“La cara de la azafata no sale de mi cabeza”: familia abordó por error el avión que se estrelló en Brasil y tuvo que desembarcar

El vuelo 2283, operado por la aerolínea brasileña Voepass, partió de Cascavel en el sur de Brasil, con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos en Sao Paulo. Su duración habitual para esa ruta es de alrededor de dos horas.

La aeronave desapareció de los radares una hora y 26 minutos después del despegue y después se precipitó sobre una zona residencial de la localidad de Vinhedo, a unos 80 km al noroeste de la ciudad de Sao Paulo.

Impactó sobre el jardín de una casa en el Residencial Recanto Florido, un condominio enclavado en un entorno arbolado. El avión era un bimotor del constructor francoitaliano ATR, modelo 72-500, con dos hélices, 27 metros de largo y capacidad para 68 pasajeros.

En las últimas horas se conoció la historia de Fernando Morais, un joven brasilero que asegura que abordó el avión siniestrado antes de despegar, lo hizo por error y lo hizo con su esposa y su hijo de un año.

Los tres entraron a la aeronave, pero los asientos que había comprado estaban “ocupados ya”, sin embargo se trataba de un error del hombre quien creía que se dirigía a Río Verde pero empezó a sospechar que estaba en el vuelo que no era.

Tan pronto como la tripulación comenzó a verificar los nombres de los pasajeros, Fernando se dio cuenta de que el vuelo no iría a Río Verde . Dice que durante la confusión ayudó la azafata Débora Soper Ávila, de 28 años, una de las víctimas del accidente.

“De hecho, la azafata, Débora, su cara nunca se me sale de la cabeza, allí nos ayudó mucho”, dijo.

La esposa de Fernando, Bruna, que también aparece en el video, relata que la azafata también dijo que, si la familia no podía tomar el vuelo a Rio Verde, podrían ir con ellos a Cascavel (PR) y luego regresar a Guarulhos ( SP) : ruta que tomó el avión antes de estrellarse, según narra el diario O Globo.

“Las azafatas Débora y Rubia, hoy fallecidas, estuvieron con nosotros todo este tiempo, en ese proceso de espera de que llegara el transporte, nos ayudaron con las maletas, con Benício (el hijo del matrimonio). De hecho, hay un video que hice de Benício dentro de ese avión”, dijo el hombre.

“No tengo palabras para agradecer y también dejar mi solidaridad, mi pésame, a todos los familiares porque fue muy triste. Pasamos tiempo con estas personas al menos un poco esta mañana y todos estaban felices y bien”, agregó el hombre conmocionado por lo ocurrido.

Fernando aseguró que el cochecito de su hijo fue enviado a ese avión y figura como perdido. Cree que el objeto pudo haber estado dentro del ATR-72.

Imágenes impactantes grabadas con celular por los vecinos del lugar muestran el avión desplomándose en caída libre en pocos segundos. Según sus relatos, lograron registrar el momento del desplome porque unos segundos antes escucharon un fuerte ruido en el ambiente.

La aeronave, que impactó “de barriga” en el suelo, quedó con la cabina de pasajeros “aplastada”, según los bomberos. Los ocupantes murieron entre el amasijo de hierros y un incendio posterior carbonizó los cuerpos.

De acuerdo con el sitio de seguimiento de vuelos Flight Radar 24, el avión voló durante casi una hora a 17.000 pies (5.180 metros) hasta que minutos después empezó a perder altitud y en apenas un minuto cayó bruscamente hasta los 4.100 pies (1.250 metros).

La aeronave perdió contacto con los controladores a las 13H22 locales y la tripulación en ningún momento “declaró una emergencia ni estar bajo condiciones meteorológicas adversas”, según la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).

El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) está analizando las cajas negras que contienen grabaciones de la cabina y datos del vuelo.

*Con información de AFP.