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Extrema soledad y maltrato físico y psicológico, los traumas que atormentaron de joven a Javier Milei, presidente electo de Argentina
El nuevo presidente electo de Argentina se supo imponer contra Sergio Massa en las elecciones presidenciales de este domingo y logró una victoria histórica. Estos son los duros traumas que tuvo que vivir en su infancia y juventud.
Después de dados a conocer los resultados de las elecciones presidenciales de Argentina, el candidato libertario Javier Milei fue el ganador de la jornada con una contundente victoria sobre el peronista Sergio Massa. El presidente electo del país gaucho logró tener el 55 % de los votos, mientras que el segundo en los comicios llegó a tan solo el 44% de las urnas. Esto a pesar de que antes de las elecciones se esperaba un escenario mucho más reñido.
El hombre que a partir del 10 de diciembre dirigirá Argentina tiene grandes dolores que ha arrastrado durante la vida. Empiezan por la pésima relación con sus progenitores, marcada por la violencia paterna, de la cual su mamá era cómplice. “Con mis papás llevamos casi diez años sin hablarnos”, dijo en una ocasión. “Creo que todos los maltratos que me tocó vivir, ya sean físicos o psicológicos, hicieron que eso haya afectado mi personalidad”, manifestó en una entrevista a KZO.
La mano derecha del candidato libertario es su hermana, Karina, quien maneja la agenda y es la principal asesora. Pero en la infancia ambos fueron víctimas de la complicada relación con sus padres. “Están viendo la tele que hablan de la guerra en Las Malvinas. Y Milei, de 12 años, dice algo como ‘esto va a salir mal’. El padre, en un ataque patriótico y violento, lo persigue por la casa y lo golpea salvajemente frente a toda la familia. La hermana se desmaya ante la escena, la tienen que internar por el shock que sufre y desde el hospital la madre llama a Milei y le dice: ‘Tu hermana se va a morir y es culpa tuya’”, contó a SEMANA Juan Luis González, escritor del libro El Loco, que relata las facetas desconocidas del político.
Esta atropellada relación hizo que, por ejemplo, estuviera a punto de no graduarse como profesional en economía, ya que en el último semestre su papá no quiso pagar para que pudiera terminar los estudios. Asimismo, también vivió una juventud muy marcada por la profunda soledad.
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Así es Javier Milei
“Toda esa violencia, la madre era cómplice de la violencia, el bullying del colegio, la falta de amigos, la falta de parejas, la soledad tan tremenda. Él pasó 15 Navidades y 15 Años Nuevos brindando solo con el perro. Le daba champán al perro. Esa es una soledad tremenda”, relató el escritor en diálogo con SEMANA.
Irascible, franco, espontáneo, Javier Milei irrumpió en la política argentina insultando políticos y prometiendo dolarizar la economía. Pero, forzado a buscar consensos para ganar el balotaje de este domingo, guardó la motosierra que antes blandía como su estandarte y ahora luce “amordazado”.
El economista ultraliberal y antisistema ganó las primarias rompiendo el bipartidismo argentino y llamando a “dinamitar” el Banco Central, cortar el gasto público, reducir al mínimo el papel del Estado y acabar con la “casta política y chorra (ladrona)”.
Además, niega que exista una brecha salarial entre hombres y mujeres y rechaza el consenso de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura (1976-1983), establecido por organizaciones de derechos humanos, al estimar en menos de la tercera parte esa cifra.
Su estilo es el de un candidato enojado que llama a canalizar en él la rabia de quienes están decepcionados del peronismo, la corriente política que ha marcado la historia de Argentina desde los años 1940 creada alrededor de la figura del militar populista Juan Domingo Perón y encabezada por el Partido Justicialista.
Luego de llegar en segundo lugar detrás del candidato oficialista, el ministro de Economía Sergio Massa (37 %), Milei buscó acuerdos. Se moderó para atraer el 24 % de votantes de la conservadora Patricia Bullrich y para obtener el beneplácito del expresidente liberal Mauricio Macri (2015-2019).
Así, el candidato, de 53 años, no volvió a mostrarse con la motosierra en mano, redujo sus apariciones públicas y las de su círculo más cercano, dejó de hablar de cerrar ministerios y apagó sus incendiarias declaraciones; aunque se mantiene firme respecto a la dolarización de la economía local. “Ahora está amordazado porque necesita mostrarse como una persona viable. Veremos el domingo hasta qué punto le sirvió eso o no”, añadió Amadeo. Las últimas encuestas le muestran empatado con Massa.
*Con información de AFP.