Mundo
Papa León XIV enfrenta su primera polémica a pocas horas de su elección; lo acusan de encubrimiento de abusos
La Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes emitió un comunicado en el que señala al nuevo pontífice de haber manejado inadecuadamente denuncias de abuso sexual mientras fue líder eclesiástico en Perú.

Pocas horas después de la primera aparición en público del nuevo papa, León XIV, la organización internacional SNAP (Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes) hizo serias acusaciones contra el pontífice.
La entidad señaló que durante su tiempo como provincial de los agustinos y más tarde como obispo de la diócesis de Chiclayo, Perú, Robert Francis Prevost habría encubierto casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes, al parecer, bajo su autoridad.
En el comunicado difundido por la organización, SNAP sostiene que el ahora papa León XIV habría sido consciente de denuncias de abuso y no habría actuado de forma diligente para enfrentarlas, tanto en sus años de liderazgo dentro de la Orden de San Agustín como en su etapa episcopal en Perú.
“Las víctimas afirman que Prevost no abrió una investigación, envió información insuficiente a Roma y que la diócesis permitió al sacerdote seguir celebrando misa. Incluso adjuntaron fotografías del sacerdote oficiando misa después de su denuncia como prueba”, se lee en el comunicado.
Acusaciones se remontan al año 2000
Entre los casos señalados, SNAP menciona un episodio de hace más de dos décadas, cuando Prevost, entonces superior agustino, habría permitido en el año 2000 que un sacerdote acusado de abuso sexual residiera en el convento St. John Stone en Chicago, Estados Unidos, a pesar de la proximidad del lugar a una escuela católica primaria.

Dicho sacerdote había sido previamente restringido de sus funciones pastorales desde 1991, debido a señalamientos de conducta inapropiada con menores.
Además, SNAP afirma que durante su período como obispo de Chiclayo, al menos tres víctimas presentaron denuncias formales en 2022, asegurando que Prevost no abrió una investigación canónica, envió información incompleta al Vaticano y que la diócesis permitió que el sacerdote denunciado continuara celebrando misa públicamente.
En su momento, la diócesis de Chiclayo negó firmemente las acusaciones, asegurando que todos los procedimientos fueron manejados según las normas canónicas vigentes y que el entonces obispo Prevost actuó con responsabilidad ante los hechos.
Otras voces vinculadas a las investigaciones desmintieron las afirmaciones de SNAP, señalando inconsistencias y falta de pruebas concluyentes.
Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido una declaración oficial sobre estas nuevas denuncias, aunque el tema podría generar presión mediática e institucional sobre el pontificado que inicia.