Davos
Javier Milei se robó el show en Davos: estas son las abismales diferencias con Petro y otros mandatarios del mundo
Javier Milei fue la estrella en Davos. Su discurso generó furor y dejó marcadas las enormes diferencias que existen con Gustavo Petro y los líderes de América Latina.
Pocas veces en la historia un discurso en el prestigioso Foro Económico Mundial se vuelve un tema de conversación en las calles. Se trata del encuentro más esperado del año para los líderes de la economía y las grandes fortunas. Sin embargo, sus mensajes casi nunca llegan al ciudadano de a pie, a excepción de lo sucedido esta semana con el discurso de Javier Milei. El mismo presidente argentino, el viernes pasado, sacó pecho y mostró cómo su intervención era, de lejos, la más vista en el planeta.
Milei fue la estrella de Davos. Desde que llegó al poder en diciembre del año pasado, luego de vencer al kirchnerismo en una histórica elección que América Latina siguió con pasión y devoción, su discurso en contra de la izquierda radical y de los intentos del socialismo de llegar al poder ha generado euforia en lo que se denominan las mayorías silenciosas. Su debut en Suiza ha sido catalogado como histórico, polémico y provocativo.
Fue tan impactante que se hizo viral, incluso fue publicado por Elon Musk. Por años, el discurso de izquierda había dominado la narrativa mundial que existe sobre América Latina. Por eso, quizás lo que más impactó de la intervención de Milei fue cómo marcó diferencia. Especialmente con el presidente Gustavo Petro, quien pudo ser su antagonista en este escenario. También con Pedro Sánchez, quien vive tiempos difíciles en España. Pero no menos importante, con todas las voces ausentes de este escenario que desde la izquierda radical lideran el continente.
Milei llegó a Davos con un mensaje muy potente. Quería advertirles a las grandes potencias y a los multimillonarios allí presentes acerca de una tesis asustadora: “Occidente está en peligro. Está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que, inexorablemente, conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza”, comenzó diciendo.
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Al inicio de su discurso aseguró que los enemigos de Occidente se esconden en quienes se presentan como “biempensantes” y agregó que nadie mejor que los argentinos para dar fe que “los experimentos colectivistas” solo traen miseria.
Milei hizo algo lógico, pero que en el mundo de las redes y de los activistas es muy poco taquillero: defendió al capitalismo, a las empresas y a los empresarios. Acusa a los líderes de muchos países occidentales de “bregar por el socialismo empobrecedor”. Y aseguró que los Gobiernos con herramientas como la emisión monetaria, el endeudamiento, los subsidios, el control de la tasa de interés, los controles de precios y las regulaciones para corregir los supuestos ‘fallos de mercado’ “pueden controlar los destinos de millones de seres humanos”, haciendo eco de lo que hacen los Gobiernos socialistas de frente.
El hecho de que Milei y Petro fueran los únicos dos mandatarios de América Latina invitados a este encuentro dejó en evidencia las enormes diferencias que existen entre esas dos maneras tan opuestas de ver el mundo. Mientras Milei criticó esa culpabilización que se hace hoy de la riqueza y de la ambición, que en últimas es lo que hace crecer a las economías, Petro se despachó contra el primer mundo y contra los ricos, incluso contra la ayuda que le prestan a Colombia. “La cooperación se construyó con el concepto de un rico muy rico, un Norte muy rico y un Sur muy pobre. Una idea de enviar dineros del Norte al Sur, yo le llamo limosna”, apuntó.
El presidente aprovechó para hablar de la paz y la inequidad social. Aseguró que el mundo estaba en una crisis sin precedentes e hizo un llamado a frenar el cambio climático. Con este discurso, justificó una de las decisiones más polémicas de su mandato: decirle no al petróleo. “Colombia, por ejemplo, ha decidido no contratar más exploraciones de petróleo, de gas y de carbón, hidrocarburos en general, como un efecto de demostración sobre la necesidad que tenemos en nuestra economía mundial de descarbonizarla”, dijo.
No solo en el discurso, sino también en las formas, los dos mandatarios marcaron una enorme distancia. En medio de su cruzada para intentar recuperar la economía de Argentina, Javier Milei planteó una seria reforma al Estado para limitar lo máximo posible el gasto público, que tiene en déficit a cientos de instituciones gubernamentales. Su viaje a Davos fue consecuente con esa apretada de cinturón. Su comitiva solo fue de cuatro personas, pero además viajaron en un vuelo comercial. Se estima que así el Gobierno argentino se ahorró unos 392.000 dólares.
Mientras tanto, el Gobierno de Gustavo Petro gastó más de 4.000 millones de pesos en el alquiler de una casa que sirvió para ser el punto de encuentro para inversionistas y visitantes. Pero dicho ejercicio estuvo lleno de polémica por su alto costo, mientras que aún su alcance y beneficios para el país están en entredicho.
La otra inevitable comparación fue con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien en su discurso se fue en contra del neoliberalismo en el mundo, lo cual hizo que miles de personas lo sintieran como un contraataque de las declaraciones del argentino, que fueron justamente antes del mandatario ibérico. “Los españoles sabemos que las políticas neoliberales no funcionan. No compren los únicos postulados liberales que retratan al Estado como una entidad poco extractiva”, manifestó el mandatario.
Asimismo, el presidente español no claudicó totalmente frente al empresariado como Milei, que declaró que los empresarios exitosos eran héroes y que el Estado no era la solución a todos los problemas de la sociedad. “Para aquellas empresas que quieren enriquecerse generando valor real y pagando su parte justa de impuestos, les damos la bienvenida con los brazos abiertos”, afirmó Pedro Sánchez.
El símil entre el discurso del argentino y el del español se hizo también evidente frente a temas globales. Mientras Sánchez afirma que “España es una democracia plena que defiende el proyecto europeo, pero también el sueño globalista que inspiró la creación de la ONU y las instituciones de Bretton Woods”, Milei afirma que “Occidente está en peligro”.
En materia de discurso, también las comparaciones de Milei con Petro y Pedro Sánchez fueron notorias en asuntos como el cambio climático. Mientras el colombiano y el español pedían el fin de la explotación petrolera y avanzar hacia una economía descarbonizada y limpia, el mandatario argentino contó que la lucha del cambio climático está “llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto”.
El presidente libertario nunca ha ocultado sus reparos sobre dicho rubro que le han valido miles de críticas. En ambos países, las redes se llenaron de videos y memes comparando a sus gobernantes. Entre tanto, el fenómeno Milei no para de crecer.