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Las reformas y cambios que impulsó el papa Francisco en la Iglesia católica
El papa Francisco equilibró la tradición con la adaptación a los cambios modernos en la sociedad.

En marzo del 2014, el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio se confesó como papa en la Basílica de San Pedro.
Unos meses después, dirigió un servicio penitencial, que se había organizado con la finalidad de motivar a las personas católicas del mundo a que cumplan su obligación de confesar sus pecados antes de la Pascua.
Los sacerdotes se encontraban apostados en confesionarios alrededor de la basílica para recibir a las personas que se confesarían. El plan incluía que el papa se ubicara en uno de los confesionarios, pero en un momento se separó de su escolta para dirigirse a otro confesionario, donde se arrodilló, se santiguó y habló en voz baja con el sacerdote.

El hecho sorprendió a todos los asistentes, quienes esperaban que sus pecados fueran perdonados por el pontífice, no que este confesara los suyos. La intención del papa fue clara: predicar con el ejemplo, en lugar de únicamente pedirles a los fieles que adquieran ciertos comportamientos. Aun así, el acto en sí fue completamente inesperado y fuera de la tradición.
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Esta fue quizá una de las primeras muestras de que el papa no sería como sus antecesores, y lo demostró en los años que sirvió como líder de la Iglesia católica. Demostró capacidad para adaptarse a los cambios generacionales que han modificado a la sociedad, sin alejarse mucho de la tradición.
Los cambios que implementó en la Iglesia han tenido variedad de reacciones, algunos se han considerado polémicos para aquellos católicos que se apegan a la tradición. Pero también han recibido elogios, en su mayoría de jóvenes, quienes se han sentido más incluidos dentro de la iglesia.
Estas han sido algunas de sus modificaciones:

- Matrimonio homosexual.
El pontífice manifestó su disposición de bendecir a las parejas del mismo sexo, lo cual ha sido ampliamente juzgado. “Una bendición es la búsqueda de las personas para estar en presencia de Dios, pero nunca debe ser confundido con el sacramento del matrimonio”, explicó el papa, cuya bandera fue el perdón y aceptación de todas las personas.
- Divorcio.
Para la Iglesia católica, “lo que une Dios, no lo separa el hombre”, por lo que el divorcio está mal visto dentro de la religión, y aquellos que se separen de su pareja no podrán volver a casarse por la Iglesia, porque estarán viviendo en pecado. Pero el papa Francisco cuestionó la tradición y aceptó que las personas divorciadas que se vuelven a casar puedan recibir los sacramentos.
- Aborto.
En cuanto al aborto, el papa Francisco manifestó en varias oportunidades que “es un homicidio”, pero tomó una postura más compasiva al pedir que los sacerdotes otorguen la “absolución sacramental” de este pecado.
- Mujeres en la Iglesia católica.
En varias de sus declaraciones, el pontífice resaltó la importancia de incluir a las mujeres en la jerarquía de la Iglesia católica. “Es urgente garantizar una mayor participación de las mujeres en puestos de gobierno en la Iglesia”, dijo Francisco en un Sínodo de Obispos.
Además, ordenó una investigación para que se puedan nombrar diáconos a las mujeres. Los diáconos son el primer grado de la ordenación sacerdotal, seguido por el presbiterado —o sacerdote— y el episcopado —obispo—.

- Abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Dentro del gobierno de la Iglesia, el papa introdujo cambios con la constitución apostólica Pascite gregem Dei (Apacentad el rebaño de Dios). En esta, se refirió a los religiosos que han cometido abusos sexuales: “Necesitan tanto misericordia como corrección por parte de la Iglesia”.
Según el papa, las revisiones han mejorado “aspectos fundamentales del derecho penal, como el derecho de defensa, la prescripción de la acción penal (y) una determinación más precisa de las penas”. Según las leyes revisadas, los laicos también serían juzgados por delitos de abuso sexual.
El Vaticano empezó a implementar esta medida luego de las crecientes denuncias por este crimen dentro de la Iglesia, donde los involucrados no estaban siendo juzgados ni estaban recibiendo las sanciones penales correspondientes.
Las revisiones del Libro VI, que incluye estas modificaciones, entraron en vigor el 8 de diciembre del 2021.