Estudiantes fueron denunciados por usar inteligencia artificial en un trabajo; justicia dio la razón a profesores

La IA está transformando la forma en que vive el mundo, la manera en la que se trabaja y el estilo de relaciones entre las personas. Si bien sus beneficios son inmensos, como la eficiencia y la innovación, también plantean desafíos éticos y sociales, como la privacidad, el desplazamiento laboral y los sistemas algorítmicos.

En resumen, la inteligencia artificial representa una herramienta poderosa que, bien utilizada, puede mejorar significativamente la calidad de vida. Sin embargo, su desarrollo y aplicación requieren un enfoque responsable y ético para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos.

A pesar de que es una ayuda para diversas situaciones y formatos del día a día, es indispensable saber diferenciar la manera de aplicarla en las labores profesionales o estudiantiles. Al ser de fácil acceso, hay quienes prefieren que sea limitada para no causar daños a futuro en los procesos de cada persona.

De hecho, recientemente, una noticia comenzó a darle la vuelta a las plataformas digitales, debido a lo relatado por medios internacionales. Un inesperado caso académico fue foco de atención, precisamente por el abuso que se le habría dado a esta herramienta.

Según portales como Marca y 3D Juegos, un particular caso hizo eco en las redes sociales, debido a una decisión que tomaron profesores en contra de dos alumnos, que viven en Estados Unidos, que utilizaron una herramienta llamada Grammarly, muy parecida a ChatGPT. El portal Ars Technica apuntó que los dos jóvenes usaron un texto que generó la inteligencia artificial y no se pusieron a la tarea de corroborar lo que arrojó este espacio.

Cuando el proyecto fue revisado por los maestros, se percataron de que había información errada y problemas serios dentro de los párrafos. Las reglas, aunque no incluyen la IA, sí menciona que no está permitido el uso de tecnología para esta clase de tareas.

Al descubrir la verdad, las directivas del centro estudiantil prefirieron suspenderlos, por lo que uno de los involucrados quedó por fuera de un escenario que ayuda al ingreso a la universidad.

Los progenitores de ambos jóvenes pelearon y buscaron justicia, pero un tribunal falló a favor de los profesores, exponiendo que no había nada injusto dentro del camino que tomaron.

Las autoridades, encargadas de llevar el caso, aseguraron que esto fue justo y la medida no iba en contra de las corrección que merecían los estudiantes. Aunque los progenitores intentaron respaldarse en la no existencia de reglas sobre la IA, los encargados rechazaron el alegato y se inclinaron hacia las bases de la institución.

Otro caso de sanciones por uso de IA

De acuerdo con lo que reseñó el portal Ars Technica, un estudiante de secundaria de Massachusetts, Estados Unidos, fue sancionado de forma severa por la institución, debido a que fue pillado tras realizar un trabajo con la inteligencia artificial. El joven recurrió a ChatGPT para hacer una de sus tareas, por lo que los profesores optaron por castigarlo y reportar su caso.

Esta decisión no gustó a los padres, quienes decidieron poner una demanda contra el centro estudiantil, alegando que no existía ninguna prohibición para usar esta clase de ayudas. Las directivas respondieron y defendieron la decisión, justificando que esto era para evitar plagio o problemas de derechos de autor.

A pesar de que el alumno confesó que sí usó esta clase de herramientas tecnológicas, el error estuvo en no citar que la utilizó, pues los maestros consideraron que era un acto deshonesto.