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Macabro hallazgo: encuentran 796 bebés muertos escondidos en un hogar para madres solteras
El lugar donde fueron hallados los restos está dirigido por monjas católicas.

En las últimas horas de este martes, 17 de junio, inició la excavación de un tanque séptico en el que se cree que hay restos de casi 800 bebés y niños que murieron en un hogar para madres solteras en Irlanda.
El lugar donde fueron hallados los restos está dirigido por monjas católicas, según narra el diario NY Post, quien asegura que se teme que muchos de los restos infantiles fueron arrojados a un lugar específico llamado el “pozo”.
Los restos fueron hallados en una institución en la pequeña ciudad de Tuam, en el condado de Galway, según la historiadora Catherine Corless. En total, 798 niños murieron en el hogar entre 1925 y su cierre en 1961, de los cuales solo dos fueron enterrados en un cementerio cercano, según la investigación de Corless.

Aunque esta institución para mujeres embarazadas no casadas y sus niños fue destruida en 1972, la fosa séptica quedó intacta.
Restos humanos de bebés ya fueron descubiertos en este sitio en las primeras búsquedas realizadas entre 2016 y 2017.
El trabajo juicioso de Catherine Corless facilitó la apertura de una comisión de investigación nacional sobre el maltrato infligido en esos hogares a madres y niños.
En sus conclusiones entregadas en 2021, la comisión destacó niveles de mortalidad infantil “alarmantes” en esas instituciones, donde 9.000 niños murieron, según indicó.
En total, 56.000 mujeres solteras y 57.000 niños pasaron por 18 hogares de ese tipo en Irlanda entre 1922 y 1998.

“Cuando comencé este proyecto, nadie me quería escuchar (...) suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó”, contó la historiadora de 71 años a la AFP.
En ese tiempo, las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran encerradas en ese sitio bajo petición del Estado irlandés y la poderosa iglesia católica, y que administraban de manera conjunta.
Daban a luz antes de ser separadas de sus hijos, con frecuencia dados en adopción. Fueron separadas de sus hijos recién nacidos, que serían criados por las monjas hasta que fueran adoptados, a menudo sin el consentimiento de sus familias.
Se estima que se necesitarán hasta dos años para identificar los restos de los bebés y darles un entierro digno y ofrecer cierto grado de cierre a los sobrevivientes.
“No me importa si es un dedal, porque me dijeron que no quedarían muchos restos; a los seis meses, es principalmente cartílago más que hueso”, dijo a Sky News Annette McKay, cuya hermana se cree que es una de las 798 víctimas.

Su madre, Margaret “Maggie” O’Connor, dio a luz a una bebé, Mary Margaret, en la casa después de ser violada a la edad de 17 años.
La niña murió seis meses después y su madre solo se enteró cuando una monja se lo contó, según el NY Post.
“Estaba tendiendo la ropa cuando una monja se le acercó y le dijo: ‘El hijo de tu pecado ha muerto’”, dijo Annette, que ahora vive en el Reino Unido.
*Con información de AFP.