Taha Erdem, residente de Adiyaman, en el sureste de Turquía, es uno de los cientos de sobrevivientes rescatados de los edificios derrumbados después del poderoso terremoto del 6 de febrero.
Taha Erdem, residente de Adiyaman, en el sureste de Turquía, es uno de los cientos de sobrevivientes rescatados de los edificios derrumbados después del poderoso terremoto del 6 de febrero. | Foto: AP/Mehmet Mucahit Ceylan

MUNDO

Nuevo sismo en Turquía deja más de 70 heridos y al menos una persona fallecida

Cerca de 22 edificios que derrumbaron a causa del nuevo terremoto.

27 de febrero de 2023

Al menos una persona murió y cerca de 70 resultaron heridas a causa de un terremoto de magnitud 5,6 en la escala abierta de Richter registrado este lunes (27 de febrero) en la provincia turca de Malatya (este), en un momento en el que el país sigue recuperándose de los devastadores sismos del 6 de febrero en el sur, cerca de la frontera con Siria.

El director de la Agencia para la Gestión de Desastres y Emergencias turca (AFAD), Yunus Sezer, informó que hasta el momento se han confirmado 69 heridos a causa del sismo, cuyo epicentro fue ubicado en la localidad de Yesiliurt, con el hipocentro situado a unos siete kilómetros de profundidad.

El desastre causado por los terremotos en Turquía.
El desastre causado por los terremotos en Turquía. | Foto: Anadolu Agency via Getty Images

Asimismo, el ministro de Educación turco, Mahmut Ozer, confirmó que 20 de los heridos se encuentran hospitalizados y señaló que cinco personas han sido rescatadas entre los escombros de 22 edificios que se han derrumbado a causa del terremoto, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.

Las autoridades turcas han cifrado en cerca de 44.400 los muertos por los terremotos registrados el 6 de febrero, que dejaron además cerca de 6.000 fallecidos en Siria, si bien el número de víctimas en el país árabe es mucho más difícil de calcular, especialmente en el noroeste, en manos de grupos rebeldes.

Globos rojos en Antakya, en homenaje a los niños muertos en el terremoto

Al borde de una carretera que atraviesa Antakya, decenas de globos rojos están amarrados sobre las ruinas, último regalo para los niños muertos en el terremoto del 6 de febrero que devastó el sur de Turquía.

“Aquí murieron tres niños. Tenían un año y medio, cuatro y seis años”, cuenta Ogun Sever Okur, diseñador del proyecto.

Con la nueva cadena de temblores ocurridos este lunes, 20 de febrero, algunas de las edificaciones que habían quedado en píe tras el terremoto del 6 de febrero en Turquía, se fueron al piso.
Con la nueva cadena de temblores ocurridos el 20 de febrero, algunas de las edificaciones que habían quedado en píe tras el terremoto del 6 de febrero en Turquía, se fueron al piso. | Foto: AP Foto/Bernat Armangue

Los restos de tres automóviles se entremezclan con los escombros, de donde surgen colchones, electrodomésticos e incluso un anorak, tamaño 4 años, adornado con corazones.

Objetos como un juguete lila con la efigie de Daisy Duck y Minnie Mouse y una patineta rosa dan testimonio de esas vidas tan cortas, detenidas de forma abrupta. “Aquí es donde empecé, y luego en el edificio de atrás”, explica Ogun Sever Okur.

Productor de rosas y fotógrafo, se ofreció como voluntario en los días que siguieron al terremoto, primero en su ciudad natal, Adana, antes de llegar a Antakya, 200 km más al sur, uno de los lugares más devastados por el desastre.

Sin cifras de niños muertos

Las autoridades no especificaron cuántos niños perecieron. Derya Yanik, la ministra de la Familia, informó que 1.314 de los 1.858 niños descubiertos solos después del terremoto fueron entregados a familiares.

Ogun Sever Okur, padre de dos hijos, niega toda intención “política” e insiste en el lado “sentimental” de su acción.

Los padres de Taha Erdem, la madre Zeliha Erdem, a la izquierda, y el padre, Ali Erdem, junto a los escombros del edificio donde Tahan quedó atrapado después del terremoto del 6 de febrero en Adiyaman, Turquía.
Los padres de Taha Erdem, la madre Zeliha Erdem, a la izquierda, y el padre, Ali Erdem, junto a los escombros del edificio donde Tahan quedó atrapado después del terremoto del 6 de febrero en Adiyaman, Turquía. | Foto: AP/Mehmet Mucahit Ceylan

Desde 2020, con su “Asociación de los niños del hermano Ogun”, ayuda a menores pobres de Turquía a los que suministra juguetes, alimentos, a veces prótesis o cuidados.

Estos globos son para él “el último juguete que podía regalar” a las jóvenes víctimas.

Cree ya haber colocado “un millar de globos rojos sobre los restos de cinco o seis edificios” de Antakya, como símbolos de “alegría y amor”. Pero aquí “es la primera vez que un globo nos hace llorar”, confirma.

*Con información de Europa Press y AFP