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¿Por qué los talibanes se han tomado territorios en Afganistán?
Los talibanes nunca han ocultado lo que quieren: la resurrección completa de su emirato islámico que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001. Varias ciudades del norte y este del país están bajo control talibán.
El mundo está pendiente de lo que suceda en Afganistán, que está al borde del precipicio y las fuerzas de seguridad de la nación casi se han derrumbado tras la ofensiva talibán, que ha dado a los insurgentes el control de gran parte del país. Sin embargo, poco se sabe en detalle qué está ocurriendo en esa parte del mundo y por qué los talibanes decidieron tomarse por su cuenta algunos territorios. Estas son algunas preguntas y respuestas para ayudar a comprender la situación actual.
¿Cuál es la estrategia talibán?
Los talibanes nunca han ocultado lo que quieren: la resurrección completa de su emirato islámico que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001.
Se han llevado a cabo muchos análisis para determinar con exactitud cómo lograrían su objetivo: a través de conversaciones, mediante la fuerza o con una combinación de ambas.
Al final, su estrategia militar resultó suficiente: abrumar a las fuerzas gubernamentales con múltiples ataques contra diversos objetivos en todo el país.
Para lograrlo, primero negociaron la salida de tropas estadounidenses y extranjeras del territorio afgano, a través de un acuerdo con Estados Unidos, país cansado tras más de 20 años de guerra. Además se comprometieron a no atacar objetivos estadounidenses a cambio de su retirada.
Parte del acuerdo también significó que Washington presionó al gobierno afgano para que liberara a miles de prisioneros talibanes, la mayoría de los cuales se reincorporaron de inmediato al combate con los insurgentes.
Con éxitos tan impresionantes en los últimos ocho días, los talibanes pueden aspirar ahora a una rendición incondicional del gobierno afgano.
Si Kabul resiste, se espera que los talibanes presionen fuertemente en torno a la capital.
Los territorios en poder de los talibanes
Si se toma un mapa de Afganistán, prácticamente todo el norte, el oeste y el sur del país está ya bajo control talibán. Kabul, Mazar-i-Sharif, la gran ciudad del norte, y Jalalabad, al este, son las tres grandes ciudades que el gobierno sigue controlando.
En Herat, estratégica por estar cercana a Irán, una imagen reveladora describe lo que está ocurriendo en Afganistán: Ismail Khan, apodado “el león de Herat”, peso pesado de la región y uno de los más importantes guerreros contra los talibanes se tuvo que rendir ante los insurgentes.
Los talibanes iniciaron su ofensiva en mayo, cuando el presidente estadounidense Joe Biden confirmó que las tropas extranjeras saldrían del país, 20 años después del inicio de su intervención para expulsar del poder a los talibanes, que se negaban a entregar a Osama bin Laden, lider de Al Qaida, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La retirada de las tropas extranjeras concluirá en torno al 31 de agosto. Pese a lo que está ocurriendo en Afganistán, Biden afirmó que no lamenta su decisión, si bien es cierto que los responsables estadounidenses no ocultan su decepción ante la rapidez con la que el ejército afgano se evapora ante el avance de los talibanes.
Como se sabe, Estados Unidos ha gastado más de un billón de dólares en 20 años para formar y equipar al ejército afgano.
¿Qué pasó con el ejército afgano?
Sin duda, se publicarán libros y se darán conferencias durante años, si no décadas, sobre este tema: ¿qué fue exactamente lo que salió mal con las fuerzas de seguridad afganas?
La corrupción, la falta de voluntad de luchar y el vacío creado por la salida de Estados Unidos probablemente jugaron un papel en el deceso del ejército afgano.
Durante años, el gobierno de Estados Unidos emitió informes en los que se detallaba una gran cantidad de casos de corrupción dentro de las fuerzas de seguridad afganas.
Los comandantes habitualmente se quedaron con dinero destinado a sus tropas, vendieron armas en el mercado negro y mintieron sobre el número de soldados en sus filas.
Las fuerzas afganas también dependían por completo del poder aéreo estadounidense, desde la logística hasta los ataques, además del mantenimiento.
Y para empeorar las cosas, las fuerzas de seguridad afganas nunca tuvieron un liderazgo eficaz e importante.
Fueron dirigidos por civiles en el palacio presidencial con poca experiencia militar, o ignorados por generales veteranos que parecían más involucrados en luchas políticas insignificantes que en la gran guerra que se avecinaba.
Las unidades de comando que entrenó Estados Unidos eran la esperanza, pero filialmente no fueron suficientes para afrontar la lucha.
¿Cómo puede terminar todo?
Los talibanes tienen la ventaja en todos los ámbitos.
El gobierno de Kabul ahora controla sólo tres ciudades importantes, y es poco probable que le quede un margen de maniobra logística para organizar una defensa exitosa de la capital.
Los talibanes se están moviendo rápidamente hacia Kabul con informes que sugieren que sus combatientes están progresando en los flancos del norte y el sur de la capital.
Es muy probable que Estados Unidos y la comunidad internacional estén presionando a los talibanes y al gobierno afgano para que lleguen a algún tipo de acuerdo.
Pero, al final, los talibanes tienen todas las cartas en sus manos.
*Con AFP