El reino saudita admitió el sábado que Khashoggi, columnista del diario The Washington Post y crítico con el poder en Riad, fue asesinado dentro del consulado. | Foto: AFP / Okan Kose

MUNDO

Los asesinos de Jamal Khashoggi recibieron entrenamiento paramilitar en Estados Unidos

El diario “The New York Times” conmociona a los americanos con esta revelación. El entrenamiento habría sido aprobado por el Departamento de Estado.

23 de junio de 2021

La muerte de Jamal Khashoggi en el año 2018 amenazó con alterar la paz del mundo. El cruel asesinato se le endilgó al príncipe de Arabia Saudita, alteró las relaciones de ese país con Oriente Medio y puso a varios de los países vecinos en jaque. La última revelación sobre ese crimen que hace el diario The New York Times este martes promete abrir una herida aún más profunda.

Según el diario, “cuatro saudíes que participaron en el asesinato en 2018 del periodista de The Washington Post Jamal Khashoggi recibieron entrenamiento paramilitar en Estados Unidos el año anterior en virtud de un contrato aprobado por el Departamento de Estado”.

Cuenta The New York Times que “la instrucción se produjo cuando la unidad secreta responsable del asesinato del Sr. Khashoggi estaba iniciando una extensa campaña de secuestro, detención y tortura de ciudadanos sauditas ordenada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, el gobernante de facto de Arabia Saudita, para aplastar la disidencia dentro del reino”.

Vea el documental de la DW sobre el asesinato de Jamal Khashoggi:

La muerte del periodista estremeció al mundo, pero la posible intervención de alguna manera de los Estados Unidos también desatará controversia. El asesinato es recordado como uno de los crímenes más desalmados y premeditados del alto poder saudí.

El martes 2 de octubre de 2018, a la una de la tarde, Khashoggi se dirigió al consulado de su país en Turquía para tramitar los papeles para casarse con su novia, Hatice Cengiz, una periodista turca. Nunca quiso creerles a quienes le advertían el gran peligro al que se estaba exponiendo por criticar los abusos del príncipe. Pero como se supo después, 15 agentes –entre ellos miembros del equipo de seguridad de Bin Salmán– lo esperaban allí para asesinarlo.

Jamal Khashoggi
Jamal Khashoggi | Foto: Fotos: AFP

Tras entrar a la oficina del cónsul Mohamed al Otaibi lo inmovilizaron y comenzaron a golpearlo. Y ahí empieza la grabación, aparentemente realizada por la inteligencia turca, que espiaba a los saudíes. Según el diario turco Yenu Safak, en siete minutos le cortaron los dedos, lo degollaron y empezaron a descuartizarlo. Al Otaibi presenció toda la escena. “Hagan esto afuera porque me pondrán en problemas”, les pidió a los asesinos. “Si quieres vivir cuando vuelvas a tu país, cállate”, le respondieron.

La hipótesis de que el periodista murió por un “exceso involuntario” durante un interrogatorio quedó enterrada definitivamente cuando se supo que en la escena del crimen estaba el médico Salah al Tubaig. El saudí estudió en Australia patrocinado por su gobierno, trabaja en el Ministerio del Interior y para su ‘visita diplomática’ a Estambul viajó con una sierra eléctrica. En la grabación, aconseja a los agentes sobre cómo desmembrar al periodista, y antes de que le cortaran la cabeza, les da instrucciones detalladas para dejar la menor evidencia posible.

En un informe de hace dos años, divulgado por el gobierno del presidente Joe Biden, la inteligencia estadounidense concluyó que el príncipe “aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi”. El príncipe saudí veía a Khashoggi como una “amenaza para el reino”, según la inteligencia estadounidense.

Lo que revela el informe adicional de The New York Times no refleja necesariamente que los estadounidenses supieran que estaban entrenando a los saudíes para malos propósitos, solo que estos cuatro agentes pasaron por una base en Arkansas. El diario, sin embargo, crítica el papel que habría tenido el gobierno de Donald Trump en apoyar por esta vía las violaciones de derechos humanos en Oriente Medio.

De acuerdo con el diario ‘The Washington Post’, donde Jamal Khashoggi trabajaba como columnista, el gobierno turco le aseguró a Estados Unidos tener pruebas del asesinato del periodista en el consulado saudí de Estambul. Los turcos publicaron un video en el que se ve a Khashoggi ingresar al consulado el pasado 2 de octubre. Desde ese día no se sabe nada sobre su paradero.

“El hecho de que el gobierno aprobara el entrenamiento militar de alto nivel para los operativos que luego llevaron a cabo el espeluznante asesinato de un periodista muestra cuán intensamente se ha entrelazado Estados Unidos con una nación autocrática, incluso cuando sus agentes llevaron a cabo horribles abusos contra los derechos humanos”, sostiene el artículo.

También hace énfasis en “los peligros de las asociaciones militares con gobiernos represivos y demuestra cuán poca supervisión existe para esas fuerzas después de que regresan a casa”.