Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, lanzó este viernes una serie de críticas contra el presidente Gustavo Petro, al calificarlo como un mandatario que “no coopera” con Washington y cuya conducta ha deteriorado la relación bilateral, aunque aseguró que Estados Unidos hará todo lo posible por aislar ese conflicto personal para no afectar el vínculo histórico con Colombia.
Las declaraciones se produjeron durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, tras ser consultado por periodistas colombianos sobre la relación entre ambos países y sobre una eventual invitación de Petro al presidente Donald Trump o al propio Rubio para dialogar en Bogotá.

Rubio afirmó que Estados Unidos está dispuesto a hablar “con cualquiera”, pero de inmediato marcó distancia del jefe de Estado colombiano. “Desafortunadamente, es una persona que no es muy estable en su pronunciamiento”, dijo, subrayando que Washington no permitirá que la actuación de un solo presidente, cuyo mandato además “termina pronto”, dañe una relación estratégica construida durante más de medio siglo.

“El vínculo entre Estados Unidos y Colombia es muy cercano: comercial, diplomático, militar y de seguridad. Es uno de los grandes socios y aliados que tenemos en la región”, insistió Rubio, quien recalcó que la Casa Blanca busca preservar esa relación más allá de las diferencias con el actual gobierno colombiano.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense reconoció que las posturas adoptadas por Petro sí han tenido consecuencias concretas. Ante una pregunta sobre la suspensión de recursos de cooperación y el impacto en la seguridad colombiana, Rubio admitió que “no hay duda alguna” de que la actitud del presidente colombiano frente a Estados Unidos ha afectado la relación bilateral, aunque aseguró que su administración intenta “limitar eso lo más posible”.

Rubio rechazó que el distanciamiento con Petro tenga motivaciones ideológicas. “Esto no se trata de izquierda ni derecha”, enfatizó en varias ocasiones. Según explicó, el problema central es la falta de cooperación, especialmente en temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico. “Cuando tienes un presidente diciéndoles a los elementos de seguridad que no cooperen con Estados Unidos, eso no lo vamos a ignorar”, advirtió.

En ese contexto, el secretario de Estado dejó claro que Washington no cuestiona la legitimidad de Petro como presidente. “Aquí nadie dice que no fue electo democráticamente”, afirmó, pero remarcó que la cooperación es una condición esencial para mantener una relación fluida con Estados Unidos, independientemente del signo político del gobierno de turno.
Rubio también envió un mensaje al escenario político colombiano de cara a las próximas elecciones. Señaló que Estados Unidos no condicionará su relación con Colombia a que el país elija un presidente de derecha, pero sí espera que el próximo mandatario, sin importar su espectro político, esté dispuesto a colaborar estrechamente con Washington.

Finalmente, subrayó que Estados Unidos mantiene canales activos con otros sectores del Estado colombiano, incluidos el Congreso, autoridades locales y alcaldes, así como con líderes políticos de distintas corrientes ideológicas que, según dijo, sí comprenden la importancia estratégica de la relación bilateral. “Colombia fue un ejemplo y un modelo para la región. Ahora tenemos algo un poco menos”, concluyó Rubio.










