Música
Murió el cantante y actor Harry Belafonte a los 96 años
Su canción más destacada fue “Day-O (The Banana Boat Song)” basada en una melodía popular jamaiquina.
Harry Belafonte, la superestrella que introdujo los ritmos caribeños en la música estadounidense y defensor de los derechos de los negros, falleció este martes 25 de abril en Manhattan a los 96 años, informó su representante, Ken Sunshine, quien ha explicado que la causa ha sido una insuficiencia cardíaca.
Belafonte, conocido como el ‘Rey del calipso’, se convirtió también en una reconocida figura en la lucha por los derechos civiles y alcanzó el éxito gracias a temas como ‘Day-O (The Banana Boat Song)’ y ‘Jamaica Farewell’. Su álbum ‘Calypso’, que incluía ambas canciones, alcanzó la cima de la lista de álbumes de Billboard poco después de su lanzamiento en 1956 y permaneció allí durante 31 semanas.
Para los críticos, esta canción era simplemente música de baile para sentirse bien, para Belafonte era la incitación a la rebelión de los trabajadores que exigían salarios justos.
Incluso, al principio de su carrera, Belafonte no rehuyó a la polémica. En 1957 protagonizó la película “Island in the Sun”, en la que interpretaba a un político negro en una isla ficticia, que tiene una relación amorosa con una mujer de la élite blanca, una de las primeras producciones de Hollywood sobre relaciones interraciales.
Nacido en Harlem, de madre jamaicana y padre francés de Martinica, el intérprete de calipso y actor pasó parte de su infancia en Jamaica antes de regresar a Nueva York, en una mezcla de culturas que influyeron en su música y en su cruzada por la igualdad racial.
El calipso de Belafonte, un género de música caribeña que bebía de las influencias de África Occidental y Francia, le catapultó a la fama en un contexto de prosperidad y galopante urbanización tras la Segunda Guerra Mundial.
Justo antes del avance de Elvis Presley, logró el hito de ser el primer álbum de un solo artista en vender más de un millón de copias. ‘Matilda’, ‘Lead Man Holler’, o ‘Scarlet Ribbons’ son algunos de otros temas que le auparon al estrellato. Además, le permitió dar el salto al cine, consiguiendo ser el primer actor negro en lograr un gran éxito en Hollywood como protagonista.
En el año 2014, recibió el premio humanitario por parte de la Academia de Cine de Hollywood. Un año antes, saltó también a la prensa por una denuncia interpuesta contra los herederos legales y la hija de Martin Luther King Jr. en una disputa por la propiedad de unos documentos.
No obstante, tanto su música como sus películas desempeñaron un papel secundario en su activismo.
Cuando el movimiento por los derechos civiles cobró impulso, Belafonte asumió un papel pionero que iba mucho más allá del simple apoyo moral. Se convirtió en confidente de Martin Luther King y aportó su propio dinero para apoyar la causa.
“Cuando la gente piensa en activismo, siempre piensa que conlleva algún sacrificio, pero yo siempre lo he considerado un privilegio y una oportunidad”, dijo en un discurso pronunciado en 2004 en la Universidad de Emory.
Belafonte invitó a King y al pastor de Birmingham, Alabama, Fred Shuttlesworth, a su apartamento de Nueva York para planificar la campaña de 1963 con el fin de integrar a la ciudad sureña, notoriamente racista.
Cuando King fue detenido en Birmingham, Belafonte recaudó 50.000 dólares -unos 400.000 dólares en valor actual- para pagar su fianza, en una época en que el auge de la música pop aportaba riqueza y estilos de vida fastuosos a muchos artistas.
Su álbum “Paradise in Gazankulu”, publicado en 1988, hablaba de la opresión de los negros sudafricanos y se grabó parcialmente en Johannesburgo con artistas locales. Belafonte también puso en marcha el supergrupo USA for Africa, cuya canción “We Are The World” recaudó en 1985 millones de dólares para las víctimas de la hambruna en Etiopía.
Con información de Europa Press y AFP*