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Huw Edwards, expresentador estrella de la BBC, se declaró culpable de tener “imágenes indecentes de niños”
El periodista llegó a su punto más alto de reconocimiento cuando anunció el fallecimiento de la reina Isabel II en 2022.
Huw Edwards, el periodista y presentador más conocido de BBC, se declaró culpable el miércoles de la “realización de imágenes indecentes de niños” un año después del escándalo que provocó su salida de la cadena pública británica. El expresentador y padre de familia de 62 años, que ha relatado en antena los eventos más importantes de Reino Unido desde principios de los años 2000, anunció su decisión en una sesión preliminar en el Tribunal de Magistrados de Westminster en Londres.
Esto implicará que el juez pronunciará su pena posteriormente sin necesidad de celebrarse un juicio. El periodista, que compareció con un traje oscuro, se expone a diez años de cárcel. Aun así, la Fiscalía sugirió durante la audiencia que podría bastar una pena de prisión condicional acompañada de tratamiento obligatorio, dados los problemas psicológicos y los “remordimientos sinceros” expresados.
La acusación se basa en 41 imágenes, algunas de un menor de 7 a 9 años, compartidas en la aplicación de mensajería WhatsApp entre diciembre de 2020 y agosto de 2021. Había sido detenido provisionalmente el 8 de noviembre de 2023 y fue formalmente acusado el 26 de junio, precisó la misma fuente. Se encuentra libre en la actualidad bajo control judicial.
Cristiano practicante, Huw Edwards está casado con una productora de televisión, Vicky Flind, con la que tiene cinco hijos. Durante dos décadas, Edwards presentó el noticiario nocturno de las 10 de la noche y, por ejemplo, fue el encargado de anunciar a los británicos la muerte de la reina Isabel II, el 8 de septiembre de 2022.
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Pero hace un año él se convirtió en la noticia tras ser acusado de pagar a un adolescente a cambio de fotografías de carácter sexual y fue suspendido del trabajo de manera indefinida mientras avanzaba la investigación criminal en su contra. La policía había señalado entonces que no había encontrado elementos que apuntaran a la comisión de una infracción penal, sin embargo, las averiguaciones continuaron.
El presentador nunca volvió a antena y BBC anunció en abril su renuncia que, según explicó la cadena británica oficial, fue decidida por el periodista “por consejo de sus doctores”. Su inculpación y la gravedad de los cargos suponen un nuevo golpe a la reputación de BBC, duramente criticada por su gestión del escándalo y que le ha costado multitudinarios rechazos en redes sociales.
La cadena pública llevó a cabo una investigación interna que concluyó insuficiencias en sus procedimientos para tratar las denuncias relativas al comportamiento de sus empleados. Por lo cual, anunciaron nuevos procedimientos para manejar las denuncias en contra de los trabajadores, sin embargo, no evitó la lluvia de críticas y manifestaciones.
El gigante audiovisual arrastra en su historial numerosos escándalos de carácter sexual, como el caso de Jimmy Saville, acusado de violaciones y agresiones sexuales a menores durante décadas, que no se revelaron hasta un año después de la muerte del popular presentador.
*Con información de AFP.