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James Cameron afirma que se enteró desde el lunes de una posible implosión del Titán y habla de que se dieron falsas esperanzas
Cameron ha participado en más de 30 inmersiones en sumergibles para visitar los restos del Titanic.
Tras la noticia de la muerte de los cinco pasajeros a bordo del sumergible de la empresa OceanGate Expeditions, que desapareció el pasado domingo 18 de junio en el océano Atlántico durante una inmersión para visitar los restos del famoso barco Titanic, se han dado a conocer distintas declaraciones de James Cameron, director de la reconocida película Titanic, quien a lo largo de los años ha trabajado el tema.
Cameron es además de director y cinematógrafo, un experimentado buceador y ha participado en más de 30 inmersiones en sumergibles para visitar los restos del Titanic.
La misión de OceanGate
De acuerdo con el diario británico Daily Mail, Cameron se enteró el lunes sobre la desaparición del sumergible Titán, que inició su inmersión el domingo 18 de junio y perdió contacto con el exterior a menos de dos horas después de haber partido.
En entrevista con CNN, Cameron afirmó que el mismo lunes comenzó a buscar información: “Rastreé información que probablemente era de origen militar, aunque podría haber sido una investigación, porque hay hidrófonos en todo el Atlántico, y obtuve la confirmación de que había un ruido fuerte consistente con una implosión”, aseguró.
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Las dudas de Cameron
Como experto en aguas profundas y, debido a su experiencia en decenas de inmersiones al sitio, Cameron tenía profundas dudas sobre el casco de fibra de carbono que usaba el submarino de OceanGate Expedition.
Cameron, quien dirigió la exitosa película Titanic de 1997, dijo que sus inmersiones se habían realizado en un submarino de cerámica, que era un material más resistente a la intensa presión bajo el agua.
Para Cameron, el hecho de haber iniciado una mediática búsqueda del submarino podría haber dado lugar a falsas esperanzas, dada la información que él mismo conoció de una posible implosión el lunes.
La tristeza
El director de la reconocida película Titanic de 1997 afirmó en la entrevista con Anderson Cooper que se encontraba también en una misión en un barco en el mar el día que todo sucedió y, por eso, se enteró el lunes, pero desde ese día entendió lo que probablemente había pasado.
Comentó también que se puso en contacto con gente de la comunidad al saber de los hechos: “Lo primero que supe fue el lunes por la mañana. Inmediatamente entré en mi red, porque es una comunidad muy pequeña en el grupo de inmersión profunda, y descubrí cierta información con aproximadamente media hora de que habían perdido las comunicaciones y habían perdido el seguimiento simultáneamente”.
Cameron indicó que la implosión fue para él, desde el inicio, el escenario más probable: “El único escenario que se me ocurrió en mi mente que podría explicar eso fue una implosión. Un evento de onda de choque tan poderoso que en realidad eliminó un sistema secundario que tiene su propio recipiente a presión y su propia fuente de alimentación de batería, que es el transpondedor que usa el barco para rastrear dónde está el submarino”.
El mismo lunes, Cameron tomó incluso una decisión para honrar a las personas que habían perdido la vida: “Hice saber a todo mi círculo íntimo de personas que habíamos perdido a nuestros camaradas, y alenté a todos a levantar una copa en su honor, el lunes”.
Cuando vio lo que estaba pasando con la búsqueda esperó estar equivocado, pero afirmó que sabía en su corazón desde el inicio qué sucedió.
Cameron y sus inmersiones
El director de cine ha contado que una de las 33 expediciones que ha realizado, para visitar los restos del transatlántico británico, quedó atrapado durante 16 horas por culpa de una corriente de agua.
“Dos de las baterías se acercan peligrosamente al agotamiento, la brújula me da errores y el sonar ha pasado a mejor vida. Por si todo eso fuera poco, dos de los tres propulsores de estribor ya no funcionan, por lo que el sumergible avanza muy despacio y es difícil de controlar”, contó Cameron durante el viaje, en un reportaje publicado por National Geographic.
El cineasta relató que por la falla, el último propulsor y el sumergible solo realizaban movimientos circulares. Pues dos horas antes de que se cumpliera el tiempo previsto para la expedición, se comunicó con la superficie y avisó que iba a ascender.
“En vista de que no puedo tomar muestras ni explorar más allá de donde estoy, no hay ninguna razón productiva para demorar la estancia”, comentó en el documental Cameron.