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Líbano pide a los extranjeros que no se vayan de su territorio ante crisis de seguridad: cuatro países emitieron alertas
La crisis de violencia desatada la semana pasada en el campo de refugiados palestino de Ain al Hilweh, el más grande de Líbano
El primer ministro saliente de Líbano, Nayib Mikati, aseguró que la situación en el país está bajo control después de que Arabia Saudí llamara a sus ciudadanos a que abandonaran territorio libanés por miedo a que la crisis de violencia desatada la semana pasada en el campo de refugiados palestino de Ain al Hilweh, el más grande de Líbano, se contagiara a otros puntos del país.
Enfrentamientos entre milicias palestinas han dejado hasta ahora 13 muertos en el campo de refugiados, que acoge a 80.000 de los 250.000 refugiados palestinos declarados en el país, y motivado la suspensión de las actividades de la agencia de la ONU para los palestinos, la UNWRA.
Estos enfrentamientos han enfurecido todavía más a parte de la población libanesa que considera al país como incapacitado para absorber a esta población en medio de la enorme crisis económica y política que atraviesa Líbano.
En un intento de calmar la situación, Mikati ha asegurado que la información que barajan los servicios de Inteligencia libaneses sentencia que la crisis de seguridad actual “no debe motivar ni preocupación ni pánico” antes de asegurar que “contactos políticos y de seguridad con respecto a los eventos en Ain al Hilweh siguen avanzando.
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La crisis “está siendo observada de cerca para garantizar la estabilidad general y evitar interrupciones en la seguridad o amenazas para los ciudadanos, residentes y turistas árabes y extranjeros”, añadió el primer ministro en una declaración recogida por el L’Orient le Jour.
Los países que emitieron alertas por seguridad a sus ciudadanos
Al aviso del viernes 4 de agosto de Arabia Saudí hay que añadir el publicado de este sábado por el Ministerio de Exteriores de Bahréin, que pide a sus ciudadanos que abandonen Líbano y advierte a los presentes que no se acerquen a las zonas en las que se vive un conflicto armado.
Ambos avisos son una extensión de los temores que apuntaba hace una semana el propio Mikati, quien avisaba de que sus fuerzas de seguridad no tolerarían lo más mínimo que el país se convirtiera en una extensión del conflicto interno de las milicias palestinas.
También las autoridades de Kuwait han emitido una alerta similar para sus ciudadanos, quienes deben evitar las “áreas que experimentan problemas de seguridad”, aunque no les pidió que abandonaran el país.
Reino Unido actualizó esta semana sus recomendaciones de viaje para Líbano, desaconsejando “todos los desplazamientos excepto los esenciales” a partes del sur del Líbano, cerca del campamento.
Mikati, por su parte, ha dado orden al Ministro de Exteriores saliente, Abdalá Bu Habib, de comunicarse con los “hermanos árabes del país para tranquilizarlos sobre la seguridad de sus ciudadanos en Líbano”.
También ha pedido al ministro del Interior, Basam Maulaui, que convoque al Consejo Central de Seguridad “para discutir los desafíos que Líbano puede enfrentar en estas tensas condiciones regionales y tomar las decisiones apropiadas para mantener la seguridad en cada región”.
Explosión en el puerto de Beirut
El Líbano conmemoró este viernes el tercer aniversario de la mortífera explosión en el puerto de Beirut sin demasiadas esperanzas de dilucidar un día la verdad de este drama y juzgar a los responsables, ante las presiones políticas que bloquean el proceso judicial.
El 4 de agosto de 2020, a las 18:07 hora local, una de las mayores explosiones no nucleares de la historia arrasó barrios enteros de la capital libanesa, matando a más de 220 personas e hiriendo a más de 6.500.
La deflagración fue provocada por un incendio en un almacén donde se almacenaban sin las precauciones necesarias toneladas de nitrato de amonio a pesar de las repetidas advertencias a sus responsables.
El colectivo de familias de víctimas, que lucha incansablemente desde hace tres años para conseguir justicia, llamó a los libaneses a participar vestidos de negro en una manifestación que debe dirigirse al puerto.
*Con información de Europa Press.