingieren plástico en lugar de comida, lo confunden con comida y lo regurgitan a sus polluelos durante la época de anidación. Al estar allí y ver este fenómeno sentí que estaba mirándome en el espejo. Hay algo muy metafórico y muy poderoso al ver a unos padres, animales en este caso, alimentar con lo que creen que es nutrición y comida a sus polluelos y darles plástico.

SEMANA: Una escena muy triste también.

M. M.: Sí, pero es un poco lo que estamos haciendo todos. De hecho, entonces no se sabía tanto como ahora de la cantidad de plásticos que ingerimos. Y fue precisamente de esa visita a esa isla que surge mi trabajo como profesor y promotor de la economía circular y de la economía regenerativa. Es decir, no es un interés académico abstracto, sino que es un interés personal y misional que surge precisamente del impacto que tuvo en mí ver de primera mano ese fenómeno tan profundamente conmovedor y revelador.

Los albatros consumen plástico que confunden con comida.
Estas aves son capaces de volar amplias distancias y tomar agua del océano. | Foto: Getty Images

SEMANA: Esas aves son majestuosas y muy especiales. ¿Qué las caracteriza?

M. M.: Los albatros viven unos 70 años, o sea, tienen una esperanza de vida similar a la de los seres humanos. También se emparejan de por vida y hacen su vida exactamente en el mismo lugar siempre. Se parecen, digamos, en muchas cosas a los seres humanos. Es un animal majestuoso, bello, con una envergadura cercana a los tres metros.

Y son los amos del océano Pacífico, son capaces de volar 500 kilómetros al día, es decir que en unos cuantos días se pueden desplazar del centro del Pacífico, donde está el atolón de Midway, donde están anidando, y pueden venir a las costas de México o pueden ir a las costas de Japón. Son capaces de beber agua marina. Son en realidad puro océano, cada una de sus células, cada uno de sus átomos viene del océano.

Black-browed Albatross, Diomedea melanophris. Adult flying over large colony. Steeple Jason Island, Falkland Islands. Dist. Circumpolar (Digital Composite)
Estas aves viven en islas cercanas al océano Pacífico, de donde encuentran sus alimentos y las grandes cantidades de plástico que consumen. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿Y cómo viven?

M. M.: Cuando viajas a esta isla, en la época de anidación, la isla entera está cubierta por más de un millón de albatros. Y no tienen depredadores, así que no muestran miedo por el ser humano, es como estar en el jardín del Edén. Se van acercando, se dejan prácticamente tocar, muestran curiosidad, le dejan a uno aproximarse al polluelo o al huevo. Cuando filmamos la película no se utilizaron los teleobjetivos, la cámara estaba pegada literalmente al polluelo. Ver cómo se alimentan, cómo se relacionan, cómo hablan entre ellos, tienen unos rituales nupciales especialmente bellos con una serie de danzas. Son animales extraordinarios.

Fue muy duro ver cómo en uno de los lugares, que tendría que ser el más limpio del mundo, en este santuario de vida marina tan alejado de la costa, estos animales morían y al descomponerse sus cuerpos se podía ver todo su interior lleno de todos esos plásticos de nuestra vida cotidiana: cepillos de dientes, mecheros, tapones de botella.

A Black Browed Albatross (Thalassarche melanophris) sitting on a nest in a mixed nesting colony of albatross's and Rockhopper Penguins (Eudyptes chrysocome) on Westpoint island in the Falkland Islands off argentina, in South America. Albatrosses are globally thratened by long line fishing boats who are responsible for killing thousands of birds.
Los albatros no tiene ningún tipo de depredadores en su hábitat natural, la mayor causa de sus muertes es el consumo excesivo de plástico. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿Qué relación hay entre el uso del plástico del humano en estas aves y el nuestro?

M. M.: Bueno, estas aves no están más afectadas por el plástico que nuestros bebés, que nosotros mismos. Nos tenemos que proteger a nosotros mismos y a estas aves. Todo pasa por el mismo proceso de transformación profunda de nuestros sistemas económicos y sociales. Pero no sistemas que sean circulares, que no extraigan nada y que no generen residuos, sino sistemas regenerativos que estén en alianza con la regla de la vida. Y esta transformación es a lo que me dedico, es exactamente la misma que nos va a proteger a los albatros, a los seres humanos, nos va a proteger del cáncer, de los plásticos, de la contaminación, de la carbonización, del cambio climático. Es todo exactamente lo mismo y tiene exactamente la misma solución.

SEMANA: ¿Qué tanto ha empeorado la contaminación por plásticos en el océano Pacífico?

M. M.: Bueno, la contaminación por plástico sigue en una tendencia de incremento exponencial en todos los océanos del mundo. Y nos ha afectado también a nosotros, ya sea nuestro torrente sanguíneo, nuestra linfa, nuestro plasma, el líquido cefalorraquídeo. Es decir, pensar que la contaminación por plásticos no es un problema medioambiental, sino también es un problema de salud ambiental, que vienen a ser la misma cosa.

Estas aves no tiene depredadores, su única causa de muerte es el plástico que comen.
Estas aves no tiene depredadores, su única causa de muerte es el plástico que comen. | Foto: Aporte Manuel Maqueda

SEMANA: ¿Por qué el plástico es tan dañino?

M. M.: El plástico, como cualquier otra tecnología, no es un enemigo, es un amigo. Es simplemente una tecnología, un poder que ha adquirido el ser humano con su ingenio. Y como es una tecnología muy poderosa, tanto para hacer nuestras vidas más cómodas y hacer muchas cosas posibles, como para causar el desastre medioambiental y de salud humana que estamos viviendo en este momento. Es un material tremendamente versátil, tremendamente barato y que soluciona tantas cosas que se ha hecho omnipresente en nuestras vidas.

El plástico de por sí no es malo, lo que sí hacemos es muy mal uso de él. Hay dos cosas que una civilización inteligente jamás debería hacer con el plástico. La primera es utilizarlo para objetos de usar y tirar, porque el plástico es un material que el planeta no puede digerir. Cuando lo utilizamos para objetos diseñados para convertirse en basura, estamos creando un problema sistémico, global. Y lo segundo es que jamás deberíamos usar el plástico para ponerlo en nuestra comida, en nuestra bebida. El plástico contiene aditivos tóxicos que pasan a la comida y a la bebida y por eso el 100 % de las personas que lean este artículo, si tuviéramos un análisis de sangre, encontraríamos que están contaminadas por aditivos del plástico.

Cuando las aves mueren, se pueden observar en su interior el plástico que consumieron.
Cuando las aves mueren, se pueden observar en su interior el plástico que consumieron. | Foto: Aporte Manuel Maqueda

SEMANA: ¿Qué podemos hacer las personas para reducir el consumo de plástico?

M. M.: El primer paso es protegernos a nosotros mismos y a nuestra salud de los impactos del plástico, por lo cual deberemos evitar comer y beber plástico en la medida de lo posible. Y a continuación, para reducir nuestra huella de plásticos desechables, nos fijaREmos en los plásticos de un solo uso que utilizamos en nuestros hogares y vamos a comenzar por aquellos objetos que son menos necesarios, que desafortunadamente también son de los más abundantes. Por ejemplo, bolsas para la compra. No necesitamos tener una bolsa cada vez que vamos a comprar. También plástico en botellas. No necesitamos tirar una botella cada vez que bebemos, podemos rellenarlas, podemos comprar en otros materiales.

Ir poco a poco eliminando los plásticos en nuestra alimentación y en nuestra bebida. A continuación podemos pasar a cosméticos y a otras áreas progresivamente más difíciles. Pero es muy fácil, relativamente fácil, eliminar nuestros plásticos de nuestras necesidades de comida y de bebida en un tiempo muy corto y con eso se reduce nuestra huella plástica en un porcentaje muy alto y vamos a proteger también nuestra salud.

Image was taken in the Pacific Ocean offshore from New Zealand's North Island.
Los albatros pueden volar grandes distancias sobre el océano y tomar agua de allí. | Foto: Getty Images

SEMANA: Cada vez hay más estudios que alertan de la presencia de micro y nano-plásticos en lugares como en la placenta de la madre, en el cerebro de las personas. ¿Cómo logra llegar esta cantidad de material al cuerpo humano?

M.M: El problema es que el plástico es un material que si bien el planeta no lo puede digerir, la naturaleza tampoco, es decir, no se biodegrada. Sí se va fragmentando en trocitos cada vez más pequeños incluso hasta llegar a esos tamaños microscópicos, incluso hasta llegar a nivel molecular, pero sigue siendo plástico y sigue conservando sus propiedades tóxicas. Entonces el micro y nano-plástico no es nada más que el destino de todos los plásticos que hemos creado en el planeta.

Hay una producción tan enorme de plásticos en nuestro planeta y hay tantos en el medioambiente que, por ejemplo, cualquier muestra de arena de playa que recojamos en cualquier lugar del mundo va a dar positiva siempre por micro y nano-plásticos. Están en las nubes, están en el aire, están en el agua. Se estima que una persona de media ingiere, inhala y bebe entre 3 y 5 gramos de microplásticos a la semana. Eso es el equivalente a una tarjeta de crédito.

Macro shot on a bunch of microplastics that cannot be recycled.
Un ser humano puede consumir entre 3 a 5 gramos de micro y nano-plásticos a la semana. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SEMANA: ¿Qué ocurre con estos micro y nano-plásticos cuando entran en nuestro organismo?

M.M: Esto es algo muy nuevo que la ciencia está empezando a estudiar. Sabemos, por ejemplo, que dos horas después de la ingesta ya pueden atravesar la barrera hematoencefálica, es decir, penetrar el cerebro humano. Es uno de los lugares más protegidos de todo nuestro organismo, y ahí se van acumulando. También sabemos que están prácticamente en cualquier órgano.

Todavía no entendemos muy bien los efectos que tienen para la salud, pero cada vez tenemos más evidencia de que pueden tener efectos muy nocivos. Hace poco se publicó un estudio en el que se analizaron cerebros humanos a través de autopsia y las personas que habían muerto con demencia, tenían 5 veces más microplásticos en su cerebro que las demás. Se han asociado también los microplásticos a trastornos de comportamiento como la demencia y el Alzheimer en animales. Además, cada vez tenemos más evidencia de que estos micro y nano-plásticos están asociados a las principales epidemias de nuestra era.

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Para reducir la contaminación por plástico es vital dejar de usar este material de un solo uso, como botellas, envases, bolsas y pitillos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SEMANA: ¿Qué tan efectiva es la prohibición de plásticos de un solo uso como regulación de los Estados para reducir el exceso de consumo de plástico?

M.M: Está claro que el plástico nos parece muy barato y muy cómodo porque no estamos entendiendo el costo completo. Si entendiéramos el costo en salud humana, en salud mental que tiene, sería el material más caro que hay en el planeta. Y nos parecerá muy cómodo, pero a mí, que soy padre de niños, me es muy incómodo ir a una playa y encontrarla llena de plástico y saber que ellos nunca van a conocer una playa libre de plástico.

Entonces tenemos que redefinir los costos, tenemos que redefinir también qué nos es cómodo, qué nos es útil en la sociedad. Y muchas veces cuando falla, digamos, esa atribución de costes verdaderos, es necesario que los gobiernos nos atribuyen a través de responsabilidad extendida al productor, a través de prohibición de aquellos plásticos más superfluos, innecesarios y contaminantes. El plástico es un secreto industrial, o sea que es muy importante. Es un tema no ya de protección medioambiental, sino de protección de la salud humana, y los Estados pueden y deben intervenir.

SEMANA: ¿Cuál es el propósito de su visita a Colombia por estos días?

M.M: Bueno, Colombia es un país en plena expansión, en pleno desarrollo y el sector construcción es uno del cambio. Y eso también conlleva una responsabilidad en el punto de vista ambiental. Y me es muy grato saber que este sector se ha involucrado mucho en construir de forma más circular. Y por eso han reclamado mi presencia en este congreso de Camacol Verde.