Entrevista
“Hemos naturalizado que nos mientan”, Pedro Baños, escritor y analista experto en geopolítica
El coronel Pedro Baños, reconocido escritor y analista de geopolítica, lanza su libro La encrucijada mundial. En él, muestra sus preocupaciones y da las soluciones que cree necesita el mundo.
SEMANA: ¿Cómo un coronel del equipo de tierra de España, de misiones en Bosnia y Herzegovina, termina siendo escritor y un analista reconocido por toda Hispanoamérica?
Pedro Baños: Ha sido por azar. Comencé allá como en el año 2004, porque al entonces almirante que mandaba en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional en Madrid, se le ocurrió que era conveniente que los militares nos diéramos a conocer también desde el punto de vista intelectual, que fuéramos a universidades a dar conferencias, que escribiéramos en prensa, y me presenté voluntario. En cuanto al tema del libro, en 2015 el editor del Grupo Planeta me propuso escribir un libro sobre geopolítica y acepté.
SEMANA: ¿Qué trae este nuevo libro, La encrucijada mundial?
P.B.: Es un libro diferente a los anteriores, y los anteriores son básicamente sobre temas de geopolítica. Pero con este he querido ir un poco más allá y me he metido en temas sociales y políticos. Yo tengo la suerte de cada día estar literalmente en una parte diferente de España o del extranjero, y me daba cuenta de que había una serie de temas que eran recurrentes, de preocupaciones, de inquietudes, y es lo que he querido reflejar en el libro en la parte de las problemáticas. Pero luego he intentado ir mucho más allá, a lo que llamo el subtítulo ‘El manual del mañana’, donde están las grandes soluciones.
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SEMANA: ¿Por qué querer dar las soluciones para lo que necesita el mundo?
P.B.: Porque en otros libros había personas que me decían que reflejaba bien la problemática, pero que no me atrevía a dar soluciones. Esta vez me he atrevido. Además, no quiero que sean soluciones definitivas, sino, sobre todo, que se abran nuevos debates sociales.
SEMANA: Desde su perspectiva, ¿cómo ve a Colombia en este mundo de la geopolítica?
P.B.: Colombia tiene una posición geopolítica absolutamente clave, tiene que ser consciente de ello y la tiene que valorar. Además, por esa posición geopolítica, no debemos olvidar que tiene tanto interés Estados Unidos en Colombia y siempre ha tenido bases militares en Colombia porque le permite controlar el canal de Panamá. Además, tiene frontera con otro país, como es el caso de Venezuela, con el que también es un país geopolíticamente muy interesante y, por tanto, creo que es conveniente, absolutamente necesario, que también los líderes colombianos entiendan muy bien por dónde va el mundo en todos los aspectos, más allá incluso de la propia realidad.
SEMANA: El libro presenta las preocupaciones por un conflicto entre Estados Unidos y China. ¿Cómo lo entiende?
P.B.: Es la mayor preocupación geopolítica del momento. Estamos hablando de un Estados Unidos que ha dominado el mundo a capricho, sobre todo desde 1991, y que de repente ve cómo hay otro país que quiere ser el centro mundial. Esta situación lo más previsible es que degenere en un enfrentamiento militar de alta intensidad, es lo que la historia nos demuestra, porque obviamente ahora mismo ya están en guerra, pero la guerra de instrumentos económicos, con la tecnología, con las finanzas, pero esto puede generar efectivamente en una guerra de corte convencional.
SEMANA: Una de las encrucijadas del libro es la política y el desprestigio. ¿Cómo funcionan?
P.B.: Estos días he visto las televisiones de varios países y pasa como en España, casi solamente se habla de casos de corrupción política. Es un escándalo tras otro, y en cierto modo estamos adormecidos que parece que ya no nos importa, hemos naturalizado el que nos mientan. Esto, efectivamente, es un gran deterioro para la democracia.
SEMANA: El libro es un manual de soluciones, ¿qué nos puede contar de esto?
P.B.: Me propongo a buscar cómo entre todos podemos conseguir un mundo más libre, más justo, más seguro y más humano. Por ejemplo, propongo cómo hacer que la tecnología no vaya corriendo mucho más rápido que la ética y la moral. Hay cosas que podemos hacer para mejorar todo, empezando por la educación, perfeccionar la democracia y buscar unos nuevos liderazgos.