MUNDO

Polémica por el “suerte por partida doble” que se escuchó previo al cónclave: ¿elección cantada de papa?

Giovanni Battista Re omitió mencionar al papa Francisco en la misa previa al cónclave y, aparte, le deseó suerte a Pietro Parolin.

7 de mayo de 2025, 4:19 p. m.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, deseándole “suerte por partida doble” al cardenal Pietro Parolin
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, deseándole “suerte por partida doble” al cardenal Pietro Parolin | Foto: Foto de la transmisión del Vaticano en Youtube

El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, ofició una misa previa al cónclave. En ella llamó a “mantener la unidad de la Iglesia” de cara al momento “difícil, complejo y convulso” que enfrentará el futuro líder espiritual de 1.400 millones de católicos.

Histórico cónclave: 133 cardenales eligen al sucesor del papa Francisco

La polémica corre porque, en algún momento de la misa, Giovanni Battista Re le deseó suerte a Pietro Parolin. “Auguri… doppi” (“Suerte por partida doble)”, le susurró Batista Re a Parolin durante la misa. Además, también ha llamado la atención que Battista Re omitió mencionar al papa Francisco en dicha misa. A hoy, Pietro Parolin, a quien le desearon “suerte”, es uno de los cardenales más opcionados para ser el nuevo sumo pontífice.

Francisco creó el 80% de los cardenales que participarán en el cónclave, el mayor y más internacional de la historia con prelados de unos 70 países.

El cardenal Pietro Parolin celebra una misa en memoria del Papa Juan Pablo II con motivo del vigésimo aniversario de su muerte, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el 2 de abril de 2025
El cardenal Pietro Parolin celebra una misa en memoria del Papa Juan Pablo II con motivo del vigésimo aniversario de su muerte, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el 2 de abril de 2025 | Foto: Anadolu via Getty Images

El diario Il Messaggero incluye además en la “galaxia de papables” al italiano Pierbattista Pizzaballa, el húngaro Peter Erdo, el esrilanqués Malcolm Ranjith y al español Ángel Fernández Artime.

Estas son las imágenes deseándole “suerte por partida doble”

Al grito en latín del “extra omnes”, todos fuera, los cardenales se encerraron este miércoles en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco en un cónclave incierto y sin claros favoritos.

Los 133 “príncipes de la Iglesia” quedaron aislados del mundo, sin acceso a internet, teléfonos, televisión o la prensa, hasta que escojan un nuevo pontífice.

Una primera votación está prevista para la tarde o noche, medio día de Colombia, de la que no se espera la fumata blanca que antecede el “Habemus papam”.

La feligresía mientras tendrá la mirada fija en la pequeña chimenea que emitirá en forma de humo el resultado de los escrutinios. En la plaza San Pedro, unos pocos miles turistas y fieles ya tomaban fotografías del pequeño tubo de cobre, casi indistinguible.

“Venimos a ver la fumata”, dijo a la Agencia France-Press Gabriela Sanz, turista de 48 años de edad proveniente de Mar del Plata, Argentina. “Ya tuvimos un papa argentino que fue algo único en la historia. Y ahora sería una emoción ver una fumata. Da igual que no sea blanca”, añadió.

“Disposición divina”

Cuando el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Diego Ravelli, cerró las puertas, un aplauso se escuchó en la plaza San Pedro.

Los cardenales juraron antes guardar secreto sobre el proceso y desempeñar “fielmente” el papel de pontífice si resulta electo por “disposición divina”.

Con el hábito coral rojo, que rinde honor a la sangre de Cristo, pronunciaron primero el juramento juntos y luego individualmente ante el altar con la mano sobre el Evangelio.

El italiano Pietro Parolin, el cardenal elector más antiguo según el orden de precedencia, lideró a los cardenales en la invocación latina del Espíritu Santo: “Veni, Creator Spiritus”.

La elección previsiblemente necesitará más negociaciones y varias votaciones en la Capilla Sixtina, acondicionada con varias hileras de mesones con telas marrones y rojas, sobre las cuales aparecían los nombres de cada elector.

Frente a los magníficos frescos del Juicio Final los purpurados votarán “en presencia de Dios” bajo solemne silencio.

Cada cardenal escribe el nombre de su candidato, dobla la papeleta y la coloca en un plato de plata, que se usa para depositarla en una urna ubicada frente al Juicio Final.

Las papeletas se queman en una estufa con ayuda de químicos: si no se llega a los dos tercios, el humo es negro; si hay papa, la fumata es blanca.

“Bergoglistas” contra conservadores

Si este miércoles nadie obtiene la mayoría de dos tercios requerida -al menos 89 votos- para proclamar al 267º pontífice, los cardenales votarán cuatro veces a partir del jueves: dos por la mañana y dos por la tarde.

La Sixtina no será un espacio para discursos, debates y negociaciones que lleven a un nombre en el que estén de acuerdo los “bergoglistas”, devotos de Jorge Bergoglio, y el ala más conservadora que criticó mucho su pontificado reformista enfocado en los pobres.

Getty Images
Cardenales ingresando a la Capilla Sixtina, en el Vaticano | Foto: Getty Images

Los intercambios se darán durante las comidas o reuniones en la residencia Santa Marta y otras dependencias vaticanas, donde los cardenales estarán aislados sin acceso a internet, celular, televisor o prensa.

Las elecciones de Benedicto XVI y Francisco tomaron dos días. La mayoría de los cardenales estima máximo tres; los más pesimistas, cinco. Los purpurados, en cualquier caso, juran mantener en secreto los detalles de todo el proceso.

Con información de AFP