Realeza
Neonazis que llamaron “una abominación” al hijo de Harry y Meghan, por su mezcla racial, son condenados por incitar al terrorismo
Los acusados difundieron ese y otros mensajes de odio en su podcast.
Christopher Gibbons y Tyrone Patten-Walsh, de 38 y 34 años, respectivamente, eran los conductores de Black Wolf Radio, un pódcast que utilizaron para difundir sus creencias homofóbicas, racistas, antisemitas, islamofóbicas y misóginas.
De ese odio no se salvó el príncipe Archie, hijo del príncipe Harry, duque de Sussex, y su esposa Meghan Markle.
Sus despreciables comentarios incluyeron frases como que el niño era “una abominación”, debido a su mezcla racial, y debía ser exterminado.
Sobre Harry se afirmó que debía ser procesado y “muerto judicialmente por traición”, en una clara alusión a su matrimonio con Meghan, quien es mulata y la primera mujer afrodescendiente en emparentar con la familia real británica.
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A causa de ello, los dos hombres, que profesan el neonazismo, fueron arrestados en marzo de 2021, justo cuando los Sussex estaban en lo peor de su conflicto con la familia real británica.
A los tres meses, fueron acusados de estimular actos de terrorismo, señalamientos basados en lo dicho por ellos en distintos episodios de su pódcast.
De igual modo, Gibbons enfrentó un cargo adicional por difundir publicaciones terroristas.
Este viernes, finalmente, ambos fueron declarados culpables de todos los cargos por incitar a actos terroristas.
Es el desenlace de toda una carrera de difusión del odio en la que los dos podcasters nunca tuvieron la mínima contención.
Así como se mostraron de acuerdo con atentar contra la vida de un niño por su raza, fueron capaces de aplaudir y apoyar el asesinato de la parlamentaria Jo Cox, en 2016, a manos de un supremacista blanco.
Igualmente, rindieron alabanzas para Brenton Tarrant, el extremista que, en un tiroteo masivo, mató a 51 personas en dos mezquitas en Nueva Zelanda.
De acuerdo con la policía, al escuchar sus programas, salió a la luz cómo animaban a la gente a cometer ese tipo de actos violentos.
En cuanto a Gibbons, las pesquisas arrojaron que creó una biblioteca conformada por toda clase de libros alusivos al terrorismo y contrarios a la legislación que lo castiga.
En cuanto a su racismo, los agentes encontraron 21 programas en los que ellos hablaron en términos ofensivos de las relaciones entre personas de etnias diversas.
Gibbons también había formado una biblioteca y videoteca neonazi, con propaganda y discursos sobre ese movimiento, tanto en materiales escritos como en 500 videos.
Según Scotland Yard, esta biblioteca tenía unos mil miembros y sus contenidos habían sido vistos 152.000 veces.
Todos estos materiales fueron analizados por expertos del Counter Terrorism Internet Referral Unit, una unidad especializada en antiterrorismo de la policía metropolitana de Londres y su conclusión también fue que eran totalmente contrarios a las leyes al respecto.
Para Dominic Murphy, líder de esa unidad, los podcasters “estaban convencidos de que airear sus creencias y odio abiertamente, en una plataforma de radio y pódcast les daba cierta legitimidad y que no enfrentarían ninguna consecuencia”.
Para que en la corte no quedara duda de la condición de los acusados, la fiscal Anne Whyte dijo: “(Ellos) son hombres que tienen puntos de vista de extrema derecha. Son supremacistas blancos dedicados y sin remordimientos”.
Harry y Meghan no se manifestaron al respecto, pero son bien conocidas las múltiples acusaciones que han hecho sobre racismo, tanto en la monarquía como en la sociedad británica.
En particular, es muy recordada la revelación, durante su entrevista con Oprah Winfrey, sobre que un miembro de la familia real les preguntó sobre el color de Archie cuando Meghan estaba esperando a su primogénito.
Mucho antes, cuando todavía eran novios, una de las primeras quejas que expresaron fue justamente el sesgo racista que las publicaciones británicas usaban para referirse a la entonces actriz de la serie Suits.