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Musk y Trump parecen sellar una tregua tras fuertes insultos, traiciones y amenazas que estremecieron al mundo
El hombre más rico del mundo había desatado una preocupante pelea con el presidente, a quien además señaló de participar en las fiestas del depravado sexual Jeffrey Epstein.

Luego de intensos días de arremetidas en redes sociales entre el multimillonario Elon Musk y el presidente Donald Trump —donde pareció que su estrecha amistad se había roto para siempre— el magnate en tecnología señaló el pasado lunes que puede que la pelea ya haya llegado a su final.
“Tuvimos una gran relación y le deseo lo mejor”, dijo el presidente ante los periodistas desde la Casa Blanca, demostrando dar el primer paso en medio de los conflictos que desataron. El clip de la grabación, donde Trump le deseaba lo mejor a su excompañero, fue compartido en redes sociales, y fue replicado por el multimillonario junto con un emoticón de corazón, dando a entender que su relación ya pasó por el peor momento y están listos para perdonarse.
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— Elon Musk (@elonmusk) June 9, 2025
Las tensiones entre ambos empezaron a avivarse cuando el mandatario lanzó su “gran y hermoso proyecto de ley”, que podría aumentar el déficit fiscal unos 3 billones de dólares, lo que no le ha gustado para nada a Musk. Semanas después de la propuesta de Trump, el dueño de Tesla y de SpaceX renunció al Gobierno, aunque parecía ser el asesor más cercano de la Casa Blanca.
Para cuando se alejó del Gobierno, empezó a criticar constante y fuertemente el proyecto de su excompañero. Se refirió a la ley como “escandalosa y egoísta” y como una “abominación repugnante”, pidiéndole a los republicanos que eliminaran el proyecto.
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Días después, trinó una explosiva declaración, al asegurar que fue gracias a él que Trump ganó las elecciones presidenciales, y además que los archivos del pedófilo Jeffrey Epstein no han sido publicados debido a que el nombre del presidente aparecería entre ellos. Pese a que provocó un gran revuelo con sus comentarios, pareció arrepentirse, pues luego borró todas las publicaciones.
Por su parte, el republicano dijo en una entrevista desde el Despacho Oval que el hombre más rico del mundo se había vuelto “loco”, que había “perdido la cabeza” y que estaba considerando recortar las ayudas federales que obtenían las empresas de Musk.
Lo último le terminó de disgustar al magnate tecnológico que, sin ningún tipo de escrúpulos, amenazó con desmantelar la nave Dragon, que es el principal medio del Gobierno para enviar humanos al espacio. Después, como ya se ha visto, se retractó de las intimidaciones.

No obstante, las tensiones se empezaron a enfriar después de que el Gobierno condenara las actuales manifestaciones en contra de las redadas migratorias por parte de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que se están llevando a cabo en Los Ángeles. La administración de Trump ha desplegado sus fuerzas para evitar que los protestantes continúen provocando destrozos.
Y Musk, que la semana pasada atacó todas las actuaciones del presidente, ahora apoyó por completo la posición del gobierno republicano. De hecho, antes de retirarse de su puesto en la administración, demostró afinidad con las propuestas de cerrar las fronteras, las detenciones masivas de inmigrantes indocumentados y las respectivas deportaciones.
Fue un fin de semana intenso para los dos magnates, sin embargo, ahora parece que calmaron las aguas.