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Le Duc Tho, el comunista vietnamita que le dijo “no” al Nobel de la Paz
Ganó el premio en 1973 por su papel en las negociaciones que llevaron al alto el fuego en la guerra de Vietnam.
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Danna Valeria Figueroa Rueda
Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga. Con experiencia en temas de país, particularmente política, judicial, orden público y justicia.

Le Duc Tho es, hasta hoy, la única persona en la historia del Nobel de la Paz que rechazó formalmente el galardón. La decisión ocurrió en 1973, cuando la Real Academia Sueca resolvió premiarlo a él y a Henry Kissinger por las negociaciones que llevaron a un cese del fuego en Vietnam.
Tho argumentó que la paz no se había consolidado y rechazó el premio. El Comité Noruego lo registró como “declinó el Premio Nobel de la Paz”.
¿Por qué rechazó el Nobel?
Al designar a Kissinger y Tho como negociadores del alto el fuego en Vietnam, Duc Tho consideró que el acuerdo no garantizaba una paz real en Vietnam del Sur y explicó públicamente que, mientras los combates y la situación política siguieran inestables, no podía aceptar un reconocimiento por una paz que —a su juicio— no existía aún.
Le Duc nació el 14 de octubre de 1911 en la entonces provincia de Nam Ha, en lo que hoy es Vietnam. Su nombre de nacimiento era han Ðình Khải, pero más adelante adoptó el seudónimo político con el que se le conocería internacionalmente.
Desde joven, estuvo vinculado al movimiento revolucionario y se convirtió en uno de los dirigentes más influyentes del Partido Comunista Vietnamita.
Participó activamente en la creación del Viet Minh, organización clave en la lucha por la independencia, y jugó un papel determinante en la estrategia política y militar del Norte de Vietnam durante varias décadas. Murió el 13 de octubre de 1990 en Hanoi.
Para muchas personas, el gesto de Tho fue coherente y político: no aceptar un reconocimiento a una “paz” que seguía siendo, a su juicio, incompleta. Para otros, la negativa evidenció la complejidad moral y simbólica de premiar negociaciones en medio de conflictos prolongados, donde el alto reconocimiento internacional puede percibirse como prematura o instrumental.
Su rechazo subrayó que el galardón no es solo una condecoración, sino un juicio político con repercusiones públicas y diplomáticas.
El Nobel de 2025
El tema vuelve a tener resonancia tras la entrega del Nobel de la Paz 2025 a la opositora venezolana, María Corina Machado, un hecho que ha generado conmoción por el fraude de las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela y el alcance político de los premios.

Dentro del Comité Noruego del Nobel se justificó destacando “su incansable labor promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
Machado vive desde agosto de 2024 en la clandestinidad dentro de Venezuela, debido a la persecución política y amenazas en su contra por parte del régimen de Nicolás Maduro.