MUNDO

Muerte del papa Francisco | Los 10 cardenales más papables

Tras el deceso del papa Francisco, el mundo se pregunta quién será el nuevo pontífice. El Vaticano alista el cónclave, que definirá a su sucesor.

21 de abril de 2025, 3:05 p. m.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Pietro Parolin, Matteo Zuppi, Luis Antonio Tagle, Jean-Claude Hollerich, Michael Czerny, Robert Sarah, Péter Erdő, Raymond Burke, Peter Turkson y Pierbattista Pizzaballa
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Pietro Parolin, Matteo Zuppi, Luis Antonio Tagle, Jean-Claude Hollerich, Michael Czerny, Robert Sarah, Péter Erdő, Raymond Burke, Peter Turkson y Pierbattista Pizzaballa | Foto: Fotomontaje realizado con imágenes de AFP

Tras el fallecimiento del papa Francisco el 21 de abril de 2025, se ha iniciado el proceso para elegir a su sucesor.

Aunque el cónclave aún no tiene fecha definida, se especula sobre los cardenales con mayores posibilidades de ser elegidos, conocidos como papables.

A continuación, se presentan diez de los principales candidatos, agrupados según su orientación dentro de la Iglesia:​

Candidatos progresistas o de continuidad con Francisco:

  1. Pietro Parolin (Italia, 70 años) – secretario de Estado del Vaticano, reconocido por su habilidad diplomática y su papel clave en las relaciones con China. Es considerado un candidato de consenso dentro del Vaticano. ​
  2. Matteo Zuppi (Italia, 69 años) – arzobispo de Bolonia, vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio. Destaca por su enfoque en la paz, la inclusión y la justicia social, alineándose con la visión pastoral de Francisco.
  3. Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) – prefecto del Dicasterio para la Evangelización. Conocido como el “Francisco asiático”, es carismático y multicultural, aunque su influencia ha disminuido recientemente.
  4. Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años) – arzobispo de Luxemburgo y coordinador del Sínodo sobre la sinodalidad. Representa una visión moderna y liberal dentro de la Iglesia.
  5. Michael Czerny (Canadá, 78 años) – prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Jesuita y defensor de los migrantes, es una figura cercana al legado de Francisco.

Candidatos conservadores o tradicionales:

  1. Robert Sarah (Guinea, 80 años) – exprefecto de la Congregación para el Culto Divino. Conocido por su postura crítica hacia las reformas de Francisco, es una figura destacada del ala conservadora.
  2. Péter Erdő (Hungría, 72 años) – arzobispo de Esztergom-Budapest. Teólogo tradicionalista con experiencia en derecho canónico, es respetado en Europa y África.
  3. Raymond Burke (EE.UU., 76 años) – exprefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Firme opositor de las reformas de Francisco, representa la línea más conservadora dentro del Colegio Cardenalicio.

Candidatos intermedios o de perfil mixto:

  1. Peter Turkson (Ghana, 76 años) – exprefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Conocido por su trabajo en justicia social y desarrollo humano, podría ser el primer papa africano en siglos.
  2. Pierbattista Pizzaballa (Italia, 59 años) – patriarca latino de Jerusalén. Destaca por su experiencia en diálogo interreligioso y su labor humanitaria en Medio Oriente. ​

La elección del nuevo papa dependerá de múltiples factores, incluyendo la orientación teológica, la experiencia pastoral y la capacidad de liderazgo en un contexto global. El cónclave reunirá a 136 cardenales electores, de los cuales 108 fueron nombrados por Francisco, lo que podría influir en la continuidad de su legado.

La muerte del papa Francisco

El jesuita argentino, líder de la Iglesia católica desde 2013, había pasado 38 días hospitalizado por una grave neumonía y tras ser dado de alta el 23 de marzo, parecía debilitado, aunque participó el domingo en la celebración de la Pascua.

Según la Santa Sede, Francisco murió en la residencia de Santa Marta, donde vivía, y su cuerpo será colocado en un féretro en la capilla de esa residencia a las 18H00 GMT para el “rito de certificación del deceso”.

EN VIVO. Murió el papa Francisco, hay luto en el mundo. Aquí las reacciones | Semana Noticias

El Vaticano contempla transferir el féretro a partir del miércoles por la mañana a la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan visitarlo, según la misma fuente.

La fecha del funeral la decidirán posteriormente los cardenales, en principio entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento. “Esta mañana a las 07H35 (05H35 GMT), el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre”, anunció el cardenal Kevin Farrell en un comunicado publicado por el Vaticano en su canal de Telegram.

El viernes 14 de febrero de 2025, Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma aquejado de una bronquitis. Le diagnosticaron una neumonía en ambos pulmones que requirió un intenso tratamiento y puso su vida en peligro. Finalmente fue dado de alta el 23 de marzo.

El domingo, todavía convaleciente , apareció en el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano y con una débil voz le deseó una “feliz Pascua” a los miles de fieles congregados allí por la Pascua.

El fallecimiento del papa dará inicio a una serie de actos protocolarios, dictados por la tradición y regidos por normas muy precisas.

Se prevén nueve días de exequias y un plazo de entre 15 y 20 días para organizar un cónclave con 135 cardenales electores, para elegir a un sucesor. Más de dos tercios de ellos fueron nombrados por Francisco.

Mientras tanto, es el cardenal camarlengo, el irlandés Kevin Farell, quien ocupará el cargo interinamente.

El lunes en el Vaticano, la bulliciosa plaza de San Pedro quedó en silencio mientras sonaban las campanas. “Vivió esta Pascua y se fue”, dijo Cesarina Cireddu, de la isla italiana de Cerdeña, entre lágrimas. “Ha vuelto con el Señor, vaya con Dios”.

Los grupos de turistas seguían caminando por la extensa plaza, mientras grupos de personas en silencio se apoyaban en una valla para rezar. “Hemos perdido a nuestro padre espiritual”, declaró Riccardo Vielma, un venezolano de 31 años que estudia para ser sacerdote.

“Un legado profundo”

Francisco, líder espiritual de 1.400 millones de católicos del mundo, afirmó a finales de 2023 que quería simplificar los funerales papales y anunció su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, y no en la de San Pedro.

El exarzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio fue el primer pontífice en elegir el nombre de Francisco, el santo de los pobres, cuyas enseñanzas inspiraron su pontificado, iniciado el 13 de marzo de 2013.

El primer papa jesuita y latinoamericano de la historia se implicó sin descanso en la defensa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social, sin poner en entredicho las posiciones de la Iglesia en temas como el aborto o el celibato de los curas.

Numerosos dirigentes mundiales elogiaron su liderazgo de una Iglesia más abierta y compasiva. “¡Descansa en paz, papa Francisco! ¡Que Dios lo bendiga a él y a todos quienes lo amaron!”, escribió el presidente estadounidense, Donald Trump en su red social Truth Social.

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, que el domingo se reunió con el pontífice en el Vaticano, declaró desde India que su “corazón está con los millones de cristianos” del mundo.

El presidente argentino, Javier Milei, saludó la “bondad y sabiduría” del papa a pesar de las “diferencias” entre ambos. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó a Francisco como un “líder espiritual transformador” en la lucha contra la desigualdades y como un “amigo sincero”.

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, destacó “su compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables”.

“Nos dejó un gran hombre”, dijo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que Francisco siempre estuvo “con los más vulnerables”. Bergoglio - que con 21 años sufrió una pleuresía aguda que le supuso la ablación parcial del pulmón derecho y era conocido por sufrir de una ciática crónica que lo obligaba a cojear vistosamente - gozó pese a todo de relativa buena salud hasta 2023.

Ese año estuvo hospitalizado dos veces. Su estado se debilitó significativamente, que lo obligó a desplazarse en silla de ruedas y atizó los rumores sobre una posible dimisión, siguiendo el ejemplo de su predecesor Benedicto XVI.

Reformas

Amante de la música y el fútbol y poco adepto a tomarse vacaciones, Francisco mantuvo durante años un ritmo frenético de trabajo, encadenando a menudo una docena de citas al día.

Tanto en Roma como en el extranjero, el papa del fin del mundo, que fue líder de los jesuitas durante la dictadura argentina en la década de 1970, denunció sin descanso todas las formas de violencia, los conflictos, la trata de seres humanos, la explotación económica y defendió los derechos de los migrantes.

Pero, pese a ser un acérrimo oponente al comercio de armas, asistió impotente a las guerras en Ucrania y en Oriente Medio. Francisco, un político avispado conocido por su franqueza, también trabajó para reforma la Curia, el gobierno de la Santa Sede, desarrollar el papel de las mujeres y los laicos en la Iglesia y sanear las finanzas del Vaticano.

Para luchar contra los abusos sexuales a menores en la Iglesia, levantó el secreto pontificio y obligó a religiosos y laicos a denunciar los casos a su jerarquía. Sin embargo no convenció a las asociaciones de víctimas, que lo criticaron por no haber ido lo suficientemente lejos.

Muy apegado al diálogo interreligioso, sobre todo con el islam, defendió hasta el final una Iglesia “abierta a todos”, lo que le costó duras críticas por parte de movimientos extremistas por su apoyo a los migrantes.

El estilo cálido de este papa reformista que cada domingo deseaba “buen provecho” a los fieles en la Plaza de San Pedro despertó un gran fervor popular.

Pero también fue muy criticado por la oposición conservadora por su supuesta falta de ortodoxia y por ejercer un gobierno considerado como autoritario.

El estilo de Francisco, que prefirió un sobrio apartamento de dos habitaciones de 70 m2 al lujoso palacio apostólico e invitó a personas sin hogar y prisioneros a su mesa, también le valió críticas por desacralizar en exceso su papel.

El papa número 266 pareció más interesado por la “periferia” del planeta que por los grandes países occidentales.

También puso sobre la mesa nuevos debates dentro de la Iglesia, como con su encíclica ecologista y social Laudato si, un alegato contra el mundo de las finanzas y un llamado a salvaguardar el planeta.

Con información de Agence France-Presse y de IA.