Papa Francisco aparece por sorpresa en la basílica de San Pedro vestido de forma peculiar. Así fue el momento

El papa Francisco, quien se está tomando dos meses de descanso mientras se recupera de una neumonía doble que lo tuvo internado en el hospital por más de un mes, realizó una visita sorpresa a la basílica de San Pedro en el Vaticano este jueves, 10 de abril, donde se le vio vestido sin su habitual sotana blanca.

En un video verificado por Reuters, se ve al pontífice de 88 años en una silla de ruedas, luciendo alegre y vistiendo pantalones negros y con una manta a rayas envuelta alrededor de su pecho.

El papa, saludando a los visitantes de la basílica mientras los asistentes empujaban su silla de ruedas, sigue portando la manguera nasal con la que recibe oxígeno suplementario.

El video, en cuestión de minutos, se hizo viral en redes sociales mostrando cómo el santo padre día a día se recupera del cuadro de neumonía que —por instantes— preocupó al mundo católico.

El encuentro se dio apenas una semana después de la inesperada aparición del obispo de Roma en silla de ruedas en la plaza de San Pedro, donde se habían reunido 20.000 fieles para el Jubileo de los Enfermos; el papa Francisco, el jueves 10 de abril, volvió a salir de la Casa Santa Marta y pasó un tiempo en la basílica.

Al igual que lo hizo el domingo pasado, se detuvo a orar ante la tumba de San Pío X, un papa con el que el Francisco siempre ha expresado un profundo vínculo espiritual.

Aunque la visita del líder de la Iglesia católica fue breve, la noticia de su presencia en la basílica se difundió rápidamente y los fieles se congregaron para saludarlo. Entre ellos, algunos restauradores trabajaban tras mamparas protectoras en un par de proyectos que actualmente lleva a cabo la Fabbrica di San Pietro. Ellos también pudieron estrecharle la mano al papa.

Los niños se acercaron para recibir su bendición y grupos peregrinos que visitaban Roma con motivo del Jubileo se agolparon para verlo. El papa no habló, pero sus gestos transmitieron afecto y cercanía a quienes lo rodeaban, explicó monseñor Valerio Di Palma, canónigo de la basílica de San Pedro.

Cuando una joven restauradora vio al papa, le hizo un gesto para que se acercara y así agradecerle y estrecharle la mano, según informó la agencia Ansa. La mujer respondió que lamentaba que sus “manos estuvieran frías”, pero Francisco quería estrecharlas de todos modos y el intercambio con el sumo pontífice se dio en medio de gran emoción para el público, informó la agencia.

De igual manera, se reportó que algunas personas incluso hicieron fila para acercarse al santo padre, cuyas apariciones públicas se han visto limitadas durante la convalecencia que lo tuvo al borde de la muerte, como aseguraron en su día funcionarios del Vaticano cercanos al papa Francisco, diciendo que el argentino de 88 años atravesó una grave crisis de salud.

Ahora, se esperan las confirmaciones de que el líder de la Iglesia católica no estará presente durante las actividades de Semana Santa, donde dejará a algunos de sus ayudantes como encargados.