genética
La clonación crece a pasos agigantados y un colombiano ha logrado conquistar el mercado
La clonación ha sido tema de debate desde que se hizo realidad con el caso de la oveja Dolly, en el año 1996. Muchos argumentan que es un proceso que va en contra de la naturaleza, mientras que otros ven los beneficios de este avance biotecnológico, que permite extender la vida genética.
SEMANA habló con uno de los mayores exponentes de la clonación mundial. Se trata del doctor Ernesto Rojas, quien nació el 27 de diciembre de 1985 en Fusagasugá y ha sido un fiel promotor de la clonación equina. Él logró crear una de las empresas de clonación más exitosas a nivel global: Synergy Cloning.
La clonación es definida como el proceso utilizado para crear una réplica genética de otra célula, tejido u organismo. Los organismos nacen y siguen los mismos pasos de un ejemplar concebido de manera tradicional.
¡Clone Attack! A 20 años del nacimiento de la oveja Dolly https://t.co/8xNqpIMQ3T pic.twitter.com/1SGxhRN7mB
— Trends Español (@TrendsEspanol) July 5, 2016
El primer caso de éxito de una clonación fue la oveja Dolly. El exponente clonado en julio de 1996 causó euforia en el mundo y despertó la curiosidad de muchos por esta técnica. En 2003 se registraron dos casos de éxito, únicamente con fines investigativos. En Italia, el laboratorio Avantea clonó el primer caballo. Luego, en Estados Unidos, se registró la clonación exitosa de una mula.
Estos desarrollos en el campo de la clonación permitieron que otros laboratorios persiguieran el mismo objetivo. La clonación de un caballo cuarto de milla, de nombre Scamper, sería la primera muestra de comercialización de esta técnica de biotecnología. El laboratorio estadounidense ViaGen logró clonar un caballo multicampeón de carreras de barriles.
Tendencias
Fue un caballo castrado que no tenía la posibilidad de transferir su ADN de campeón a futuras generaciones. La clonación de un caballo, en el mundo de los deportes equinos, abrió las puertas para la comercialización de este método y convirtió a los estadounidenses en los pioneros de la biotecnología.
Para Rojas, el hito que disparó la comercialización de la clonación fue el debut de un caballo de polo clonado.
En el 2014 y, después de ser un fiel creyente de la clonación, Adolfo Cambiaso hijo, considerado el mejor polista de todos los tiempos, hizo debutar los clones de la que fue considerada la mejor yegua de la historia, Dolfina Cuartetera. “Cuando Cambiaso debuta con los clones de la cuartetera, se dispara la clonación comercial”, afirma Rojas.
Él agrega que desde siempre fue un apasionado por la reproducción equina. Relata que su camino como médico veterinario empezó “a los 10 años” gracias a una yegua de su infancia llamada Danesa. “Yo decido ser veterinario por esa yegua y me empiezan a apasionar los caballos”, cuenta.
Rojas empezó su carrera veterinaria en la Universidad Nacional en el 2002. Siempre fue un apasionado por los caballos y tenía claro que el campo en el que quería trabajar era la reproducción equina, posteriormente se empezó a interesar en la clonación: “El tema de la clonación me despertaba pasión, pero es como querer ir a Marte, no lo veía terrenal”. Asegura que, aunque no lo veía posible, sí lo soñaba.
Tras una conferencia de reproducción animal, dirigida por dos argentinos, Rojas logró realizar sus prácticas universitarias en el país gaucho. Uno de los conferencistas resultó ser el director científico de una de las organizaciones más importantes de polo, llamada la Ellerstina, en donde Rojas vio por primera vez lo que “había leído en miles de libros ya en aplicación a gran escala”.
Trabajar en una organización de tal tamaño era un sueño para el nacido en Fusagasugá: “No me pagaban, yo me tenía que cubrir todo con mi trabajo de toda la vida”. A pesar de las dificultades, perseveró. En 2009, y gracias a las buenas recomendaciones de los argentinos, con los que hizo las prácticas, una organización de polo en Colombia lo contrató.
A partir de ese momento, Rojas introdujo en el país prácticas de transferencia embrionaria poco conocidas y logró abrirse campo en el mercado del polo colombiano. Su prestigio implicaba que salía a las 3:00 de la mañana y volvía a las 11:00 de la noche a la casa.
En 2012 decidió fundar su primera empresa Bio Horse. Mientras la empresa se expandía vertiginosamente, la clonación también se desarrollaba y establecía en el mundo equino. Junto a algunos socios, Rojas emprendió el sueño y tras varios intentos pruebas y errores empezó a ofrecer sus servicios comercialmente.
Recuerda que alquilaron un laboratorio y empezaron a clonar en el país. Luego de que les quitaran las maquinas, por hechos ajenos, no pudieron completar algunos procedimientos. Ante la problemática y varias promesas comerciales por cumplir, Rojas y un socio chileno, decidieron a punta de prueba y error seguir los procesos faltantes y cumplir los contratos.
Una de las trabas del mercado colombiano es la restricción para inscribir los clones de los caballos criollos en la Asociación Nacional de Criadores. Por lo anterior, Rojas decidió dejar de lado el mercado de la clonación en Colombia y con ayuda de un emprendedor gaucho iniciaron un nuevo proyecto en Argentina.
En un principio, alquilaron un laboratorio en Argentina junto con a otro socio argentino. Hoy, esta es una de las compañías de clonación más grandes del mundo, Synergy Cloning. Luego de terminar el contrato de alquiler del laboratorio en Argentina, “sacamos un préstamo gigantesco y montamos nuestro propio laboratorio corriendo el riesgo”.
La compañía invirtió el capital en la formación y capacitación de su nueva empresa Synergy Cloning en Argentina, “el país en donde más se clona en el mundo”, asegura Rojas. Así, el oriundo de Fusagasugá empezó a poner el nombre de Synergy por lo alto y distintas organizaciones de polo empezaron a solicitar sus servicios de clonación.
Hoy, la empresa de clonación Synergy es líder en clonación equina, mientras que BioHorse acapara el mercado en Colombia. Ese sueño de un niño de 10 años en Fusagasugá es hoy una empresa reconocida mundialmente.
En torno al tema surgen debates álgidos. Para unos es un proceso antinatural. Para los defensores como Rojas, “tampoco es natural clonar plantas, pero hoy hacen parte de la producción comercial. Para mí es una biotecnología y cada quien tiene su criterio y puede decidir.”
Los opositores de esta práctica consideran que este es un proceso peligroso y que eso puede conllevar a que únicamente se hagan clones en el futuro. Para Rojas, “la crianza normal siempre va a existir, esa nunca va a ser reemplazada, simplemente la clonación va a ser una herramienta más de biotecnología”.
Además, resalta la oportunidad que se presenta al poder clonar un animal extraordinario que se ha desarrollado de tal forma que merece ser clonado.
Según el veterinario clonador, a “un caballo le podía sacar cinco embriones por año, si usted tiene 10 caballos clonados le puede sacar 50 embriones por año y le puede hacer 50 combinaciones diferentes; ahí viene el mejoramiento del siguiente y seguramente ese siguiente es el que va a clonar”.
Lo que no ha permitido que la clonación avance y sea más común es el precio, que asciende a los 50.000 dólares.
El futuro de esta industria, el cual incluye un rápido crecimiento de clonación de perros y gatos, es una preocupación para los opositores de estas prácticas. “Las herramientas genéticas son muchas, se puede hacer edición génica, se pueden hacer muchas cosas. Hay unas reglamentadas y otras no, el futuro depende de que permiten y que no”, asegura Rojas.
Dentro de la edición genética, se podría incluso, “modificar el gen involucrado con el desarrollo muscular del animal y usted editar genéticamente esos clones para que, además de salir con el mismo ADN, tengan más músculo”, afirma Rojas.
Para él, es descabellado no implementar esta edición genética porque “no usarla como herramienta es el equivalente a no ponerle ruedas al carro porque la tradición dice que la rueda es cuadrada”.
Rojas no considera esa biotecnológica como antinatural. Asegurar que en la actualidad nada es natural, “si hablamos de qué es natural y que no es natural, pues casi nada es natural a menos que usted lo coja directamente del árbol”. Igual que el azúcar, “las bebidas que nos tomamos, el azúcar no es natural, es un proceso a partir de la caña, modificado”.
Colombia está lejos de ser líder en el proceso de clonación. Las restricciones de registro de las razas equinas más abundantes del país no permiten que esta biotecnología se desarrolle en territorio nacional. Sumado a una fuerte oposición, que continuará siendo fuente de debate en el futuro.
Es por esto que Biohorse, la compañía de Ernesto Rojas, no ofrece servicios de clonación actualmente en Colombia. Mientras que su operación en Argentina, en cabeza de Synergy Cloning, sigue creciendo y se posiciona como una de las más fuertes en el sector de la clonación a nivel mundial.
El futuro parece ser la clonación de mascotas. Pero el debate sigue abierto, la clonación es joven y los datos que surjan de los procesos en marcha serán la evidencia para la legislación del futuro. Será cuestión de tiempo entender los límites de la clonación y las consecuencias de la biotecnología en los animales.