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Polémica en Roma: un cardenal no votará en el Cónclave que elegirá nuevo papa, ¿por qué?
El próximo 7 de mayo iniciará la reunión de cardenales en Roma en la que se espera salga el nombre del nuevo líder de la iglesia católica.

Un cardenal italiano condenado por malversación y despojado de sus privilegios por el papa Francisco desistió de participar en el cónclave que elegirá al nuevo pontífice tras presionar por su admisión, informó el lunes la prensa local.
Angelo Becciu, de 76 años, fue en algún momento una de las figuras más poderosas del Vaticano, asesor de Francisco e incluso considerado papable hasta que una operación inmobiliaria opaca en Londres lo llevó a la justicia.
Era entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. El papa lo hizo renunciar y le quitó sus privilegios en 2020, tres años antes de ser condenado a más cinco años de cárcel por delitos financieros.

Becciu insistía que podía participar en el cónclave que inicia el 7 de mayo, a pesar de no estar en la lista oficial de electores.
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El cardenal Pietro Parolin, por años el secretario de Estado de Francisco, presentó a Becciu dos documentos firmados por el pontífice argentino que confirmaban que no podría participar.
Una primera carta databa de 2023 y la otra del mes pasado, según el diario Domani.
Parolin presuntamente presentó los documentos a los cardenales reunidos más temprano para sentar las bases del cónclave.
Becciu fue el dos de la secretaría de Estado entre 2011 y 2018, cinco años bajo Parolin, considerado por muchos como el principal candidato al papado.

La caída Becciu vino en medio de una serie de reformas que impulsó Francisco destinadas a limpiar las notoriamente turbias finanzas del Vaticano.
Después de encubrir por décadas crímenes sexuales contra niños por parte de sacerdotes, la Iglesia católica trae el tema al centro del cónclave para sustituir al papa Francisco.
Fue uno de los retos más dolorosos de Francisco, que hizo más que cualquier otro pontífice para abordar este tipo de abuso.
Los cardenales ahora lo ponen entre los principales desafíos del sustituto del primer papa latinoamericano, que comienza a escogerse a puerta cerrada en la Capilla Sixtina el 7 de mayo.
Francisco, fallecido la semana pasada, asumió el poder en 2013 cuando la Iglesia trastabillaba para responder a una avalancha de revelaciones, y muchos católicos estaban horrorizados.

Un punto de inflexión llegó en 2018, durante un viaje a Chile.
El papa inicialmente defendió con firmeza a un obispo local contra las acusaciones de que encubrió los crímenes de un sacerdote anciano, y luego admitió haber cometido “graves equivocaciones” en el caso, un hecho sin precedentes para un papa.
Con información de AFP*