Nicaragua
Con cita bíblica, obispo responde a la persecución del régimen de Daniel Ortega a la Iglesia Católica en Nicaragua
Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la ciudad de Managua actualmente se encuentra en el exilio.
En medio de la ingente y muy denunciada persecución del régimen de Daniel Ortega en Contra de los representantes de la religión católica en su país, este viernes se conoció un pronunciamiento por parte de una de sus víctimas; monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, quien actualmente se encuentra en el exilio, y quien hizo un llamado a los creyentes y a otros religiosos víctimas a “no desanimarse” frente a los ataques, exhortando a “perseverar con la fuerza del Señor”.
El llamado de monseñor Báez se realizó a través de su cuenta de Twitter, espacio en el que el religioso citó parte del Evangelio de este 14 de julio, referido a una advertencia hecha por Jesús a sus discípulos, anticipándose la persecución de la que serán objeto por la causa cristiana.
“Todos los odiarán por mi causa, quien persevere hasta el final se salvará”, es el fragmento de texto bíblico extraído del Evangelio de este viernes que el obispo trajo a colación para dar, desde el exilio, una voz de aliento a quienes permanecen en Nicaragua, y son víctimas aún de la persecución del régimen de Ortega.
El texto, según precisa el religioso, hace parte del evangelio de San Mateo, y en su análisis, sin referirse directamente al régimen Ortega, Báez advirtió que “los injustos y corruptos odian a una Iglesia que denuncia sus crímenes e ilumina la conciencia del pueblo”, lo anterior, en una clara alusión a los señalamientos y argumentos que ha empleado el mandatario para encausar su pelea con los representantes del catolicismo, a quienes recientemente señaló ahora de ‘lavado de dinero’.
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«Todos los odiarán por mi causa, quien persevere hasta el final se salvará» (Mt 10, 22). Los injustos y corruptos odian a una Iglesia que denuncia sus crímenes e ilumina la conciencia del pueblo. No hay que desanimarse. Perseveremos con la fuerza del Señor. #EsteEvangelioHoy pic.twitter.com/xJ28iY9ZM1
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 14, 2023
Monseñor Báez, es uno de los principales críticos del régimen Ortega desde la orilla del Catolicismo, razón por la que se vio obligado incluso a salir de su país, y por la que el régimen nicaragüense en cabeza del exlíder guerrillero sandinista, le despojó de la nacionalidad.
Sin embargo, monseñor Báez no es el único religioso perseguido por el régimen Ortega, el cual ha emprendido una persecución frontal en contra de la Iglesia, después de la posición adoptada por ella en medio de las protestas de 2018, cuando sirvió de protección a algunos de los sectores manifestantes, evitando que fueran capturados al refugiarse en sus templos, y advirtiendo a los miembros de la fuerza pública que no debían violar los templos con fines de represión.
En ese mismo sentido, la iglesia católica en Nicaragua también ha sido objeto de una serie de ataques que han pasado por el cierre de medios de comunicación bajo su batuta, la expulsión de comunidades religiosas, el fin de las relaciones diplomáticas con el Vaticano y la captura de algunos líderes religiosos, siendo el caso más visible el de monseñor Rolando Álvarez, quien continúa preso.
Precisamente, esta semana, se conocieron rumores sobre la voluntad de liberación del referido religioso, a quien se le obligaría a salir del país para exiliarse en Roma, sin embargo, también trascendió que el religioso se negaría a salir del país en caso de ser liberado, por lo que este continúa tras las rejas.
Desde la sociedad civil, ante la fallida liberación, se ha reclamado una prueba de vida del religioso.
👉🏿Continúo exigiéndole al régimen Ortega-Murillo que presenten una prueba de vida del obispo Álvarez, les hago un llamado a que lo liberaren inmediatamente e incondicionalmente. Insto a la @CENicaragua a que apoyen y aboguen en defensa del Obispo, ¿Por qué permanecen en silencio? pic.twitter.com/9pQnhos2vB
— Bianca Jagger Nicaraguense por gracia de Dios 🇳🇮 (@BiancaJagger) July 10, 2023
Precisamente, esa fue la misma razón por la que monseñor Álvarez no hizo parte del grupo de ‘opositores’ liberados meses atrás por el régimen, a quienes tras su excarcelación, se les envió fuera del país, y en algunos casos se les retiró la nacionalidad por parte del Gobierno Ortega.
En ese mismo sentido, en lo corrido de la presente semana, también se conoció la detención de otro religioso, más precisamente del sacerdote Fernando Israel Zamora Silva, quien se desempeña como vocero de la diócesis de Siuna, zona ubicada en el caribe nicaragüense.
Este nuevo hecho ha despertado una nueva ola de indignación frente a las detenciones adelantadas por el régimen Ortega en medio de una ola de represión a las ideas divergentes. Ello, como muestra de una conducta altamente autoritaria e intolerante con quienes disienten de las políticas y legitimación en el poder del presidente Ortega y de su esposa y vicepresidente, Rosario Murillo.
Desde el Vaticano, el papa Francisco también ha señalado su preocupación por la persecución del Estado en contra de la institución religiosa, refiriéndose incluso al Gobierno de Nicaragua como una dictadura “grosera”, advirtiendo que quizá Ortega sufra desórdenes mentales.
El año pasado, en el mes de julio, el Gobierno de Nicaragua había expulsado a las monjas representantes de la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de Santa Teresa de Calcuta, quienes fueron deportadas por el régimen de Daniel Ortega, quien ya había ‘ilegalizado’ sus operaciones en territorio de Nicaragua.
Fueron 15 las religiosas deportadas en medio de una acción que también derivó en que Ortega señalara que esta orden debía deshacerse y salir de su país, al señalarlas de que incumplieron la ley al no informar de sus estados financieros ni explicar el origen de las donaciones que reciben.
Recientemente, sectores de oposición al régimen de Ortega también denunciaron que, en el marco de las acciones en contra de la Iglesia, el gobierno sandinista adelantó la “confiscación de dos colegios religiosos en Siuna y Rosita, San Francisco de Asís y Santa Rosa de Lima respectivamente”.