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Estos son los países que más usan la pena de muerte. Su uso alcanzó su nivel más alto en una década
El número de condenas a muerte impuestas en todo el mundo en 2023 aumentó un 20%, elevando el total a 2.428.
El uso de la pena de muerte alcanzó en 2023 su nivel más alto en casi una década, reveló el miércoles un informe de Amnistía Internacional, aunque casi tres de cada cuatro países no la aplican, ya sea porque está prohibida o porque no la han puesto en práctica en al menos una década. Irán fue el líder en las ejecuciones registradas el año pasado, con 853 ejecuciones, pero se cree que China es de lejos el mayor verdugo, con “miles” de personas ejecutadas en secreto cada año, según Amnistía.
Las siguientes son cifras claves de la práctica.
Abolida en 112 países
Dieciséis países ejecutaron prisioneros en 2023. Casi tres cuartas partes de todos los países habían abolido la pena capital para finales de 2023. Un total de 112 países la abolieron para todos los crímenes, 23 son considerados abolicionistas en la práctica porque no han ejecutado a nadie en una década y nueve la suprimieron para delitos comunes. El único país del continente europeo que aún aplica la pena de muerte es Bielorrusia, un firme aliado de Rusia.
Repunte en Irán y Arabia Saudita
Las 853 ejecuciones confirmadas por Amnistía en 2023 en Irán representan un aumento de casi 50% respecto al año anterior, cuando ya se había registrado una subida de 83% respecto a 2021. La mayoría fueron ahorcamientos por delitos de drogas, 38 por “corrupción en tierra” -un cargo utilizado para condenar a disidentes desde el inicio de protestas contra el uso del velo en octubre de 2022-.
Irán ejecutó a ocho hombres en casos ligados a esas protestas. Grupos de derechos humanos señalan que el repunte de los ahorcamientos busca generar miedo en la población.
“El gigantesco repunte de las ejecuciones documentadas se debió principalmente a Irán. Las autoridades de este país mostraron un total desprecio por la vida humana y aumentaron las ejecuciones por delitos de drogas, lo que puso aún más de relieve el impacto discriminatorio de la pena de muerte en las comunidades más marginadas y empobrecidas de Irán”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
Arabia Saudita es conocida por las decapitaciones. El reino ejecutó a 81 personas en un solo día en 2022. Ese año se triplicaron las ejecuciones a 196, y siguieron elevadas en 2023, con 172 casos, sobre todo por asesinato o terrorismo.
Declive en Estados Unidos
En Estados Unidos se dieron 24 ejecuciones en 2023, por encima de los 18 en 2022, pero lejos de las 98 de 1999. La tendencia es hacia la abolición del castigo, con 23 de los 50 estados que prohíben su uso, y otros 14 que han suspendido las ejecuciones desde hace una década o más. La primera ejecución de 2024 en el país, la de Kenneth Smith, condenado por asesinato, fue mediante inhalación de gas de nitrógeno, un método que causa sofoco y es condenado por la ONU que lo equipara con la “tortura”.
“Un determinado número de estados de Estados Unidos mostró una escalofriante adhesión a la pena de muerte, así como su despiadada intención de invertir recursos en arrebatar vidas humanas. También se empezaron a llevar a cabo ejecuciones mediante el cruel nuevo método de la asfixia por nitrógeno, y Alabama usó ignominiosamente este método no probado para matar a Kenneth Smith este mismo año, apenas 14 meses después de haberlo sometido a un intento de ejecución fallido”, prosiguió Agnès Callamard.
Reducción en África
El único país en África subsahariana en aplicar la pena de muerte en 2023 fue Somalia, donde las ejecuciones triplicaron a 38. Las cortes del país del Cuerno de África suelen dictar la pena de capital para casos de terrorismo. Somalia enfrenta una insurgencia de 17 años del grupo Al Shabaab, ligado a Al Qaida, así como militantes del grupo Estado Islámico.
Unas tres cuartas partes de los países africanos han abolido la pena de muerte, ya sea legalmente como en la práctica.
*Con información de AFP.