Mundo
Increíble: la habitación del caso Daniel Sancho, en la que asesinó a Edwin Arrieta en Tailandia, es solicitada por viajeros
En medio del entramado que causa el caso de Sancho, durante el tiempo que se realizó la investigación y el juicio, la habitación del complejo estuvo cerrada.
El asesinato del colombiano Edwin Arrieta a manos del español Daniel Sancho es uno de los casos más mediáticos a nivel mundial, que llevó a juicio al responsable de su muerte en Tailandia. Ahora, con el cierre del caso, un hecho ha generado asombro: la habitación donde ocurrió el crimen ha sido reabierta y muchos turistas piden alojarse en ella.
Treinta días después del inicio del juicio contra el chef, en el que se le acusa de homicidio predeterminado y el descuartizamiento de Arrieta, el tribunal concluyó los alegatos presentados por la defensa y las declaraciones del acusado para tomar una decisión sobre la esperada sentencia.
Sancho insistió en una de sus últimas declaraciones que lo ocurrido con Arrieta fue fruto de un accidente; sin embargo, y según Antena 3, la acusación se mantiene firme en que hubo premeditación.
En agosto se cumplirá un año del crimen contra el médico, por lo que la defensa de la familia Arrieta pide una indemnización de 410.000 euros y justicia por el daño causado por parte de Sancho.
Tendencias
Todo ocurrió en una habitación que reservó Sancho para compartir con Arrieta en el complejo Haad Salad Villa, en la isla de Koh Phangan (Tailandia), en donde ocurrió el atroz crimen.
En una larga declaración, Sancho narró lo que pasó el 3 de agosto del año pasado y en la que ha defendido que la muerte de Edwin Arrieta fue un accidente: “No aceptaba que rompiera nuestra relación y me acosaba. No fue premeditado, fue una pelea”, dijo, manteniendo la versión de que el colombiano intentó abusar sexualmente de él y, tras un forcejeo, cayó contra el lavamanos golpeándose la cabeza y falleciendo a causa del golpe.
La Fiscalía presentó las pruebas que comprometen a Sancho como los videos en los que recorrió varias calles, la compra de cuchillos y un video de la reconstrucción de los hechos, en el que explicó cómo desmembró el cuerpo del colombiano y los métodos que utilizó para no dejar evidencias en su contra.
“Esto estaba lleno de mucha sangre. En poco tiempo todo estaba lleno de sangre. Yo no me quedé aquí. Creo que le volví a golpear, una y otra vez. Abrí la ducha y encendí el agua para que se llevara toda la sangre porque había mucho. Puse el agua caliente a tope para que la sangre no coagulase y pegase”, indicó Sancho a los oficiales.
El próximo 29 de agosto el día en que se dará por concluido el proceso y se dictará sentencia condenatoria por parte del juez.
La habitación más solicitada
En medio del entramado que causa el caso de Sancho, durante el tiempo que se realizó la investigación y el juicio, la habitación del complejo estuvo cerrada. Ahora que el proceso ha terminado, decidieron reabrirla para ofrecerla a los turistas, por lo que han aumentado las reservas de interesados por hospedarse en el lugar donde ocurrió el desmembramiento del cirujano colombiano.
Según el diario El Mundo, una reserva en el complejo Haad Salad Villa oscila entre los entre 15 y 70 euros, algo normal para un viajero, pero ante la curiosidad y el hecho de estar en la habitación donde se registró el crimen disparó la demanda y ahora cuesta hasta 250 euros (supera el millón de pesos colombianos).
En la descripción de lo que ofrece el complejo en esta habitación se encuentra un antejardín, balcón privado, wifi gratis y la una cafetera y una tetera. En la investigación sobre Sancho se especula que con un electrodoméstico Sancho calentó parte del agua con la que disipó las muestras de sangre.
Tras realizarse los procesos investigativos y judiciales del caso, la reapertura de la habitación contó con un ritual de purificación, en el que un monje budista roció agua bendita y bendijo la puerta para sacar todo rastro de malas energías o presencias incómodas.
La periodista María Álvarez de la cadena Telecinco indicó que “nos explicaba una vecina de la zona, que es una de las propietarias de los establecimientos turísticos, que había sido una iniciativa que partió de ella, que es una persona de creencias budistas, como la mayoría de habitantes de la isla, y creían que era la mejor manera de apartar esos malos espíritus de una casa en la que ha sucedido tan escabroso suceso”.