La vicecanciller de Polonia da detalles en SEMANA de la situación de los colombianos en ese país. Advierte que miles han llegado en los últimos años

SEMANA: Su visita a Colombia demuestra las buenas relaciones que mantienen con nuestro país. ¿Cómo lo encontró?

Anna Radwan: Muy bien. Me gustaría destacar que desde hace muchos años Colombia es un socio muy importante para Polonia en la región suramericana; un país que comparte nuestros valores, incluido el apego a los principios democráticos y a los derechos humanos. Cooperamos en muchos ámbitos, no solo a nivel político y económico. Me es particularmente cercano el proyecto de Diplomacia Deportiva, cuyo objetivo es prevenir el reclutamiento de menores por parte de grupos armados y cuya edición polaca, justamente, está cumpliendo su décimo aniversario. Estamos muy complacidos por recibir dentro de poco a un grupo de jóvenes colombianas jugadoras de rugby en Varsovia. Igualmente, se está desarrollando muy bien la cooperación académica, científica y policial, incluyendo la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, así como en el área de la migración.

SEMANA: Europa vive un momento de mucha tensión por cuenta de la invasión rusa a Ucrania. ¿Cuál es la posición de Polonia en este conflicto?

A.R.: La invasión rusa no solo es un problema para Europa, sino que las consecuencias de esta guerra afectan también a los aparentemente distantes países de América Latina. Al socavar el sistema internacional basado en los principios democráticos y los derechos humanos, Rusia alienta a otros a usar la fuerza e imponer nuevas fronteras; esto no es otra cosa que un imperialismo contemporáneo. Recuerden que los ataques rusos también han interrumpido las cadenas mundiales de suministro de alimentos y energía, lo que ha provocado inflación y nuevos desafíos económicos a nivel mundial en momentos en que muchos países, incluidos los de América Latina y el Caribe, todavía luchaban por recuperarse de la pandemia del covid-19.

Con esto, la agresión rusa contra Ucrania sigue siendo la amenaza más importante para la seguridad en Polonia y en toda Europa, especialmente porque no hay voluntad del presidente Putin en un desescalamiento. Por el contrario, Moscú aumentó su presupuesto de defensa y decidió acrecentar su ejército a 1,5 millones de personas. En este momento, Rusia está bloqueando el proceso de paz al continuar con sus ataques. Cada día mueren civiles y hay más heridos. No vemos ningún interés en una paz verdadera, y las exigencias impuestas se reducen a la capitulación de Ucrania. Por lo tanto, un cese al fuego total es un requisito previo para el inicio de las negociaciones de paz.

SEMANA: Polonia es el país que más refugiados ucranianos ha recibido. ¿Cómo lo han manejado?

A.R.: Tras el estallido de la guerra en febrero de 2022, Polonia, que comparte más de 500 kilómetros de frontera con Ucrania, se convirtió en uno de los principales países en dar cobijo y asistencia a los refugiados de guerra. En pocas semanas, Polonia se transformó en el hogar de cientos de miles de ucranianos. No fue necesario organizar campos de refugiados, porque los polacos los acogieron en sus propias casas. Particulares, organizaciones sociales, parroquias y escuelas ofrecieron alojamiento, comida y ropa gratuitos.

También, muchas entidades benéficas organizaron colectas de fondos y caravanas humanitarias a ciudades ucranianas afectadas por las acciones de guerra. Un mes después de la agresión rusa, el Parlamento polaco aprobó una ley especial que regulaba la estancia de los refugiados ucranianos. Se establecieron puntos de recepción, donde se ofreció asistencia a las personas que cruzaban la frontera. Según los últimos datos de Acnur, casi un millón de los 6,5 millones de refugiados ucranianos siguen viviendo en nuestro país. Son cifras enormes, pero, sobre todo, una tragedia para muchas familias y una consecuencia más de la agresión rusa.

SEMANA: ¿Qué cree que puede aprender Polonia de la experiencia colombiana?

A.R.: Los polacos miran con admiración cómo los colombianos tratan de superar las divisiones relacionadas con el largo conflicto interno y promover la reconciliación nacional. En el mundo contemporáneo, la capacidad de dialogar es extremadamente importante. Nos fascina, también, la capacidad colombiana de disfrutar de la vida, la apertura y la hospitalidad tan características de la cultura latinoamericana.

SEMANA: ¿Y nosotros de ustedes?

A.R.: Creo que los colombianos pueden aprender de Polonia cómo una nación puede preservar su identidad, luchar por la libertad a pesar de la represión y moldear actitudes democráticas, incluso en las condiciones más desfavorables. La historia de Polonia es una gran lección sobre el poder de la movilización ciudadana y nos sentimos honrados de compartir parte de ella con Colombia. Nuestros compatriotas, militares polacos como Juan de Brigard y Dombrowski y Filip Maurycy Marcinkowski (conocido en Colombia como Felipe Martín), cuya patria estaba bajo ocupación extranjera, lucharon en el siglo XIX por la independencia de otras naciones del mundo, incluida Colombia, guiados por el lema “Por vuestra libertad y la nuestra”.

Nuestra historia es también un ejemplo de una exitosa modernización e integración en estructuras internacionales como la Unión Europea (UE). Quisiera recalcar aquí que los 20 años de pertenencia de Polonia a la UE fueron un hito en el desarrollo económico y social de nuestro país. En 2004, el PIB per cápita de Polonia alcanzaba el 44 por ciento de la media de la UE y ahora se encuentra a un nivel del 80 por ciento. Pasamos de ser un país pobre a un país con una renta moderadamente alta, que, en términos de ritmo de crecimiento económico, se mantiene a la cabeza de Europa.

SEMANA: En SEMANA se han publicado varios reportajes de colombianos que han ido a trabajar a Polonia y terminan viviendo situaciones de explotación laboral. ¿Ustedes tienen conocimiento de esa situación?

A.R.: Desde la agresión rusa contra Ucrania, hemos visto un aumento de la migración desde otras partes del mundo, incluida América Latina. En el caso de Colombia, estas cifras son más altas que las de cualquier otro país de la región. En los últimos años, el número de colombianos afiliados al sistema de seguridad social obligatoria ha aumentado en casi un 3.000 por ciento, superando ya los 16.000. Solo en 2024 se emitieron casi 38.000 permisos de trabajo a ciudadanos colombianos, tres veces más que en 2023.

Infortunadamente, también hemos visto un aumento en el número de colombianos que han sido víctimas de abusos en materia laboral o penal. Me gustaría dejar muy claro que en Polonia no existe ninguna tolerancia ante los casos en los que intermediarios o empleadores deshonestos abusan de los inmigrantes económicos colombianos. Todos los casos que se denuncian a la Policía y a la Fiscalía se examinan cuidadosamente.

SEMANA: ¿Qué acciones se están tomando para proteger a los colombianos?

A.R.: Hace unas semanas, el Departamento de las Américas y el Departamento de Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia lanzaron un proyecto especial destinado a reducir el riesgo de que inmigrantes colombianos sean víctimas de abuso laboral, y garantizar una coordinación más fluida entre la Embajada de Colombia y las autoridades competentes en Polonia con el fin de proteger mejor los derechos de sus ciudadanos.

Nuestra embajada en Bogotá está plenamente consciente de este asunto y está tomando medidas para reducir el riesgo para los migrantes colombianos. Cualquier colombiano interesado puede obtener completa información vía telefónica, por correo electrónico o a través de la página de internet, en la que la información relevante es fácilmente accesible. Recientemente, nuestra embajada ha preparado un video especial que se distribuirá en las redes sociales para llegar a un público más amplio.