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Máxima tensión en Venezuela: designación del Cartel de los Soles como organización terrorista eleva la alerta en Miraflores
La incertidumbre aumentó en las últimas horas tras la advertencia aérea de Estados Unidos a las principales aerolíneas de la región.
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El Gobierno de Estados Unidos, en cabeza de su presidente, Donald Trump, confirma hoy lunes, 24 de noviembre, al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera.
El cartel, que ha sido vinculado a Nicolás Maduro, es una banda criminal sancionada, en el mes de julio, por sus vínculos con el régimen venezolano, incluyendo a altos cargos militares.
El pasado 17 de noviembre, el Departamento de Estado anunció la medida en un comunicado en el que volvió a acusar al dictador venezolano y a otros cargos de su “régimen ilegítimo” de dirigir esta organización.

“Han corrompido las Fuerzas Armadas, los servicios de inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial de Venezuela”, dice el texto publicado a mediados de este mes.
La cartera diplomática estadounidense argumentó que el Cartel de los Soles, como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa son “responsable de actos de violencia terrorista en todo el hemisferio, así como del narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa”.
Entre tanto, el mismo secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, respaldó la decisión de clasificar al Cartel de los Soles organización terrorista extranjera, lo que —según él— “abre un amplio abanico de nuevas opciones” para que EE. UU. actúe contra esa red.
Gracias a esa designación, el gobierno de Estados Unidos tendría más herramientas legales y militares para enfrentar al cartel. Hegseth confirmó que Maduro “no es un líder legítimamente electo” y lo acusó de estar implicado en el narcotráfico a través del cartel designado.

Por otro lado, Trump afirmó que Maduro tiene los días contados, autorizó a la CIA a actuar en el país en operaciones encubiertas, aunque también asomó la posibilidad de negociar con él.
En los últimos días, la Fuerza Aérea norteamericana informó de un ejercicio de bombardeo con aviones B-52 en el Caribe, en medio de la incertidumbre que arropa a Venezuela sobre la posibilidad de un ataque al país.
Según informaron a Reuters varios funcionarios de la administración Trump el fin de semana, la presión ejercida podría dar paso en los próximos días a una nueva y decisiva fase operativa.
Estas fuentes señalaron, además, que el presidente de Estados Unidos ya habría tomado la determinación de avanzar con dicha iniciativa.

Advertencia aérea de Estados Unidos
El pasado viernes, 21 de noviembre, el regulador de la aviación estadounidense emitió una advertencia a las aeronaves civiles que circulan por el espacio aéreo venezolano, citando los peligros del “aumento de la actividad militar” en medio del despliegue militar en el Caribe.
La Administración Federal de Aviación (FAA) instó a las aeronaves en la zona a “extremar la precaución” debido al “empeoramiento de la situación de seguridad y al aumento de la actividad militar en Venezuela y sus alrededores”.
Seis aerolíneas cancelaron sus conexiones entre sábado y domingo con Venezuela.
La española Iberia, la portuguesa TAP, la colombiana Avianca, la brasileña GOL y la chilena Latam comunicaron la suspensión de sus vuelos el sábado. El domingo, Turkish Airlines dijo que cancelaba sus vuelos entre el 24 y 28 de noviembre.

Finalmente, las aerolíneas Avior Airlines y Copa han confirmado que mantienen sus operaciones en Venezuela a pesar de la alerta emitida.
En términos generales, la advertencia puede traducirse en cambios de planificación de rutas, mayores tiempos de vuelo por desvíos para evitar el espacio aéreo señalado, incremento de costos operativos y, en algunos casos, reducción o suspensión temporal de servicios hacia y desde aeropuertos venezolanos.
Desde la perspectiva del derecho aeronáutico internacional, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos tampoco puede “cerrar” el espacio aéreo de otro Estado: la responsabilidad primaria sobre la región de información de vuelo recae en el país que la administra, según un informe de AmCham Colombia.
¿Golpe económico?
Estados Unidos prohíbe proporcionar “apoyo material o recursos” a cualquier organización en la lista de terroristas, aunque la economía venezolana ya es blanco de sanciones estadounidenses desde 2019, incluido un embargo petrolero.
Algunos economistas coinciden en que la lista puede asfixiar aún más a la economía, que otra vez encara un escenario de hiperinflación.
Sectores que no estaban afectados por las sanciones sufrirían pérdidas si operadores internacionales deciden evitar el país para eludir problemas con Estados Unidos.

El petróleo, por lo pronto, queda al margen de la presión de Washington, que permite a la gigante Chevron operar en el país.
Estados Unidos ya movilizó al Caribe al portaviones más grande del mundo junto a una flotilla de buques de guerra y aviones caza para operaciones antidrogas, que Maduro denuncia como una “amenaza” para forzar su derrocamiento.
Hasta el momento, van más de 80 muertos en una veintena de bombardeos a narcolanchas en el Caribe y el Pacífico.
*Con información de AFP y Europa Press.


